19.7.07

LA IMPORTANCIA DE CUANTIFICAR EL MIEDO



Creo que fue buscando información sobre Island of Terror que acabé en Google Books, en alguna de las pocas páginas accesibles de un estudio de un tal Andrew Tudor titulado Monsters And Mad Scientists: A Cultural History Of The Horror Movie. Enseguida hubo algo que llamó mi atención en aquellas páginas: tablas de datos cuantificados y con porcentajes. Quiza a alguno de ustedes lo de aplicar el dato científico a la cultura pOp les parezca una memez. A mi no, aunque sólo sea para certificar lo obvio: que es obvio que lo obvio debe certificarse en algún momento. Y más en los terrenos en los que nos movemos por aquí, tan dados a la metafísica sobre lo aparentemente intrascendente.

Desconozco, obviamente, el contenido del estudio (que no parece deslumbrante) ni la calidad de los datos en los que se basa, pero no he podido resistir la tentación de cortar y pegar las tres tablas a las que se puede acceder online y comentarlas un poco. El objetivo no es otro que demostrar la importancia de cuantificar científicamente los iconos del pajerismo subcultural.

A - Orígenes geográficos de las Horror Movies (1931-1984)





Antes que nada, desconozco la razón (y no me gusta) por la que no se incluye el cine mudo (el expresionismo alemán desaparece, por ejemplo) o que se acabe en el '84. Tampoco me fio de la cantidad total: apenas contabiliza mil películas de horror en 50 años. Fíjense que no aparece el cine mexicano, o que la cantidad asignada a España (ahí estamos, como unos campeones) no cuadre a la baja con mis cifras a ojo. Cifras que, al ser tan generales, poco dicen. La preponderancia del cine usaca va más allá del género, por lo que sería interesante acompañarla del porcentaje del cine de horror dentro de la industria concreta. Creo que en EEUU seguría siendo más elevada, pero en el caso británico sería espectacular. Las explicaciones serían variadas: una sociedad como la norteamericana ha de generar y demandar más horror (explicación social), mientras que en el caso británico la explicación sería más industrial y de moda: el éxito de la Hammer. En sociedades católico-mediterráneas el dato también tiene su aquel.

Me gustaría saber los criterios aplicados para definir si una película es o no de horror. Un ejemplo: Ultimatum a la Tierra nunca entrará en la lista desde un punto de vista estricto, es sci-fi pura y dura, pero ojo, creo que sí debería entrar en un listado de este tipo: es un filme que no sólo refleja en clave fantástica los miedos de la sociedad norteamericana de los 50 sino que también busca provocarlos en sus espectadores.

Finalmente, está el hecho de que cuantificar de manera tan general no aporta demasiado. Piensen, por ejemplo, que en el caso español la producción de género se concentraría en un periodo muy corto (1966-1976). Y destacar eso siempre es interesante porque conlleva preguntarse: por qué fue así.

B - Ranking de monstruos en las Horror Movies (1931-1984)


Esta tabla me encanta y es, realmente, lo que me motiva a escribir el post. ¡Catalogar y cuantificar monstruos! En un terreno tan subjetivo como este, donde perspectivas académicas y/o elitistas pueden echar pestes de películas que desde un punto de vista de ausente cultura pop son obras maestras, poder acudir al impepinable dato científico es clave. Lástima la falta de datos y que no sea acumulativo, además de lo ya dicho antes sobre el límite temporal autoimpuesto o su generalidad.

Piensen, por ejemplo, que los psicópatas que encabezan destacadamente la clasificación se disparan a partir de 1960, es decir, que bastante más de la mitad de esas 271 películas tienen fechas posteriores a 1960. ¿Cuál era el monstruo dominante en los 50? Pues supongo que una mezcla entre mad doctors y las creaciones de la ciencia. Que esa es otra: qué pasa con las películas con varios monstruos. Pongamos por caso un filme históricamente básico (aunque injustamente maltratado) como I was a Teenage werewolf, donde es un psiquiatra mad doctor quien dispara (vía hipnosis freudiana) la aparición del Hombre Lobo; debería computar en ambas calificaciones, porque si al teórico-científico le apetece minusvalorar a los licántropos (que las cuantificaciones acaben en 1984 lo hace con este monstruo lúdico-tanático) no tiene más que marcar la peli en el terreno del mad doctor y punto pelota. Y como decía antes, el dato científico es impepinable: si el 50% del horror posterior a 1960 tienen al psicópata como protagonista, es un dato tan tremendo que justifica el interés innato de todas esas películas en las que se destripa adolescentes en la edad del pavo. Por no hablar de una clasificación monstruos/países. ¿Es mayor el porcentaje de psicópatas en las sociedades de cultura protestante (EEUU y UK)? ¿Destaca la presencia de zombies, espectros y fantasmas en las católico-mediterráneas? ¿Por qué tanto vampirismo británico? Por no hablar de las víctimas: ¿Cuándo, dónde y en qué cantidades se empieza a masacrar a jovencitas en edad de merecer?

C- Evolución histórica de la ciencia como causa en las Horror Movies


No me negarán que no es interesante. Ese auge coincidente con la Segunda Guerra Mundial, o la posterior y regular decreción del Mad Doctor y sus criaturas según se refuerza a la ciencia como nueva fe de la Sociedad Borderline. Ai. Qué bonito es todo esto y qué pena que no abunde. ¿Imaginan análisis de este tipo aplicados a los tebeos de superhéroes? ¿En los tebeos de miedo? ¿En las portadas pulp?


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