7.9.04

versarios




Hoy absencito cumple tres meses de su llegada a este mundo. Y no vean ustedes como se ha puesto el machote en peso, tamaño y vitalidad. Participa de nuestras conversaciones con sus siempre inteligentes balbuceos, disfruta con su Osito Tito, ha empezado a zamparse, por las mañanas, unos impresionantes biberones de 200 cl’s, no pierde de vista la tele (el otro día se cabreó porque había terminado el episodio de los Thunderbirds) y desde hace ya dos meses que duerme siete horas seguidas en su habitación. Todo un campeón.

También hoy se celebra el tercer aniversario de la boda ausente que nos unió a doña absenta y a mí. Ya llevábamos unos cuantos años de amancebamiento y, a qué engañarles, nos casamos para tener 15 días más de vacaciones y recaudar fondos para irnos de viaje al otro lado del Atlántico. La boda salió la mar de bien, por lo civil, en un palacio modernista. Prohibimos la marcha nupcial siendo ésta siempre sustituida por el tema principal de Star Wars y la melodía que acompañó la colocación de los respectivos anillos (nada usuales) fue el Where is my mind de los Pixies. Luego, tras un par de días de descanso playero, un avión y para Nueva Orleans. Aterrizamos en la ciudad el 10 de septiembre y al día siguiente pasaba lo que pasaba. Toda una experiencia despertarse el primer día y, donut en mano, a las ocho de la mañana hora local, ver por la tele del hotel La caída de las torres. El 14 de septiembre, de hecho, nos fuimos para Nueva York e intentamos colarnos sin éxito en la zona cero para coger alguna piedra de recuerdo. En nuestras retinas quedará siempre la visión de Manhattan desde el avión, con una impresionante columna de humo que de allí manaba pese a que ya habían pasado tres días del America Under Attack.

Con tantas cosas por celebrar, la familia ausente se ha ido a la parada de comida coreana de la Boqueria para comprar deliciosas viandas take away: pollo Wang Yu, fideos Lo Lieh y tortillas Carter Wong.

 Posted by Hello

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