18.5.06

TRESCIENTOS TREINTA Y TRES DISCOS PARA AGITAR EL BOOGALOO ENCEFÁLICO # 008/333


TOOTS AND THE MAYTALS : REGGAE GREATS (1984)


Para mucha gente el reggae comienza y acaba con Bob Marley. En realidad el líder de los Wailers no es más que un arbol que no deja ver el bosque. No me interesa mucho ese arbol, a mí lo que me interesa (y me hace disfrutar) es lo que podríamos definir como reggae primigenio, anterior a la irrupción en las listas de éxito convencionales. Y si me preguntan cuál es mi grupo de reggae favorito, y tras indisimulados aspavientos si me mentan al difunto abanderado fumeta, exclamo jubiloso a los cuatro vientos mi pasión por Toots and the Maytals.

Llegué al grupo liderado por Fredderick "Toots" Hibbert de rebote, a través de las versiones de sus canciones que ejecutaban con respeto y admiración The Specials (Monkey Man) y The Clash (Pressure Drop). Fue la presencia de ambas la que me llevó a hacerme, años ha, con el recopilatorio que hoy les recomiendo. Y desde entonces se ha convertido en uno de esos discos de cabecera que no te cansas jamás de escuchar, tatarear y disfrutar. Que cuando lo pones tras tenerlo unos meses alejado del reproductor te impele a exclamar "Coño pero que bueno que es esto". Y es que los Maytals demuestran a la perfección los jugosos vínculos que unen el reggae primigenio con el soul y con el gospel. El puñado de canciones aquí recopiladas (muchas de ellas tan sólo estaban en singles, el formato habitual de los sound systems) convierten a Toots en una estrella jamaicana capaz de competir de tú a tú con James Brown, George Clinton, Ottis Reeding o Marvin Gaye. Y no estoy exagerando.

Ya de entrada el disco se inicia con la alegría contagiosa plagada de uhús y oh yeahs (imposible evitar que se graben en tu cerebro) de 54-46 Was My Number (tema, por cierto, que hace referencia a la experiencia presidiaria del cantante por consumo de marihuana), le sigue la declarativa Reggae Got Soul (todo un festival de palmas y trompetas) y el jubiloso clásico ska Monkey Man. Si en ese punto no te has rendido a los poderes de Toots y sus Maytals es que eres un tipo gris sin emociones y que no llevas el ritmo en la sangre. Lo siento por tí, triste.

Como buena compilación las nueve canciones restantes rayan a igual o más altura y permiten descubrir joyas tan suaves como Take Me Home, Country Roads (la balada jamaicana más emotiva que he escuchado jamás, puro soul suave); la preciosa Just Like That; la evidente conexión con Marvin Gaye de Spiritual Healing; un imparable y sudoroso artefacto rítmico del calibre de Funky Kingston que se grava a fuego en el escucha (llevo toda la semana tatareando); el himno a la mayor gloria del "oh yeah" que es Pressure Drop; la alegría contagiosa de Sweet and Dandy; la maravillosa Time Tough que fusiona a la perfección reggae con coros gospel; el feliz organillo de Bam Bam. Coño, es que no tengo epítetos suficientes para describir tanto disfrute melódico junto, que esto es la hostia, vamos. Por cierto, tuve la posibilidad de verlos en directo hace diez años y constaté la potencia soulera de su directo. La imagen de "Toots" Hibbert bramando a medio metro del micrófono ha quedado por siempre en mi retina como un hito de la música negra.

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