23.9.11

15 HOMBRES SOBRE EL COFRE DEL MUERTO


He comentado por aquí en diversas ocasiones mi total entrega a la obra de Robert Louis Stevenson, a cuya obra llegué, como tantos otros, a través de las Joyas Literarias Juveniles de Bruguera, que en muchos casos aportaba adaptaciones dignas y atiborraba nuestra imaginación de aventuras universales además de fomentar consumo y conocimiento de cultura popular.

Entre esa vastedad de títulos de la (muy) mal llamada literatura juvenil La isla del tesoro está en lo más alto por numerosas, inabarcables, razones. Así que me lanzo veloz sobre la adaptación al cómic a cargo de Hugo Pratt que acaba de publicar Norma; me la zampo, disfruto, aplaudo y paso a recomendar si gustan de este tipo de lecturas y les agrada la obra del padre de Corto Maltés. Como adaptación es clásica y fiel sin perder el sentido de la maravilla, por lo que casi me atrevería a decir que es la mejor que he leído, equiparable a la que en 1934 realizó Victor Fleming para el cine (que es la mejor dentro de las cinematográficas). Tampoco es una sorpresa, porque es evidente que Hugo Pratt era un autor idóneo para trasladar a viñetas a Long John Silver, Jim Hawking, el doctor Livessey, el náufrago Ben Gunn y todos esos piratas ebrios de ron que cantan sobre el cofre del muerto.

Quedaba la duda de si esta adaptación pertenecía al Hugo Pratt maestro del cómic o al Hugo Pratt desganado y alimenticio (que también lo hay). Afortunadamente es del primero, y en plena forma. Publicada en 1967, es justo su último trabajo antes de crear a Corto Maltés y embarcarse en su primera gran aventura, La balada del mar salado. Así que se puede establecer la clara conexión, porque es evidente que hay mucho de Stevenson en la obra magna de Pratt, como lo hay de Jack London o Melville (entre otros). La edición de Norma se complementa con otra adaptación de Stevenson, Raptado, primera de las dos aventuras protagonizadas por David Balfour, una novela menos conocida del escritor escocés que reconozco no haber leído pero en la que veo muchos de los mimbres que tejía: caserones, herencias malditas, marineros de mala vida y un nacionalista escocés rebelde y fugitivo. Aunque resulta injusto decirlo, es cierto que no es una lectura tan maravillosa como la anterior, pero como complemento resulta de lo más adecuado. Y ahora les dejo, que he recibido un anónimo con la marca negra y no debo revelar más cosas sobre el tesoro del Capitán Flint.

3 comentarios:

Eddy499 dijo...

La palabra Ron viene del inglés "Run " cuando los piratas llegaban con sus botines a la isla de la Tortuga (Haiti ) ó la isla de Porth Royale (Jamaica) se iban de putas y iban con ellas a follar y decián "Run ,run ,run" ,veridico " que diria el humorista sevillano Paco Gandia ,es que los piratas eran muy borrachos y muy puteros,como yo .

Anonymous dijo...

<span>Por favor, Maese Ausente, corrija la vastedad de su error, pues si no el texto es demasiado basto para su estilo habitual </span> ;)

absence dijo...

Mil gracias y disculpas. Me fie del corrector del word cuando repasé veloz y sin prestar atención.