7.10.11

CRÓNICAS DE SITGES 2011 (VIII): INTRUDERS



Me ha gustado Intruders, y eso que tras algunos comentarios tras su pase en Donosti no las tenía todas conmigo. Y si me ha gustado el mérito es de su director, Juan Carlos Fresnadillo, y el tremendo pulso fílmico que despliega, porque al fin y al cabo lo que cuenta, muy bien, no es más que una de esas historias de psicoanálisis y traumas que el cine de Hollywood ha frecuentado desde hace décadas. Así pues, transita por lugares conocidos para el aficionado al cine de género, y por eso camina por una cuerda floja sin perder el equilibrio. Narra de manera paralela la historia de dos niños separados geográficamente, uno en España y otro en Gran Bretaña. Ambos viven atormentados por la nocturna presencia de un espectro, Carahueca, que atormenta sus pesadillas llevándolos a situaciones límite a ellos y a sus familias. No les cuento más porque es filme con sorpresa, y encima construido sobre una trampa, bueno, yo hablaría más bien de truco ingenioso para el despiste que cuenta con todas mis simpatías. Por cierto, hay escenas rodadas en la misma iglesia donde se rodaron escenas de La invasión de los zombis atómicos.

CRÓNICAS DE SITGES 2011 (VII): SAINT


Antes que nada, algunos apuntes.

Primero. En Holanda y otros países de la zona Papá Noel es más conocido como San Nicolás y no trae regalos la noche de Navidad sino la del 5 de diciembre. Le acompaña un paje que se llama Pete el Negro y los juguetes no los fabrica en el Ártico sino en España. La tradición tiene su reverso tenebroso, y a los niños malos no les lleva carbón, sino que los secuestra y se los lleva a España, donde les hace cosas terribles. Seguramente a Ángela Merkel se lo repitieron mucho en su infancia.

Segundo. San Nicolás es un personaje bastante misterioso con su revés tenebroso. Según algunas versiones la tradición nace no por su amor hacía los niños pobres, sino porque era un santo guerrero rodeado de una tropa temible, así que cuando se aproximaba a un pueblo sus habitantes le dejaban las viandas en la puerta para evitar el asedio. Así pues, en un principio los regalos quizá eran para Santa Claus y luego se edulcoró la historia.

Con estos moldes, Dick Maas, que es cineasta holandés cachondo y entrañable decidió pervertir la tradición actual con una historia de terror gore y festivo en la que San Nicolás regresa cuando el 5 de diciembre coincide con la Luna llena. Un San Nicolás hórrido que cabalga un caballo fantasmal y que masacra a quienes se cruzan en su camino mientras se dedica al secuestro de infantes. Así que como ejercicio de subversión de costumbres y tradiciones que es no puedo más que aplaudir y afirmar mis simpatías por Saint, y más cuando el estreno en Holanda se vio envuelto en una de esas estúpidas polémicas que delatan el carácter borderline de nuestra sociedad actual.

Dicho lo cual, también es justo advertir que la cosa no pasa de ser un divertimento de terror ochentero, sangriento y coñón, pero que no pasa de ahí, además de delatar una importante carencia fruto de los tiempos actuales: no hay tetas. Si esta película se hubiera rodado hace veinte años las tetas estarían ahí, pero hoy no están. Y así nos va.

CRÓNICAS DE SITGES 2011 (VI): THE MURDER FARM


La temática que en uno de mis Reprontos preferidos titulamos El cabrón del campo ha tenido en el cine estadounidense su habitat más habitual. De la maldad del entorno rural y sus gentes emana también buena parte de la España Negra, pero siempre he creído que uno de sus más oscuros epicentros es la Europa profunda y, en cambio, pocas veces se hace ficción con ello. La vieja Europa lo oculta de manera inconsciente porque sabe que hay ahí demonios terribles. The murder farm toma un suceso real, luego novelado, sobre un terrible crimen en una cerrada y pequeña población alemana. Un crimen no resuelto en un pueblo donde todos saben que el asesino fue alguien del pueblo y en donde todos se miran de reojo. La llegada de una muchacha allí nacida pero enviada a un orfanato resucita esos fantasmas. La película describe bien ese entorno, pero es abrupta en sus flashbacks y me temo que no explota del todo lo terrorífico de una comunidad que ante el horror calla y mira hacia otro lado, dejando podrir culpas. Una pena, porque hay intenciones y puesta en escena, pero algo falla y no creo que sea culpa del filme, sino de la propia y vieja Europa que dibuja.

