12.10.09

LA MONSTRUOSIDAD COMO IMAGEN DE MARCA


En la entrada anterior me lamentaba, en cierta medida, de que el cine de terror visto en Sitges no sorprendía y seguía patrones estandarizados sin demasiados requiebros. En realidad, el problema es que el verdadero horror siempre acecha fuera de los márgenes de la ficción. Crear un freak digitalizado y convertirlo en imagen de marca es un buen ejemplo. Retoque fotográfico para rematar una monstruosidad que sirve de reclamo del "compra, calla y muere". Sociedad borderline en su máxima expresión. ¿Quieren un nuevo monstruo contemporáneo? Arriba tienen uno, con imagen de marca incluida. Puedo verla reptar por los pasillos de la agencia de modelos de Ralph Lauren (más siniestro que la Nostromo), puedo verla multiplicada en una horda que liquida los restos de nuestra civilización (pero no a mordiscos) y, sobre todo, puedo verla como el centípedo humano real. El negocio de la belleza siempre ha sido territorio para mad doctors.

(llego a la imagen por un twit de iescolar)

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