26.8.04

HORMIGAS!

1. ¡ELLAS SON...

Aparecieron hará cosa de tres semanas. Primero alguna de solitaria recorriendo feliz el suelo de la sala. Murió aplastada. Luego en el dormitorio nupcial (lugar donde se duerme mucho y a veces pasan cosas). Scrunch, de nuevo. Al día siguiente, y como era de esperar, mi vista de águila detectó, mientras comía y a varios metros, una pequeña miga de pan y algunos puntos negros a su alrededor. Una fina hilera que se adentraba en la sala desde el dormitorio y avanzaba hacia la ventana. Se perdía entre el aluminio que la enmarca y la pared. Absencito fue rápidamente trasladado a buen recaudo y eché mano del Raid Hogar y Plantas.
Los días pasaron, felices hasta decir basta, cuando un grito de Doña Absenta rompió la paz de nuestro hogar. “¡Hormigas! ¡En la cocina!”. Efectivamente, allí estaban. Negras, pequeñas, chungas. La misma especie pero bastantes metros más allá. Mi casa es larga y habían reaparecido precisamente en el extremo contrario, el lugar más alejado. Recorriendo el suelo en una operación relámpago de avituallamiento y perdiéndose en el interior de una de las baldosas de la pared, a media altura. De nuevo Raid Hogar y Plantas.
La presencia de estos diminutos seres, pero, continuó, y precisamente en el lugar donde se elaboran los ya célebres manjares de la familia ausente. Gran preocupación. Insomnio. Ansiedad. ¡Solitarias hormigas recorriendo el mármol en pos del pan con tomate! ¡Solitarias hormigas bajando desde el techo! Y la penosa tarea, noche tras noche, de poner alimentos, enseres y electrodomésticos diversos a buen recaudo y proceder a la rutina de la fumigación improductiva. Kill the ants!
Poned parafina” “Preparen un cebo” “Los esprais no sirven de mucho” “Capturen a la reina pues pierden el tiempo matando obreras”. Al final no hay más remedio que acudir, en pleno agosto, a la búsqueda de una droguería (ai, que bonito, “Droga de la droguería”). Baigón Plus Ultra fue la recia respuesta del profesional de la drogotendencia. “Elimina y desinfecta”. Y por la noche, de nuevo, fumigación meticulosa de toda la cocina tras un pesado desalojo de enseres.
Las hormigas desaparecieron y pese a ello yo me despertaba cada mañana con la imagen de un señor embutido en un mono butanito con cacharro, manguera y mucho veneno.

Ayer descubrí hormigas en la galería. Siguen, pues, ahí. Acechando. Cada vez más desesperadas. Mi temor es que muten, que se conviertan en insectos gigantes, inteligentes y carnívoros.

2. ...Gigantes!

Si hay una obra maestra en el cine de insectos (u otros bichos) gigantes, esa es La humanidad en peligro (Them!, 1954). (Bueno, la verdad es que a mi juicio casi todas las películas con bichos gigantes son obras maestras, pero eso es otro tema). Dirigida sin sutilezas por un artesano del cine de entretenimiento como es Gordon Douglas, toda ella es para relamerse. El inicio, brutal. Una niña amnésica en el desierto, una caravana destrozada, un cadáver. A partir de ahí, y pese a seguir un esquema clásico, la cosa no tiene desperdicio (tititititi, el sonido del horror) y sigue, tensa, hasta el final, con la incursión de rescate de unos niños por unas sombrías cloacas que tienen nuevos habitantes (y todo un referente para el Aliens de James Cameron). Nada falta, nada sobra. Cine recio. Cine fantástico de los años 50. Cine pajero. Hormigas gigantes. La edición en dvd es magnífica. Yo compré la de zona 1 y resulta que, por una vez, la de aquí está la mar de bien (es la misma con el añadido del audio castellano).

3. ...Inteligentes!

Saul Bass era un genio del diseño gráfico. El era el responsable de los títulos de crédito de un buen número de películas de Hitchcock o de Preminger. También creaba carteles increíbles (como el de Vértigo que embellece el pasillo de casa), planificaba visualmente secuencias como la de la ducha de Psicosis (qué más se puede decir al respecto) o diseñaba gasolineras. Sí, sí, lugares donde repostar los vehículos. Él mismo lo explicó en una irrepetible (en parte, por razones obvias) sesión que tuvo lugar hace ya unos años en el Festival de Sitges y a la que tuve la suerte de asistir.
Pues bien, tamaño monstruo de lo visual tan sólo dirigió un largometraje: Phase IV. Filme atípico en el que un grupo de científicos, aislados en pleno desierto, son atacados por hormigas que han desarrollado el don de la inteligencia. Parca en palabras, narrada sin florituras, con un tono hard muy poco habitual, haciendo uso de las técnicas propias del documental (apartado bichos pequeños). Hace tiempo que no la reviso, pero el recuerdo que tengo (vista en dos ocasiones y en pantalla grande) continua fresco, inmutable, impertérrito; y la convierten en una genialidad que defenderé siempre.
Por cierto, Phase IV se estrenó comercialmente en nuestro país como Sucesos en la 4ª Fase, a rebufo de los Encuentros spielbergianos en la 3ª fase. Y miren, la verdad, que vistos estos últimos las pasadas Navidades sólo pueden calificarse, por mi parte, de ejercicio de sopor buenrollista ninoninoná. Échenle la culpa a los canelones de mi madre.

