10.10.09

CRÓNICAS DE SITGES '09 (XXXIV): MERANTAU

Tras los gloriosos tiempos de Barry Prima, hace un par de décadas, el cine indonesio había abandonado el cine de artes marciales. Merantau quiere zanjar ese olvido con la mirada puesta en la espectacular Ong-bak de la vecina Tailandia. No llega a tamañas cotas, pero los amigos de las hostias bien dadas sin duda disfrutarán de la propuesta: hay al menos dos tortazos que hacen poner en duda la existencia de un sindicato de actores indonesios. Uno es el momento pértiga (que necesitó repetirse en 17 ocasiones). Otro el impresionante talegazo que se mete un stunt contra un contenedor portuario. De todas formas, no crean que todo el monte es mamporros. Merantau juega también al cine social, con una trama sobre la trata de blancas en el que es uno de los paraísos del turismo sexual. El contraste desentona un poco, y más cuando la película tiene unos actores blancos bastante malos haciendo de villanos, aunque al final sabemos que están ahí porque saben artes marciales, cosa que retrotrae a la edad dorada del videoclub; por no hablar de algunas escenas de interiores de un feismo tremebundo. Por otro lado, el subrayado final de la tragedia se hace eterno en su epílogo, que seguramente será muy del gusto indonesio y saldrán todos llorando a moco tendido, pero que a alguien sin corazón como yo le pareció el horror. De todas formas, no hagan caso de mis peros, ya que cuando la película se pone a lo que interesa realmente, es decir, las hostias, todo lo demás son tonterías.

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