25.5.06

YO COPIO.


Sí. Yo copio. Punto. No se trata ni siquiera de una confesión, sino de la constatación de un hecho. Aquí están ustedes, en El Blog Ausente, para comprobarlo. Fíjense. Todo lo que hay ante ustedes es material usurpado. Enlaces que me sirven de excusa, transcripciones de libros que leo, fotogramas extraídos de películas, reflexiones que he ido pillando al vuelo por ahí, imágenes que busco en el google, escaneos de material ajeno, comentarios sobre películas que me he bajado del emule, o que he grabado de la tele. Nada en el Blog Ausente es original. Si me apuran quizás algún comentario ingenioso (muy de tarde en tarde) sobre algo que ha hecho otro. Sin esas películas de Godzilla, de chinos mancos, de Macistes, sin esas viejas ilustraciones pulp, sin escaneos de sorprendentes noticias de los años 50, este Blog que tantos parabienes recibe no sería nada. No existiria. De hecho, la idea de la copia y la repetición subyace en muchos de los temas tratado. La retroalimentación cinéfaga, sin ir más lejos. Hace bien poco afirmaba por aquí que lo hermoso de las películas de Maciste es ver como todas son iguales. Como tantas otras cosas.

Yo copio. Punto. No es una cofesión. No hay arrepientimiento. Es lo que ha de ser porque así funciona la vida. Una de las muchas reflexiones que se pueden extraer de visitar la exposición Plagiarisme, comisariada por Jordi Costa (titán mostrenco. punto) y Alex Mendíbil (también.) para Caja Madrid. Tras su paso por la Capital del Reino está ahora en Barcelona, hasta el 4 de julio. Vayan.



No es el tipo de exposición a la que uno acude, ve, se maravilla y se larga. No. No es rematadamente espectacular pero tiene una virtud poco común en este tipo de cosas. Sugiere más que muestra, te la llevas a casa y la sigues reciclando días después. Mejor aún: trabajas mentalmente sobre la copia que ha quedado impresa en tu cerebro. Somos copias, el adn es un sistema biológico de copiado. La cultura, toda, procede de la copia. Nuestro aprendizaje se produce copiando y nunca aprendemos suficiente ergo estamos condenados a copiar toda la vida, al menos los más listos. No digo más. Procedo a copiar visualmente para ustedes. Punto.

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