4. ...Carnívoras!

Hubo un tiempo en que Charlton Heston molaba. Tu veías una foto de la peli, a la entrada del cine (la mía es, cachis, la última generación de la doble sesión de barrio), con el tipo a pecho descubierto y frunciendo el ceño y decías “mola seguro”. Una de las primeras películas de marcado tono pajero que protagonizó el presidente honorífico de la Asociación Nacional del Rifle fue Cuando ruge la marabunta (The Naked Jungle). Un nutrido ejército de hormigas carnívoras avanzando imparables contra la hacienda brasileña de nuestro hombre, un tipo arisco que encima se debate entre las calenturas y el rechazo hacía la viuda que a comprado de segunda mano por correspondencia. “If you knew anything about music, you'd know that the best piano is one that's been played.”. La película, dirigida el mismo año que Them! por otro artesano, Byron Haskin, mezcla melodrama, actitud de serie B disfrazada de espectáculo y es todo un clásico de la aventura catastrófica (sección la madre naturaleza es chunga). Por cierto, el cadáver devorado por la marabunta que aparece en la barcaza es todo un precedente de esa cabeza submarina de Tiburón que tanto nos gusta y que tanto susto da (y que he buscado como un poseso pues recuerdo el fotograma colgado por ahí en alguna web, una lástima).

(nota: como ven sigo sin fotos. Todo llegará. A cambio he procurado enlazar algunas imágenes)

10 comentarios:

Anónimo dijo...

No cuelgue fotos, que le ataran a un mundo de imágenes sin sentido y obligaciones. Letra dura y plana para darle forma como un arquitecto de las palabras (del Amor).

Achilipú,
Casimiro Godzilla

absence dijo...

Sus consejos no caen en saco roto. De todas formas, me apetece jugar a ver qué tal se me da el colgar alguna foto. Y,por supuesto, no podré resistirme (si triunfo) a poner alguna de vez en cuando. Eso sí, procuraré pues ser parco en el tema gráfico, a ver que pasa.

Anónimo dijo...

Yo volví a ver hace poco Encuentros en la Cuarta Fase, y puede usted confiar en su memoria: es una maravilla desoladora, abstracta, medio experimental y poco apta para débiles de espíritu. A mí me encanta.

Tones
(y felicidades por su primer post kilométrico... como ve, todo es ponerse)

Anónimo dijo...

lo lleva claro con las hormigas. en casa de mi ex sufrieron una invasión similar y no hubo manera. al final lo que hicieron fue cambiar los alimentos de sitio y los bichos, digo que yo que muertos de hambre, decidieron buscar otra casa y se largaron de allí.

por cierto, una sugerencia... ¿porqué no hace que los links se abran en una ventana diferente? es mucho más cómodo. o al menos a mi me lo parece.

Anónimo dijo...

lo lleva claro con las hormigas. en casa de mi ex sufrieron una invasión similar y no hubo manera. al final lo que hicieron fue cambiar los alimentos de sitio y los bichos, digo que yo que muertos de hambre, decidieron buscar otra casa y se largaron de allí.

por cierto, una sugerencia... ¿porqué no hace que los links se abran en una ventana diferente? es mucho más cómodo. o al menos a mi me lo parece.

xanetas

absence dijo...

Gracias, señor Xanetas, es una de las cosas que quiero modificar cuando averigue cómo hacerlo (aún no me he puesto, la verdad, por falta de tiempo). Por cierto, suyo es el honor de ser el primer nick que no conozco que aparece en los comentarios. ¡Yupi!

absence dijo...

Pues mire usted, señor adultolescente, estuve a punto a punto de citar a schwarzi en el texto, y decidí, no sé porqué, quitarlo en el´último momento.

Anónimo dijo...

oiga, que grande eso de Schwarzenegger/Heston. tiene usted toda la razón. y ambos digievolucionaron en políticos filonazis.

Anónimo dijo...

oiga, que grande eso de Schwarzenegger/Heston. tiene usted toda la razón. y ambos digievolucionaron en políticos filonazis.

xanetas

Anónimo dijo...

I couldn't resist commenting. Exceptionally well written!

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