2.11.12

CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XXXII): GRABBERS


Un mundo sin monster movies sería un mundo mucho más triste e infeliz, una gris distopía chunga de cojones. Así que Grabbers está ahí, cumpliendo su necesaria función de cine dicharachero con jovial humildad. Y ante eso sólo queda abrazarla con ternura y amor. No será una cumbre del género como Temblores, porque no es tarea fácil y probablemente porque ni siquiera lo intenta, pero asume los códigos, divierte y da para echarse unas risas sanas, quizá demasiadas porque se decanta mucho hacia la comedia, pero nunca sin perder la compostura, ahí, sin tomarse mucho en serio pero con la dignidad requerida. Porque a ver, atiendan: bichos extraterrestres en celo en pos de una hembra llena de tentáculos poniendo en jaque a los habitantes de una pequeña isla de pescadores irlandeses. Imposible no dedicarle un guiño cómplice, y más cuando también deviene en un canto a las bondades de una buena borrachera popular y multitudinaria en la taberna del pueblo. Esa apuesta argumental por lo etílico resulta de lo más simpático y permite pasar por alto que la subtrama romántica sea tan blandita, inocente y tontorrona.

CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XXXI): THE TALL MAN


En 2008 Pascal Laugier sacudió Sitges con Martyrs, una película nacida al amparo de esa Nouvelle Vague francesa de horror extremo y violencia alimentada por terribles miedos y demonios. Un brutal clásico contemporáneo, tan polémico como agitado y perturbador. Había pues lógica expectación ante The Tall Man, que además supone un salto a la industria norteamericana, siempre arriesgado, y más cuando en el proyecto se involucra como productora una actriz protagonista en alza como Jessica Biel. El resultado es un bastante poderoso y un interesante ejercicio de cine de género de toda la vida que flota sobre un subtexto atroz. La película empieza como un cuento fantástico y rural sobre hombres del saco que se llevan a los niños, luego busca brío y velocidad con la odisea de una madre coraje para girar luego hacia el gótico americano de cabrón del campo white trash, jugando un rato al despiste hasta llegar a una extraña y atípica resolución formulada de manera bastante anticlimática. Uno se puede quedar ahí, como espectador, algo sorprendido pero más o menos satisfecho, pero si te da por rascar te das cuenta de que hay en su final un mensaje muy pero que muy chungo, de una crueldad extrema y ambigua. Un artefacto de moral dudosa que si un día cae en manos de los padres de algún niño desaparecido puede causar más daño que indignación. The Tall Man es una película extraña, bien empaquetada formalmente y que aparenta ser lo de siempre (quizá demasiado), pero que oculta en su interior un demonio atroz y un mensaje que no sé si es moral, amoral o inmoral pero sí muy chungo y cargado de agria mala leche.

CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XXX): ANTIVIRAL


La opera prima del hijo de David Cronenberg, nada menos. Menudo padre. Menuda educación. Menudos genes. La genética está ahí, clara y diáfana, en lo visual y en lo temático. Brandon Cronenberg se quejaba en las entrevistas que le mentaran tanto al padre, pero es que viendo Antiviral resulta inevitable. Por eso hay que matar al padre y bailar sobre su tumba, pero no sé si Brandon lo ha intentado siquiera, si lo ha llevado a cabo por la vía del exceso o sí incluso ha querido superarlo con irracional valentía. No he dado con la respuesta. Vi la película a primerísima hora, habiendo dormido pocas horas y con bastante fatiga fílmica a mis espaldas. Es justo decirlo porque matiza el hecho de que me dejara un poco a medias. La película tiene cosas y detalles imbatibles y brutales. El mismo punto de partida, con esa sociedad que ha traspasado los límites de la adoración al famoso multimedia, con ese malsano vicio por la enfermedad como sacramento y moda. El ser humano abrazando virus, sangre y jeringuilla para mayor gloria de las corporaciones neocapitalistas. Antiviral reformula la Nueva Carne con infecciones y herpes y la enmarca en un futurismo decadente descrito visualmente con una estética más que fría, gélida; pero gélida hasta lo inhumano. Una cirugía del apocalipsis interior. De hecho, como filme trasmite desagrado, todo una victoria porque es su voluntad. Hasta el actor pelirrojo y pálido que la protagoniza, una peca viviente, me provoca rechazo. Así escrito suena muy potente y ahora que lo pienso con poso y reposo, debo reconocerlo. Que me aburrí un poco al final, sí. Que me pareció algo reiterativa, también. Pero coño, es radical, es chunga. Si encima me provocó cierta repulsa emocional y desasosiego, oigan, eso es más una virtud que una falta. No sé si Brandon mató al padre, pero lo que sí hace es exterminar cualquier atisbo de humor y sonrisa.

CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XXIX): DRACULA 3D


Ay, querido Argento, con lo que tú has sido. No negaré que produce cierta tristeza ver tan clara la decadencia de un maestro del género, autor de más de una obra maestra y de un montón de títulos clásicos, un renovador y una influencia clave dentro del cine de terror de las últimas décadas. El declive de Dario Argento deja en evidencia el fin de la vieja industria del cine de género y bajo presupuesto europeo, una máquina cuyo funcionamiento continuo ya era por sí misma un apoyo, un cimiento sobre el que construir edificios fílmicos compactos pese a estar destinados al extrarradio. También hay cierta poética en el declive de Argento, la poética de quien niega el presente y el futuro y que sigue ahí, pese a todo, dispuesto a rodar lo que sea, cuando sea, como sea, por pura necesidad. La insurgencia del adicto a la mirada. Argento sigue haciendo películas porque sabe que si se detiene está muerto, y por seguir vivo pacta con el diablo del cine y paga el precio del subproducto. Su versión 3D de Dracula lo es, un subproducto en régimen de coproducción europea con el euro bajo mínimos. También hay algo hermoso en ello, un deseo utópico de supervivencia, una condición de monstruo solitario que antaño era legión y hoy sólo leyenda. El Dracula 3D de Argento es mala, es imposible negarlo, pero despierta cariño, simpatía y ternura. La ternura del fan, incapaz de decir nada malo pese al deambular de los actores, con ese Thomas Kretschmann pasado de rosca gótica en el papel de conde o un Rutger Hauer haciendo de Van Helsing decrépito. Es imposible decir nada porque pervive en ella esa teta gratuita que hoy tanto encontramos a faltar. La teta gratuita y también impúdica de Asia Argento y de Miriam Giovanetti. Es imposible el degüello pese a sus decorados de cartón piedra porque sabemos que en el fondo son metáfora de una Europa que se nos cae a pedazos. De hecho, incluso puede decirse que hay cierto encanto en su uso del 3D, con unos planos que parecen sacados de dioramas infantiles, de esos cuentos ilustrados para niños que se despliegan al abrir y extender sus páginas. Un 3D de cartón troquelado y cuento viejo. Pero vamos, cómo se puede decir nada malo de una película en la que Drácula entra en casa de Mina convertido en una mantis gigante. Ante como esta sólo cabe el aplauso y el respeto. El elogio a la locura.

Nota al margen: la sesión se abrió con la entrega de un premio honorífico al productor, Enrique Cerezo, un acto cargado de bizarría celtibérica que permitió, por una vez, el sano engoliramiento del público del Auditorio.

CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XXVIII): DERANGED


Nameless Gangster al margen, quizá sea este Sitges 2012 el que ha traído una representación coreana de menor nivel que la acostumbrada. La culpa no es del certament, claro, si no de los coreanos, que con tanta colleja se distraen y no siempre pueden estar haciendo peliculones. De hecho, por lo que sé, en realidad en Corea se hacen muchas películas malas pero a nosotros nos llega lo selecto. Deranged seria así un blockbuster entretenido, no lo negaremos, pero nada del otro mundo. Como coreana que es, es exagerada cosa mala, pero ese exceso le sienta bien y la acerca al delirio. La cosa va sobre unos gusanos parásitos que por misteriosas razones mutan para poder anidar en el cuerpo humano, cosa que genera una tremebunda infección en la que los enfermos sufren de hambre y sed hasta el delirio y la locura (finalmente escatológica y todo). El argumento se cruza también con la crítica a la industria farmacológica pero apoya demasiado su tensión en el tema familiar. Las escenas de apocalipsis urbano y la enajenación suicida de la masa humana  infectada también la dotan de cierta atmósfera muy de sociedad borderline zombificada. Aún así, como dije al principio, está entretenida pero poco más que eso.