CRÓNICAS DE SITGES 2011 (V): ATTACK DE BLOCK

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El peliculón en lo (poco) que llevamos de Festival es sin duda Attack the Block. Hacía mucho mucho tiempo que no disfrutaba tanto con una película, y además, vista en compañía del siempre bullicioso público de la sala El Retiro, vieja y añorada sede de Sitges, incrementó el gozo cosa mala. La película narra el enfrentamiento entre pandilleros de suburbio y unos feroces invasores alienígenas. Desde el punto de vista del entretenimiento es fenomenal. Ritmo, aventura, humor... pero también una sutilidad que está ahí para quien quiera verla. Si Super 8 era un ejercicio que buscaba recrear las hoy ya viejas películas de pandillas de los 80, esta puede verse como una reformulación fresca y vital, sin nostalgias y anclada en su tiempo. Los inocentes niños de las idílicas urbanizaciones yanquis son aquí pandilleros de barrio marginal, los mismos que hace cuatro días incendiaban con ira los suburbios ingleses. Y el (anti)héroe negro y de barrio siempre será más héroe que el hijo de la clase media. Así es y así será siempre. Añadan un estupendo diseño de los monstruos, con sus mandíbulas fosforescentes, y tenemos un futuro y mayúsculo clásico de género. El entusiasmo me embarga.

CRÓNICAS DE SITGES 2011 (IV): LA MUJER DEL ETERNAUTA


Vayamos por partes. El pase se hace árido porque antes de la película que quiero ver toca un largo corto de 40 minutos, Boro in a box, que es experimental, surreal, kafkiano y como muy hijo del movimiento pánico. Una película que cuesta y que hay que escalar, aunque reconozco que tiene su cachondeo interior y sus momentos, pero que te deja exhausto, entre otras cosas porque se fragmenta en capítulos que siguen el abecedario, así que cuando vas por la jota sufres un montón porque sabes que te quedan un porrón de letras y minutos. Y claro, así es muy difícil entrar cómodo a La mujer del eternauta, documental de producción gallega sobre la figura de Elsa Sánchez y la tragedia de la familia Oesterheld durante la dictadura. H.G. Oesterheld fue el gran guionista de los cómics argentinos y de su mayor creación, El Eternauta, ya he hablado por aquí de su condición de obra maestra. La historia del documental es demoledora, porque Elsa hubo de sobrevivir a la muerte de su marido y sus cuatro hijas, ejecutados por los militares. Y ahí juega a establecer lazos entre el héroe de ficción creado por su esposo y la verdadera y real heroína, su viuda. Encuentro a faltar algún apunte más sobre la obra de Oesterheld, que no es sólo El Eternauta (también Ernie Pike, el Sargento Kirk o Mort Cinder), y me cansa un poco el carácter contemplativo de ciertos pasajes, aunque eso del cansancio, quizás, sea culpa del mediometraje inicial.

CRÓNICAS DE SITGES 2011 (III): ESSENTIAL KILLING


Un guerrero talibán es capturado Afganistán y transportado como prisionero hasta que escapa y se pierde por una Europa rural y montañosa tan inhóspita como su Afganistán rural. Esa es la historia de Essential Killing, con su violencia y su abrupto relato de la naturaleza. El choque de culturas convertido en un relato de supervivencia casi sin diálogos a través de las desventuras de ese guerrero mujaidín perdido en un mundo que no conoce y que le resulta tan desconocido como si hubiera sido transportado, de repente, a otra dimensión, a otro planeta, quizás al propio infierno. Eso aporta un interesante toque de fantastique irreal cuando la historia parte de la realidad de un conflicto armado y vigente. Reconozco que Vincent Gallo da el pego como islamista barbudo, sufrido y violento, pero es, al fin y al cabo, Vincent Gallo, con todo lo que eso significa, así que no me sorprende la deriva metafísica y mística que adquiere la historia en su tramo final, desgraciadamente, porque eso del viaje interior ya nos lo sabemos todos

6.10.11

CRÓNICAS DE SITGES 2011 (II): CONTAGION

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Uno de los platos fuertes del certamen es el Contagion de Steven Soderberh, producción plagada de rostros hollywoddienses. Tantos rostros que es inevitable pensar en las películas de catástrofes del los 70s, pero sin Charlton Heston, lo cual supone una perdida de virilidad y una notable deriva metrosexual propia del mainstream del siglo XXI. La película narra la propagación y consecuencias de un virus la mar de chungo que se carga al 25 % de la población, o casi, y lo hace desde un punto de vista coral que pasa por altos cargos de la OMS, valientes investigadores médicos, científicos sacrificados, dudosos conspiranoicos y la tragedia de un hombre que de tan común da hasta grima. No puedo decir que sea mala, que no lo es, pero lo dejo en un anodino “película correcta”, que en ocasiones es lo peor que se puede decir. Tiene ritmo e interés, no lo niego, pero flojea cuando el caos debería apoderarse de la pantalla y en la descripción de lo peor del ser humano, que es cuestión importante para este tipo de películas que se acercan al Apocalipsis con voluntad realista, por mucho que nos regale una autopsia cerebral de Gwyneth Paltrow, único detalle de humor socarrón.

Zona de espoilers

Hay un subtexto argumental, probablemente inconsciente, que me aterra bastante. Ese alto cargo que regala su vacuna para pagar sus culpas, ese castigar a la mujer adúltera, esa victoria del marido cornudo y celoso de su hija. No sé, mensajes peligrosos cuya presencia es necesario advertir. A cambio, una de las subtramas más interesantes es la del bloguero conspiranoico, antivacunas y partidario de la solución homeopática. Sin duda eso ganará la simpatía de los escépticos, pero creo que la ambigüedad del personaje se traiciona al final.

