15.10.15

CRÓNICAS DE #SITGES2015 (XIX): MACBETH



Si antes, con Green Room, señalaba el placer de encadenar películas que se disfrutan, ahora toca comentar lo contrario, porque esta bacanal zinéfaga tiene un precio y las horas de sueño sacrificadas acaban pasando factura. Es lo que me pasó con esta adaptación de Macbeth que, por lo leído en redes sociales, ha gustado a muchos. No es mi caso, pero mi juicio es endeble y sin valor. Entré con ganas, había fuerza visual y me encanta el poderoso paisaje escocés, pero la densidad del recitado de la obra de Shakespeare pudo conmigo. Apareció el cansancio y me dejé llevar por el sueño. De vez en cuando abría los ojos intentado seguir el hilo, pero no pudo ser, así que al final no tuve más remedio que levantarme y salir del cine para que me diera el aire. Así que este Macbeth me pareció tan intenso como peñazo, pero en esta ocasión mi opinión no vale un pimiento.

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