29.10.04

SOCIEDAD BORDERLINE PUNTO DOS : CONFIE EN SU DEMOCRACIA



Como decíamos, aparentemente las teorías de la conspiración y las sospechas que de algún modo u otro estamos controlados parecen provenir de mentes extravagantes. A continuación, y a modo de ejemplo, podemos comentar tres obras que vienen avaladas por el éxito (de crítica y/o público) y que a la vez son generosas mostrando modos de dominación en esta sociedad borderline (2) en la que vivimos: el libro No Logo de Naomi Klein, el documental Bowling from Columbine de Michael Moore y algunas ideas sacadas de La cultura de la satisfacción de John Kenneth Galbraith.

En 1999 la periodista canadiense Naomi Klein publicaba No Logo, el poder de las marcas (3). El libro rápidamente se convirtió en un éxito de ventas (incluso en nuestro país), en un best-seller que muchos han considerado como la Biblia de los movimientos antiglobalización. Klein describe de manera ágil el funcionamiento de las grandes corporaciones y multinacionales, la explotación laboral en el tercer mundo y algunas de las formas en que muchas personas muestran su irritación antes estas situaciones. Si bien es cierto que en su parte final el libro se deja llevar por su militancia y sus ganas de fomentar la movilización y el boicot, también lo es que toda la extensa parte inicial, aquella en la que nos habla de la presencia de las marcas en nuestras vidas y de cómo absolutamente todo puede ser absorbido por el mainstream y la moda, resulta una lectura reveladora.

En muchos colegios públicos de Estados Unidos son empresas como McDonals o Burger King las encargadas de dar de comer a los alumnos. Además, en una muestra de generosidad, parte del acuerdo incluye la colocación de vayas publicitarias de la empresa en los patios de recreo. Pongámonos, pues, conspiratorios. Dejando de lado los posibles desequilibrios alimenticios que puede provocar una dieta rica en grasas (4) , ¿Qué efecto puede tener estar sometido a un constante bombardeo publicitario desde nuestra más tierna infancia? Además, en la actualidad la publicidad de las marcas rehuye la letra (recuerden: leer es peligroso) y acuden al símbolo, unos símbolos que pueden estar expresamente diseñados para incrustarse en nuestros cerebro. ¿Por eso las marcas son el gran valor de las multinacionales?.



Otra idea la mar de interesante que lanza Naomi Klein es la existencia de los cazadores de lo cool. Se trata de avezados investigadores sociales con la misión de buscar todo lo que pueda convertirse en una nueva tendencia. El resultado es descubrir que la moda se gesta, realmente, en los barrios más marginales de los EE.UU. De nuevo, sospechemos: el punk, la ecología, la imagen del Ché pueden convertirse en moda (de hecho, así ha sido). Cualquier idea mínimamente peligrosa puede ser desactivada sencillamente convirtiéndola en algo lo suficientemente moderno para ser lucido con orgullo por miles de personas. La imagen reiterada diluye su significado. Podemos afirmar que es una práctica que se ha llevado a cabo en numerosas ocasiones.

Pasemos al cineasta Michael Moore. Aunque ahora ha modernizado su aspecto, viendo su pinta de orondo pueblerino yanqui nadie sospecharía que se trata, en la actualidad, del más celebre hostigador de la perversión del sistema democrático estadounidense. Nacido en el corazón de la llamada América profunda (Michigan, 1954), se convirtió en un personaje célebre, alabado y criticado con pasión, cuando en la descafeinada ceremonia de los Oscar de este año proclamó: “Tenemos un país donde un presidente ficticio nos lleva a una guerra ficticia por razones ficticias”. La afirmación la espetó, entre aplausos y abucheos, al recibir el galardón al mejor documental por Bowling for Columbine. La verdad es que nuestro hombre ha pasado de ser casi un desconocido (5) a triunfar en las salas de medio mundo (incluidas nuestras pantallas, tan poco proclives al género documental) con este documento que, a partir de la matanza en el instituto que da nombre a la película, perpetrada por un par de estudiantes armados hasta los dientes, ataca sin piedad a la Asociación Nacional del Rifle (y a su presidente, un patético Charlton Heston) y a la cultura de la violencia propiamente americana.
Si bien es cierto que los documentales jamás son inocentes u objetivos, que allí donde se planta una cámara la realidad deja de ser como es (efecto del que ni siquiera están exentos Felix Rodríguez de la Fuente o Jacques Cousteau), la verdad es que Moore convence con su principal conclusión: en los EE.UU. se ha utilizado desde hace años el miedo como principal medio del poder político y económico para la dominación. Obviamente hay mucho de teoría de la conspiración en sus tesis, y en la actualidad el aclamado documentalista prepara Fahrenheit 911, donde investigará los lazos que unen a la familia de George W. Bush y Osama Bin Laden y cómo el Gobierno de Bush ha utilizado los acontecimientos del 11 de septiembre para llevar a cabo sus planes. Cualquier día le pegan un tiro pese a ser tan patriota como cualquier norteamericano medio.

