Como ya avencé en el post anterior, ayer por la tarde me dí una vuelta por la FNAC para espiar un poco la sesión de firmas prevista con un montón de los autores que pululan por Barcelona estos días. Aunque debo reconocer que el motivo principal de mi asistencia, en un día bastante ocupado (hoy también, ya les contaré) era hablar con Keko. Yo es que soy de la opinión de que este autor madrileño es muy grande y es un lujo. Hace suyos un montón de los referentes pOp que tanto me fascinan. Lo descubrí tarde, justo cuando 4 Botas ganó el premio del Saló de hace unos años y que compré por eso (para que luego digan de los premios). Y anda que no disfruté de esa obra maestra de la conspiranoia plagada de referencias atomica-retro-borderlines. O con ese bitono rojioscuro. Con La casa del Muerto he disfrutado de nuevo con un ábum que recopila una serie de historietas conectadas entre sí de manera casi subliminal y protagonizadas por Dios, su perro, Hitler, su perro, heroes románticos como Lover Boy, mentalistas, conejos gigantes... Por no hablar del brutal trabajo con las tramas en blanco y negro, a menudo trabajadas a base de fotocopia de fotocopia de fotografías (busquen atentos ahorcados o pornografía en sus fondos). Con Keko había hablado vía internet en diversas ocasiones pero no lo conocía personalmente. Ayer me presenté ante él y tardó escasas milésimas de segundo en tener claro qué dibujo dedicarme: Hitler cantando yodel. Regresé a casa la mar de contento.
20.4.07
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