CRÓNICAS DE SITGES 2011 (I): EVA


Este año empiezo a saco, sin preámbulos ni nada, directo a la película que inaugura el certamen (y muy bien acompañado con Hernán Migoya en la butaca de al lado) para comentar una producción española sorprendente en su factura. Ese es la primera de las varias virtudes de Eva, la ansiada normalización, que una película española de ciencia-ficción sobre robots e inteligencias artificiales esté tan cuidada visualmente y resulte digan en lo que cuenta. Gran noticia, porque es evidente que aquí se ha puesto dinero y se ha gastado bien. Ojo, no estoy diciendo que sea un películón, pero sí que es lo bastante buena para dar la buena nueva. Apuesta fuerte en su inicio con la presencia de numeroso robots y ese androide gato que es un encanto, y también en el software virtual para crear inteligencias artificiales, que aunque deudor del de Minority Report es visualmente la mar de hermoso y resultón. La película es bonita y más que correcta al abordar una temática tan clásica como la de la humanidad de los hijos de la robótica. Nada excesivamente nuevo pero sí muy bien llevado. También es algo previsible, es cierto, yo mismo he deducido el giro argumental, la sorpresa, mucho antes de que la trama se perfilase del todo, pero tampoco debo apuntarlo en la columna del debe, ya que la peli es honesta y nunca juega a la trampa. Dos apuntes para acabar. Uno, que Lluis Homar está estupendo en su papel de robot con emociones. Dos, que veo el pase en su versión doblada, según catálogo, es decir, íntegramente en castellano. Me comentan que la etiquetada versión original es bilingüe castellano/catalán pero que la niña protagonista (genial acierto de casting) está doblada cuando habla en catalán. Si a eso añadimos un protagonista alemán (también doblado en ambas versiones), pues eso, que esto de las versiones es aquí muy discutible (y subvencionable).

3.10.11

LA REVOLUCIÓN SERÁ NARRADA GRÁFICAMENTE

Gil Scott-Heron recitaba en 1970 que la revolución no sería televisada. Cuarenta años más tarde, ya entrados en el siglo XXI, podemos subrayarlo como cierto entre otras razones porque pocos medios hay tan controlados y dentro del sistema como la televisión. Afortunadamente, el futuro ya está aquí, y aunque se presenta gris, apocalíptico y sin motos voladoras, tenemos (de momento) la red como medio idóneo para lanzar y propagar ideas, así como la regeneración de otras formas de comunicación, antaño populares, que quizá por subterráneas o inmediatas pueden alzar la voz y expresar el cabreo con total libertad.


Digo todo esto porque recientemente han aparecido un par de álbumes colectivos que recogen el espíritu del llamado 15M o, por no acudir a la etiqueta mediática, el malestar ante el fin del estado del bienestar y la evidencia de las engañifas del sistema que nos han traído la crisis. Yes we camp!: Trazos para una (R)evolución (Dibbuks) y Revolution Complex (Norma) son dos antologías de historietas hijas de la rabia y la urgencia; como compendio que son, hay un poco de todo, basculando entre la inocencia y la ira, o incluso ambas a la vez, y también un enorme valor documental. Sobre el segundo, Revolution Complex, hijo mutante de uno de mis tebeos favoritos de este año, estuve hablando con dos de sus responsable, Sergi Álvarez y Fernando Blanco, en la primera de las entrevistas de la sexta temporada del espacio sobre cómics del Cabaret Elèctric, y pueden escuchar el audio aquí (ojo, porque hasta el miércoles pueden participar en el sorteo de un ejemplar).

1.10.11

REVISTA DE PRENSA: SCIFIWORLD ESPECIAL SITGES - LA HISTORIA

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No sé si queda mucho para que desaparezca de los quioscos, así que escribo sin mirar atrás para avisar que el número de septiembre, el 42, de la revista ScifiWorld dedica buena parte de sus páginas a un generoso dossier sobre la historia del Festival de cine fantástico de Sitges, que además comienza en breve (con ls cobertura habitual del blog Ausente). Como saben, llevo un tiempo dedicado (con calma y nocturnidad) a publicar por aquí extensas entradas explicando la historia del certamen año a año, así que era obligado hacerme eco de este especial lleno de amor (y estupenda ilustración de portada). Obviamente, no es lo mismo que publico por aquí. Aunque el especial es muy generoso en amplitud y va más allá de donde yo he llegado (voy por 1977), son muchos años y etapas. Lógicemente, lo recomiendo a todos los que disfrutan de mis entradas, y a mí me vendrá bien para las que están por venir. Puesto en una perspectiva crítica personal, encuentro a faltar algo de sentido del humor y una buena selección de anécdotas; a cambio, las entrevistas con los diferentes directores están muy bien y se acercan a una zona de mi interés: la difícil relación entre un festival de cine fantástico y de terror con los políticos de turno. Otra cosa es la selección de películas representativas del certamen, ahí ya se sabe que cada cuál hubiera hecho la suya.