30.11.08

DEFINITIVAMENTE JAIMISTA


Hace cosa de dos décadas, si se me daba a escoger entre uno de los Hernández Bros., mi respuesta era inmediata: Beto. Claro que por entonces Palomar estaba en su momento más dulce y a Jaime los veía como más titubeante. No le acababa de entender, o algo. Hoy mi opinión es la contraria y, tras la lectura de La Educación de Hopey Glass (La Cúpula, 2008), creo que no admite réplicas. Mi gozo lector, sumergido en la lectura, ha sido enorme. Jaime Hernandez ha alcanzado un control tal del lenguaje narrativo que es que es impresionante. Sus elipsis entre viñetas, esos cambios de escena, de una viñeta a otra, están ahora tan controlados que ni se perciben. Y las dos historias largas del álbum, a mi gusto muy bien editado por La Cúpula (y que huele bien, que coño) son fantásticas. Supone, además, reencontrarse en castellano con los personajes de Locas en las nuevas historietas del segundo volumen de Love and rockets. Y ese reencuentro no puede ser mejor.

La educación de Hopey Glass consta, básicamente, de dos historias largas fragmentadas en lo que eran entregas de seis o siete páginas publicadas en Love and Rockets. Es bueno tener en cuenta el dato ya que agrupadas como unidad muestran una coherencia absoluta. La primera (y que da título al volumen) está protagonizada por Hopey, una de las Locas, en un periodo de cambio e incetidumbre tanto sentimental (ruptura de pareja) como por una insospechada perspectiva laboral. Si ésta es excelente, la segunda historia larga es aún mejor. La protagoniza Ray, antiguo ex de Maggie, y es un relato absorvente con mucho de thriller de serie negra pero que va más allá y se hace difícil de explicar. Por otro lado, en ambas historias la figura (y el recuerdo) de Maggie (la otra Loca) la acaban por convertir en fantasmal protagonista de una forma sabia y magistral. Miren, yo, como opinador de cómics, soy poco de fiar: es difícil que un tebeo no me guste y fácil que me deje llevar por el entusiasmo, peor es que esto, esto... esto es la Hostia. Uno de los tebeos del año, sin duda.

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