TRASH ENTRE AMIGOS EN SEVILLA

Que no pare la fiesta. Mañana sábado 3 d enoviembre, a las 00:30 horas, Trash Entre Amigos estallará en Sevilla. Hay que agradecérselo al XI Festival de Cine Europeo de Sevilla. Como este año la cinematografia griega es una de las invitadas, nuestra apuesta no es otra que Pánico en la Isla de Nico Mastorakis (1977) un locurón gore con la etiqueta de cine de culto de ese que nos gusta despiezar en directo desde el amor y el respeto. Será en el Teatro Alameda (marco incomparable), y auqnue la entrada es gratuita (hasta llenar el aforo), será necesario retirar entradas previamente. Aquí la nota de prensa al respecto del certamen.



  

31.10.12

SCOOBY DOO Y EL ESPÍRITU DE HALLOWEEN




Hace tiempo que quería dedicar el post de Halloween de este blog a los monstruos y villanos de los primeros episodios de Scooby Doo. La serie de Hanna & Barbera merece un puesto de honor en tan señalada fecha porque es una de las máximas expresiones del Espíritu de Halloween: la celebración del horror y lo monstruoso por parte de la infancia. Pero es que no es sólo eso, en términos de cultura pOp Scooby Doo resulta fundamental como parte del diseño del grupo juvenil que se enfrenta al terror (normalmente un Cabrón del Campo en clave American Ghotic).

No está de más recordar la comparación con La Matanza de Texas que publiqué por aquí hace ahora cuatro años (joder cómo pasa el tiempo) y que acabó reformulada en un Repronto. También se hace necesario subrallar las ideas de ese texto tras el visionado de Cabin in the Woods: al fin y al cabo juega con el sacrificio ritual de unos arquetipos de grupo juvenil que ya estaban muy bien definidos en el Scooby Doo de 1969 (la virgen y el estudiante se unifican en Vilma mientras que el loco/tonto se desdobla entre Shaggy y Scooby).

Otro elemento a tener en cuenta es que la serie entronca muy bien con la filosofía del Truco o Trato planteada como pacto del espectador con el género fantástico. Si se opta por el Truco, y no por el Trato, los monstruos no son más que realidades disfrazadas. No existen lo fantástico y el monstruo siemrpe resulta ser un ser humano con intenciones de lo más mundanas.

Pero a lo que íbamos, si quería tomarme la molestia de capturas los monstruos de los 25 episodios de Scooby Doo Whera Are You? es porque visualmente me resultan de lo más hermoso y guardan en su interior al Espíritu de Hallowee. ¿Por qué 25? Pues porque esos fueron los episodios de media hora que lanzaron la serie. Luego la cosa se corrompió un poco al alargarse a la hora de duración e introducir invitados. Estos 25 episodios conforman la totalidad del cánon original de Scooby Doo. Y no está de más recordar al responsable de su diseño: Iwao Takamoto. Tras esta galaría nadie dudará de su condición de maestro del horror pOp.
 
El Caballero Negro  
(What a Night for a Knight)

El Fantasma del Vazquez Castle 
(Hassle in the Castle)

El Fantasma del Capitán Cutler
(A Clue for Scooby-Doo)

El minero 49
(Mine Your Own Business)

El Fantasma de Gerónimo
(Decoy for a Dognapper)

El Fantasma de Elias Kingston
(What the Hex Going Is On?)

El Hombre Mono de la Montaña Prohibida
(Never Ape an Ape Man)

El Robot Fantasma
(Foul Play in Funland)

El Maestro de Marionetas
(The Backstage Rage
 
El Payaso Fantasma
(Bedlam in the Big Top)

A Gaggle of Galloping Ghosts, décimo episodio incluía tres monstruos de lo más clásico:

El hombre lobo

El monstruo de Frankenstein
Drácula

La momia de Ankha
(Scooby-Doo and A Mummy, Too)

Which Witch is Which?, episodio número 13, incluía dos monstruos:
El Zombi

La bruja

El Alien Fluorescente del Espacio
(Spooky Space Kook)

El navio fantasma de Barbarroja

El fantasma de Barbarroja
(Go Away Ghost Ship)

El Fantasma Verde
(A Night of Fright is No Delight)

El Fantasma de la nieve
(That's Snow Ghost)

El Fantasma de Mr. Hyde
(Nowhere to Hyde)

Los Fantasmas Zen-Tuo
(Mystery Mask Mix-Up)

El Creeper
(Jeepers, It's the Creeper)

El hombre de las cavernas
(Scooby's Night with a Frozen Fright)

El Espectro Fantasma
(Haunted House Hang-Up)

El Brujo Tiki
(A Tiki Scare is No Fair)

El Fantasma del Hombre Lobo
(Who's Afraid of the Big Bad Werewolf?)

