28.5.06

BENITO Y MACISTE



Tenía pendiente este post desde hace más de un mes. Era una idea que debía cobrar forma pero que al final se ha postergado demasiado. Todo empezó a raiz de un correo de uno de los lectores más inquietos de este blog, el Dr. Max:

"Estoy descargando "Cabiria" de Giovanni Pastrone (1914), la que parece ser primera pelicula muda en que aparece Maciste. La busqueda de estos primitivos "Peplums" me ha recordado algo que leí en un articulo sobre pifias y errores historicos en el cine. El autor le daba la vuelta al tema y aseguraba que el saludo fascista brazo en alto no tenia ningún supuesto origen historico en la Roma clasica, sino en la afición de Mussolini por las peliculas de romanos. Por lo visto (según el autor) Mussolini vio el saludo en un primitivo "peplum" y le parecio bien adoptar ese saludo. No he conseguido poder verificar esa teoria ni localizar tal film. "

El Dr. Max enseguida se corrigió a sí mismo y recordaba que probablemente el documental no tratara sobre Mussolini sino sobre las aficiones cinéfilas de Hitler y compañía. Además, de dónde sacó el líder fascista italiano el saludo con el brazo en alto es algo más o menos documentado (ojo, ya les advierto a todos que no soy historiador y que probablemente haya por aquí mucho errores) y en principio no tendría relación con peplums. Pero aún así se despertó mi interés por el vínculo pop de los grandes dictadores. A Kim Jong Il le gustan las películas de Godzilla, a Stalin le pirraban los musicales norteamericanos, Hitler era un forofo de Imperio Argentina (algunos sospechamos que por esa razón permitió que España no se implicara directamente en la Segunda Guerra Mundial). Así pues... ¿Cuál era el vínculo pop del villano Benito? ¿Qué pintaba Maciste en todo esto?



La biografía del sátrapa Mussolini tiene cosas curiosas. Nació en el seno de una humilde familia muy comprometida con la izquierda y el socialismo (se llamaba Benito en honor del revolucionario mexicano Benito Juárez). Extremista de izquierdas, se exilió a Suiza para no tener que cumplir con el servicio militar obligatorio (tan amante que sería luego de la parafernalia uniformada). Poco a poco fue apartándose de la línea de su partido y girando hacia un ultranacionalismo radical que le lleva a fundar el periódico Il Popolo d'Italia en 1915. Las ideas que allí propaga provocan su expulsión del partido socialista. Se inicia entonces la génesis del fascismo italiano con la creación de los grupos armados Fasci en 1919, la fundación del partido en 1920, su condición de diputado en 1921, la marcha sobre Roma y su nombramiento como primer ministro en 1922 y la conversión en dictador con todas las de la ley en 1924.



No hay que escarbar demasiado para encontrar vínculos pop en el primer fascismo europeo. Wilheim Reich lo tenía muy claro en su Psicologia de Masas del fascismo. En el concreto caso italiano tenemos, por ejemplo, el Futurismo, primero de los ismos vanguardistas del siglo XX cuyos componentes primero inspiraron y luego apoyaron intelectualmente el nuevo movimiento ultra y de masas. El mismo Benito gustaba de acudir a imágenes de la cultura popular italiana con su pose de mamma napolitana, con la mano izquierda apoyada en la cintura, en jarras, como las matronas de pueblo que regañaban a sus hijos. Y luego estaba el cine, claro. Su imagen se duplicaba en montones de documentales, donde aparecía haciendo de todo, al mismo tiempo que ponía la primera piedra de Cinecittà, los luego míticos estudios romanos y encarga lemas propagandísticos como "La cinematografia é l'arma piu forte". Tampoco está mal recordar la anécdota citada por C. Rancio hace bien poco: entró en una jaula de leones (previamente drogados) para impresionar a las masas. Vale. Los vínculos pop estaban ahí. Pero... ¿Y Maciste? ¿Había relación entre Maciste y Benito?


La pose de la Mamma

Inaugurando Cinecittà

Un Lema Para la Sociedad Borderline

El triunvirato de grandes héroes forzudos del péplum lo forman Hércules, Ursus y Maciste. Se piensa en ellos como los cachas de un centenar de filmes que protagonizaron entre 1958 (Hércules) y 1965. Algunos críticos e historiadores de cine hablan de un cierto mensaje político en aquellas películas. Eran liberadores de pueblos oprimidos que destituían tiranos. No hay que olvidar que muchos de los directores de esa época eran tronsquistas convencidos, y que su influencia en algunos eurowesterns era evidente (Yo soy la revolución). Pero eran los años sesenta y ya sabemos cómo era la crítica de esa época, tan dada a buscar tres pies al gato en pos del "mensaje". Seamos sinceros: a quién coño le interesa buscar el mesaje en una película protagonizada por un culturista atiborrado de hormonas que se dedica a derribar columnas de cartón piedra. Eso sí, es importante retener una idea, el mensaje no importa, lo que improta es tener presente que el PoP nunca es inocente por mucho que se esfuerce en parecerlo.



