4.1.08

TENDENCIAS 2008 PARA EL APOCALIPSIS


El siglo XXI nos ha traído, nada más empezar, la existencia de una organización como Blackwater, la empresa privada de mercenarios más grande del mundo. Tanto su nombre como su logo la adscriben, sin complejos, en las filas del M.A.L. y de la búsqueda icónica de lo pOp como moderno ejército de sombras al servicio del Imperio. Pienso en Blackwater cuando, a través del excelente Guerra Eterna llego a estas dos estampas donde la uniformidad para la guerra cobra tintes apocalípticos, marcando las tendencias sin dudas dominantes para la que va a ser larga temporada de invierno pulp de nuestro siglo.


El soldado de las fuerzas especiales del Ministerio de Interior viste uniforme militar de clásico estampado de camuflaje, casco verde, armilla pectoral de kevlar y deportivas de tonos marrón claro, guantes negros, generosa ristras de munición y rostro enmascarado con gafas con cristal de espejo que le confieren y realzan un frío tono robótico. Como muy bien apunta Iñigo Sáenz de Ugarte, recuerda remotamente a Abe Sapien de Hellboy.

Este miembro de las milicias suníes, financiadas por EEUU, combina perfectamente la uniformidad militar con elementos propios de la cultura y la tradición de los warlords, dotando al confunto de un aire despreocupado y libre. Viste cómodo uniforme de camuflaje de tonos claros y arenosos propios de la zona, sandalias con calcetines negros, camisa, una preciosa túnica negra de tradición tribal autóctina, cinta amarilla cruzada y cubre su rostro con braga capucha a la que añade las gafas de cristal externo opaco y reflactante.


ACTUALIZACIÓN



Milveinticinco aporta el diseño, entre ratón de Disney y soldado imperial, de las máscaras de los antidisturbios de Georgia.

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