
Qué alegría y qué disfrute constatar que Tsui Hark sigue en plena forma. En un tiempo en que las fantasías orientales made in Hong Kong me parecen como lastradas por la modernidad cgi o perversamente revestidas de oropel visual, este Detective Dee y el misterio de la llama fantasma me supuso regresar a los viejos tiempos ochenteros, llenos de efectos de cable y espíritu pulp. Vale que aquí también se propone un mega espectáculo alejado del tono modesto de antaño, pero esa concepción tan de folletín puro y duro seduce mi corazoncito de mala manera. Yo la disfrute un montón y aplaudí al ver nombres como el de Sammo Hung en los créditos. ¡Viva!
Por cierto, como curiosidad señalar la presencia de un embajador del Imperio Romano que habla castellano en la versión original. Hilarante.