Para acabar este apartado repleto de fe en la democracia, algunas ideas lanzadas por un economista tan poco contracultural como John Kenneth Galbraith en La cultura de la satisfacción (6). Partiendo del análisis del papel de los impuestos en el sistema político norteamericano y pasando por la importancia de la industria armamentísca como motor económico del estado, se puede concluir una aterradora conjetura: sólo votan los satisfechos con el sistema, usease, los que viven más o menos bien. El resto es subclase y su propia dinámica los lleva a no participar de los procesos democráticos. Por tanto, para garantizar la estabilidad del sistema sólo es necesario una mínima mayoría electoral satisfecha. Vale, pero... ¿qué pasa con Europa? Pues que aquí tenemos Seguridad Social y eso hace que la mayoría satisfecha sea más mayoría y de menos poder económico, cosa que explicaría que de vez en cuando la socialdemocracia gane algunas elecciones. No seré yo quien plantee dudas sobre nuestro sistema (al contrario) pero démosle la vuelta a la tortilla: la sanidad gratuita y el sistema de pensiones también son un medio de control. De una manera u otra todos estamos enchufados a Matrix.



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(2) También conocido como Trastorno de Personalidad Fronteriza. No tratado médicamente, un Borderline vive en un continuo vértigo emocional, experimentando estados anímicos totalmente inestables y conductas autodestructivas.

(3) Klein, Naomi; No Logo, el poder de las marcas (Paidós, 2001).

(4) No sólo porque abunden las leyendas urbanas sobre pollos mutantes criados directamente para ser hamburguesas, o las sospechas paranoicas de aditivos químicos pensados para hacer de nuestros cerebros materia dúctil, sino porque una sociedad dividida entre obesos y anoréxicos es del todo controlable. Suerte de nuestra dieta mediterránea.

(5) Aunque Roger and Me, su documental de 1989 sobre el efecto de los masivos despidos de la General Motors en la población de Flint, ya había tenido cierta repercusión y notoriedad.

(6) Galbraith, J.K.; La cultura de la satisfacción (Editorial Ariel, 1992)



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Me esta gustando mucho. thepriest... 10.30.04 - 2:39 pm #

Ojo, Michael Moore era toda una celebridad anti-corporaciones, hizo dos series muy divertidas: TV Nation y The Awful Truth, ésta última empezaba con las fotos de Bill Gates, Rupert Murdoch... y diciendo cosas como 'estos seis hombres controlan las noticias del mundo... y sólo uno de ellos es el anticristo..." quevedin Homepage 10.31.04 - 12:31 pm #

Oh! Lo desconocía! gracias. Esto es una de las cosas que me gusta de los comments, aportar datos y mejorar las cosas. absence Homepage 10.31.04 - 1:34 pm #

La foto esa de los dos niños obesos en el McDonald's me ha dejado perplejo. Uf, es puro terror... Agente Cooper Homepage 10.31.04 - 4:12 pm #

Absence cuanta razón tiene. Woed Homepage 11.01.04 - 9:43 am #

Por dios, ese niño de la gorrita parece que esté relleno de gomaespuma. Por lo que hace a Moore, Roger y yo ya tenía las virtudes y los defectos de lo que ha hecho después: la narración de la decadencia de una ciudad, sobecogedora; sus intervenciones, al final un poco exasperantes C. Rancio 11.02.04 - 8:40 am #

Impresionane la foto y el texto, el Michael Moore cada dia me mola más despues de ver sus dos celebrados documentales. ¿ Que tal estan sus libros? ¿ Valen la pena? MIUSICPITUSI 11.21.04 - 1:47 pm #

Pues no lo he leido. Estoy esperando a que salgan en bolsillo. Que saldrán. absence Homepage 11.21.04 - 3:03 pm #

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