15.2.05

CLASH OF THE TITANS



Los seguidores fieles pudieron comprobar que El Blog Ausente estuvo todo un fin de semana sin actualizar. Ni postalitas ni nada. No está nada mal. Creo que es la primera vez que pasa en su medio año de vida. Pero claro, cuando uno tiene todos esos días ocupados por una cosa u otra, dedicar con esmero un poco de tiempo, aunque sea para lincar una web con b-art, señalar un festejo o subir alguna imagen bonita se hace difícil y, en realidad, poco recomendable. De todas formas, el tiempo ocupado no ha estado mal invertido. Al margen de la alegría de jugar con absencito o la compra de viandas en La Boquería habitual de la matinal de los sábados, sin olvidar un inusitado arrebato de orden deuvedevil, el viernes supuso la busca, captura y audición parcial de unas cuantas bandas sonoras cuya localización y uso era ya imperiosa (el Bedazzled de Dudley Moore, el Twsited Nerved de Bernard Herrmann y algunas cosas de Krzysztof Komeda y Serge Gainsbourg). Algunos de los temas principales pasaron a formar parte de un pupurrí de grandes bandas sonoras que necesitaba para el domingo por la mañana. Así que una parte del ocio güiquenero estuvo dedicado a musiquitas, pero no fue lo más importante. Lo más intenso y exitante fue El Choque de Titanes que da título ha este post y que se produjo el sábado por la tarde: la visita de don Viruete a la Mansión Ausente.

No deja de ser curioso que un madrileño y un barcelonés acuerden un encuentro para intercambiar películas turcas, mexicanas, índias o indonesias. Así que en principio se trataba de un suculento intercambio cultural. Pero claro, la cosa degeneró a un auténtico duelo con doña absenta y absencito de testigos. Supongo que conocerán de la tradición hiphopera del duelo de emecés. Ya saben: “Eh! Tú! Yo soy el que la tiene más gorda Eh! Tú! con mi micro me pongo manos a la obra” y demás zarandajas rimadas. Pues una íntima confrontación de similares características se produjo en la Sala de Estar Ausente. Armados con mandos a distancia, con nuestras mejores selecciones coolzetosas en un auténtico sampler de exóticas imágenes bizarras en movimiento:

- Ahora te pongo el I am The Disco Dancer del homónimo (y maravillosamente hortera) remake hindú de los 80 de Fiebre del sábado noche.
- Pues contraataco con un discurso de Blue Demon sobre las avistaciones de ovnis.
- Ahí va el desmelene heroico desmembrante de la indonesia The Devil’s Sword, con el tipo volando cual Son Goku sobre una roca de cartón piedra.
- Trágate esta intro-mariachi cantada de El Charro de las Calaveras.
- Rápido, la escena de acción inicial de la bollywoodiense Main Hoon Na.
- Te jodes y te meto al enano altivo y sus zombies de Santo y Blue Demon contra los monstruos.
-Qué te crees tu eso, que para eso me he traido de Alcalá de Henares los Japanarama y la acartonada demencia para niños nipones de Gimme Gimme Octopus.
- ¡Aparta, Manga Khan de tres al cuarto!, que le doy al fewind y te meto en los morros los títulos de crédito de Santo y Blue Demon contra los monstruos.
- Bwahahaha! Tú no has visto el documental con lo mejor del Dr. Who que tengo por aquí.

En definitiva, un gozoso encontronazo entre titánes de la subcultura y una sesión memorable que no sólo acabó en tablas, sino con un caballeroso intercambio de armas. Ahora, ambos, somos más poderosos. Bueno, también es cierto que como Viruete jugaba en campo contrario opté por darle algo más de cancha y no sacar demasiado armamento pesado, aunque también debo reconocer que durante algunos momentos me tuvo entre las cuerdas. Suerte que mi copia de El charro de las calaveras (próximamente en este blog ausente) andaba por ahí.

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