3.8.06

LOS PÉRFIDOS CHINOS ATÓMICOS DE SUBTERRÁNEA

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Hace bien poco dejaba por aquí un tutubo en el que se mostraba una, a mis ojos, bizarra terapia para ludópatas. La escena procedía de Battle Beneath the Earth (1967), es decir, Batalla Bajo la Tierra, pieza maestra en lo que a genuina bé movie pulp delirante y desprejuiciada compete. Bella muestra de que hubo un tiempo en el que la idea más pájera imaginable podía ser llevada a la pantalla grande sin problemas y sin dinero. Háganse a la idea: la cosa va de que los chinos, con sibilina paciencia, han ido perforando túneles subterráneos que, partiendo de la China (roja), recorren el Océano Pacífico y se internan, y mucho, en territorio estadounidense. El plan es plantar unas cuantas bombas atómicas debajo de los más importantes centros neurálgicos del Imperio: Detroit, Washington, New York y Texas (?) como punto de partida para la invasión. Un paranoico ex combatiente de Corea experto en ultrasonidos y recluido en un sanatorio mental pondrá la mosca tras la oreja de un antigua compañero ahora Comandante. Se inicia entonces la batalla del título (aunque en la práctica sean doce contra doce en unos túneles de cartón piedra).



Como ven, el punto de partida no puede ser más delirante. Lo bueno del caso es que el filme no sólo lo asume sin complejos desde el principio sino que va a más, no tienen ningún problema en plantear sinsentidos, escenas hilarantes, decorados futuristas de colores chillones, acción porque sí y recursos de guión insospechados.

Y obviamente entrega un batiburrillo de referencias e ideas sin igual. Tomen asiento y lean con calma, en esta esta joya del bajo presupuesto se darán de bruces con:
- referencias a la Guerra Fría y al peligro amarillo-comunista;
- a la tradición fumanchunesca del pérfido villano de ojos rasgados;
- al peligro atómico.
- Una deliciosa banda sonora plagada de todos los recursos melódicos de spy groove televisivo; en ocasiones la melodía y el cambio de plano hace pensar en las pausas para anuncios de las series de televisión;
- Una bonita protagonista femenina interpretada por una tal Vivienne Ventura. Por Dios... repitan conmigo... Vivienne Ventura. ¡Qué gran nombre artístico! Encima, si repasan su filmografía veran que consta principalmente de apariciones en series como El Santo, Wild Wild West, I Spy, El Agente de CIPOL, Get Smart y Los Persuasores. Pónganse en pié.
- Inventos retrofuturistas y ciencia pajera a tutiplén, incluyendo el enlatado de plantas nutritivas cultivadas en cámaras de rayos uva subterráneas;
- la desactivación simultánea de ocho bombas atómicas;
- inesperados giros de guión en los que el villano oriental traiciona la revolución cultural de Mao vislumbrando un futuro de reconstrucción mundial pleno de paz, con él de generoso líder y que, obviamente, explica sus planes en voz alta como mandan las reglas no escritas del mejor bolsilibro;
- científicos expertos en ultrasonidos víctimas de la paranoia 50's;
- tractores amarillos que perforan el subsuelo con rayos láser;
- el uso de estrategias defensivas tan visionarias como, atención, ordenar que se haga el silencio en todo el territorio de los EEUU a una misma hora para poder averiguar exactamente dónde están perforando los chinos en ese momento;
- una geóloga hawaina jamona en mono rojo que desconoce que la lava quema y que rápidamente le toma el gusto a matar chinos con cuchillo o metralleta;
- una realización 100% televisiva que acude al entonces pujante género de los agentos secretos (de Napoleón Solo al Superagente 86 pasando, claro, por James Bond);
- actores británicos haciendose pasar por chinos (de hecho, el filme es entéramente británico aunque intenta desesperadamente parecer norteamericano);
- bombas atómicas que explotan.
- palacetes chinos subterráneos decorados con biombos y jarrones de la Dinastía Ming;
- tubos que transportan seres humanos a toda velocidad por los subsuelos del planeta (como el teletransporte de Star Trek pero físicamente);
- lavados de cerebro a cargo de científicas chinas con ventiladores de mano que sueltan lucecitas; - cajas de herramientas para bombas atómicas con destornilladores de L clavaditos a los del Ikea;
- ideas tan extravangantes como acoplar dinamita a una bomba atómica (espero que ningún peón negro conspiranoico del 11M lea esto, que se pondrá muy nervioso);
- comandos de marines que se comportan como si no hubieran pasado veinte años desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
- acopio de ingentes cantidades de oro;
- ludópatas que se curan jugando a las tragaperras;
- Y, claro está, una visión pulp bastante original, por pasada de vueltas, de mi querida Subterránea.

Como ven es mucho, demasiado, para poder explicar sin acudir a una de esas galerías fotográficas comentadas que tanto les gustan a ustedes. Con ella les dejo.



En este pub la gente esta mirando... ¡un western por la tele!


El inicio de todo. Un hombre en Las Vegas con la oreja pegada al asfalto gritando "¡Son como hormigas y vienen a por nosotros!"


El científico paranoico, ya más tranquilo, explica lo que ha descubierto


Tractor amarillo chino que perfora el subsuelo con dos rayos láser.


Lo que siempre han deseado ustedes ver: el interior de una bomba atómica.


El Profesor Lee y el General Chan. Aunque no lo parezca son chinos (bueno, en realidad actores ingleses de esos de afectado tono shakespiriano) y tan malos como corresponde.


El tubo transportador subterráneo.


Tras silenciar todo EEUU, los ultrasonidos muestran hasta que punto ha avanzado el peligro amarillo transmutado en hormigas.


Un paranoico feliz perforandosus propios túneles tras una noche inspirada. No me pregunten qué le cuelga de la oreja.


La genial geóloga hawaina interpretada por Vivienne Venture. Memorable cuando avanza decidida a caminar sobre la lava y el militar protagonista debe advertir que la lava quema. Más tarde descubrirá que tiene cualidaes innatas para el uso del cuchillo y la metralleta. De hecho, le gustará más matar chinos que a un tonto un lápiz. Además, es una excelente asistente a la hora de desmontar bombas atómicas.


El General Chan en su despacho subterráneo junto a su inevitable mascota, un pobre halcón obligado a vivir bajo tierra. Segoro que Kim Jong Il tiene uno igual.


La Dr. Arnn, experta en el lavado de cerebros con ventiladores de mano que proyectan lucecitas. "El rojo es verde y el verde es rojo" junto a "El Este despierta y el Oeste se muere" son sus memes preferidos.


El malo le ofrece un cigarrillo al bueno. Observen con detenimiento la decoración de la base secreta china. Los jarrones son de la Dinastía Ming.


Un ejército de tractores amarillos pilotados por chinos con cascos rojos. Como ven, una terrible invasión está a punto de comenzar.


Añadiendo dinamita a una bomba atómica. Abajo a la derecha tienen la caja de herramienta con una generosa gama de destornilladores de Ikea ideales para desmontar armas de destrucción masiva.


El General Chan se despide de los espectadores. A su izquierda su símbolo personalizado decora una bomba atómica.


Una de las escenas más bellas que puedan verse al final de una película: la geóloga y el militar se abrazan y contemplan el espectáculo nuclear que han desatado por el bien de la civilización occidental.

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