Hércules tenía un origen mitológico de sobra conocido. Ursus era un personaje secundario de la novela Quo Vadis de Henryk Sienkiewicz, llevada ya al cine en 1902 y 1912 y por tanto, si no me equivoco, el primer pepplum cinematográfico. ¿De donde sale Maciste? No es un personaje mitológico ni aparece en ninguna novela. Su nombre, según parece, procede etimológicamente de machiste, es decir, macho man, o mejor, Maciste significa Machote. Ya de entrada, hermoso. Su aparición se produce en el clásico antes citado: Cabiria (1914). La gran superproducción del peplum italiano mudo cuya influencia alcanza a D.W. Griffith y sus fundacionales El nacimiento de una Nación y la mastodóntica Intolerancia (una auténtica borrachera de acciones paralelas, por cierto). No he visto Cabiria pero pondré cartas en el asunto. Por dos motivos. Uno es Maciste, claro. El otro los sacrificos de bebés en honor al dios pagano Moloch que en ella se recrean (convertido, curiosamente y con los años, en diabólico símbolo antiabortista por los fundamentalistas religiosos nortamericanos).




Maciste estaba encarnado por el pétreo Bartolomé Pagano y acabó por convertirse en el verdadero protagonista del filme pese a ser un personaje secundario: un esclavo encargado de proteger a la heroina de la función. Su fama y éxito popular lo convirtieron en estrella de casi una treintena de películas mudas entre 1915 y 1925 (la última, todo un clásico: Maciste en el infierno). Precisamente los años de la ascención de Mussolini al poder. Y ahí está la clave. Benito era fan de Maciste. No sólo eso, se identificaba con él. Está documentado que le encantaba que le compararan con el personaje interpretado por Bartolomé Pagano, con el que al parecer guardaba un gran parecido físico. Incluso en la intimidad se dedicaba a imitar sus poses. Maciste, en aquellas películas, ya hacía gala del anacronismo que le caracterizó en los 60 (enfrentándose a Gengis Khan o al Zorro) e interpretaba cualquier papel: cazador africano, guardia forestal (en la muy nacionalista Maciste Alpino). Del mismo modo, Benito, una vez en el poder, cultivo una imagen de icono político todoterreno en documentales propagandísticos que le mostraban como esforzado campesino, hábil herrero (su padre lo era) o un atléta mayúsculo capaz de practicar con éxito cualquier deporte. La prueba máxima de este paralelismo se produce al año siguiente de constutuirse en dictador puro y duro cuando se estrena Maciste Emperador. Descubriendo todo esto y teniendo en cuenta tanto que el cambio político de Mussolini de radical izquierdista a ultranacionalista se produjo en 1915 como la idea implícita en el correo del Dr. Max, es decir, que un buen día fue al cine a ver un peplum que le iluminó, sólo hay que sumar dos y dos: Cabiria, la primera película de Maciste, se estreno en 1914.


Maciste Alpino




Maciste explorador


Maciste con toga en cabiria


Maciste enamorado


Maciste Emperador

Quedaría, pero, el origen de la asimilación fascista del saludo romano. ¿De dónde sale el saludo romano? Al parecer procede de Gabriele D'Annunzio. Intelectual inspirador del fascismo (aunque cuando éste llegó al poder se desentendió bastante), D'Annunzio era un curioso caso de poeta guerrero que declaró la independiencia de la República de Fiume (ciudad croata que Italia reivindicaba como propia) proclamándose Duce al mando de unas milicias a las que gustaba hacer desfilar como los ejércitos romanos. El saludo fascista formaba parte de su parafernalia imperial. El vínculo inspirador de este poeta en Benito es, pues, evidente, pero... ¿Y con Maciste? El círculo se cierra como pocos: D'Annunzio fue el guionista de Cabiria y, por tanto, el padre de nuestro Machote Maciste.






Maciste no sólo inspiró a Benito


Como ven, esto de los saludos PoP puede ser un jego simbólico peligroso. Dentro de doscientos años es posible que un grupúsculo radical y violento adopte este complejo saludo, como muy bien apunta el Dr. Max en uno de sus correos.

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