14.10.10

CRÓNICAS DE SITGES 2010 (XIX): A SERBIAN FILM



Bueno, ya hemos visto la película salvaje del certamen y que ha resultado ser salvaje y perturbadora, claro, aunque no más que otras muchas. Lo cierto es que inquieta por el aviso del mal rollo y los ultrasonidos de la banda sonora, pero uno se huele el percal desde el primer momento. También me molesta el espectáculo mediático: a la salida cámaras y micrófonos para preguntarnos que qué tal la salvajada; porque me da que esto es una película para consumo interno que vista fuera sólo remueve bajos instintos y la atracción gratuita que eso supone. En Serbia han tenido una guerra, han realizado matanzas étnicas y genocidios, y ahora una película para expulsar sus diablos. Una película serbia. Y una polla como arma mortal. Y como apunta mi amigo Goio, la estructura en flashbacks revela cierto recato. Mediten al respecto.

Nota: en el pase de prensa y público de la mañana no ha habido desmayos ni deserciones. Veremos que pasa por la noche, pero el público de Sitges está curado de espantos.