El Fantasma de Cera
(Don't Fool with a Phantom)





26.10.12

HOY: TRASHTOCATS EN VALENCIA




CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XXVII): BERBERIAN SOUND STUDIO


A ver, tan sólo un detalle que lo dice todo: a la hora de proyección me di cuenta de que estaba gozando de esta película literalmente con la boca abierta. Deslumbrado, y no tanto por la imagen sino por el sonido, porque una de las muchas decisiones de riesgo es esa, que tan peculiar homenaje al cine italiano de subgénero y locura arrincone el poder de lo visual y acuda a los otros sentidos. Berberian sound Studio es la historia de un apocado técnico de sonido británico, especializado en sonorizar documentales rupestres de la campiña inglesa, que viaja a Italia para trabajar en una película de terror de serie bé, una película de ese periodo sin igual en el que el cine italiano se avivó a sí mismo en un torbellino de abyección y locura, a menudo con la simple excusa de hacer caja y llamar al instinto primario con picaresca mediterránea. Como fan de ese cine me maravillo de esta película extraña en la que un pobre inglés se ve obligado a sonorizar torturas vaginales con hierros candentes mientras la mano enguantada del giallo, esa mano que empuñaba cuchillos, sube volúmenes y ajusta canales de audio. Tratar al giallo como sonido y no como imagen es un atrevimiento sin igual,  y más cuando se hace sin concesiones, sin caer en la tentación de que veamos la otra película sino siempre las sandías y hortalizas que simularán cerebros y cuerpos desmembrados y a las secretas reinas del grito y el recitado satánico. Es una película extraña, sí, pero ahí estaba yo maravillado. Una película que no lo explica todo y que deja cosas por ahí flotando, con un dibujo malsano de la industria italiana más abisal (aquella capaz de facturar filmes como Riti, magie nere e segrete orge nel trecento), la atmósfera kafkiana de la productora y la bruma que envuelve la verdadera situación del protagonista, nunca aclarada. Berberian Sound Studio es una especie de Arrebato (esa obra maestra) con espíritu británico y tentación eurotrash. Un viaje a la abducción del horror por parte de un espectador que primero no entiende, luego rechaza y que al final abraza la propuesta del subzine y la lleva a la práctica haciendo uso de su especialidad, el sonido. Lástima que no todo el mundo disfrutara con ella tanto como yo, quizá porque las expectativas estaban muy altas.

CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XXVI): COSMOPOLIS


No vi Cosmopolis en las mejores condiciones. Esto es así y debo señalarlo porque resta puntos a mi opinión sobre ella. Es indudable que el corpus literario que David Cronenberg lleva al cine es para sacarse el sombrero. Burroughs (El Almuerzo desnudo), Ballard (Crash) y ahora DeLillo conforman una trinidad nada santa y una declaración de principios por sí misma. Y conste en acta que no he leído Cosmopolis, lo cual es una putada no sólo porque me reste capacidad de análisis, sino porque la tengo por casa (por partida doble, en un despiste) y no me gusta leer libros mientras tengo frescas las adaptaciones cinematográficas. Cosas mías. De la película me encanta la escena de la inspección anal y me fascina lo que se ve por la ventana de la  enorme limusina (segunda peli de Sitges 2012 con el vehículo de lujo por excelencia) en la que viaja el joven millonario especulador. Esa civilización que de fondo vemos pasar del atasco a la revolución violenta con insonorizada parsimonia es hipnótica y bella, sobre todo en términos de sociología borderline contemporánea (y de narrativa cinematográfica pura). A cambio, debo decir que por cansancio fílmico no llegué a disfrutar del todo con ella, y que incluso en su tramo final  (cuando salen definitivamente la limusina) percibí un cierto tono teatral que quizá me distanció un poco, aunque no lo suficiente para dejar de percibir que es una de las más acertadas visiones de nuestro peculiar apocalipsis, dominado por próstatas asimétricas y la cotizaciones del yuan.