16.12.17

El tubérculo de Nyarlathotep


El tubérculo de Nyarlathotep, muy apreciado en Mesopotamia por el delicado tono carmesí de su pulpa, se exportaba a Oriente Medio desde lo que hoy conocemos como Malasia, donde era cultivado por la milenaria tribu de los semang. Según Zenódoto de Éfeso, primer bibliotecario de Alejandría, el vegetal requería tierra bañada con carne y sangre de vírgenes para su óptimo crecimiento. Tolerado por diversas corrientes paleocristianas hoy heréticas, hubo de esperarse a la llegada del Islam para que su cultivo fuera abolido en su totalidad. Esta semana hemos conocido que científicos israelíes de la Universidad de Tel Aviv afirman haber recreado semillas transgénicas de esta hortaliza hasta ahora considerada un simple mito de la antigüedad. Creo necesario advertir de las terribles consecuencias que este descubrimiento supone para el futuro de la raza humana. Sin ir más lejos, conviene recordar los bajorrelieves sumerios donde se habla de las nefastas flatulencias de Tíndalos.