Comentaba hace pocos días cómo el zafarrancho vivido en la clausura de las Jornadas de Escuelas de Cine de 1967 encaminaron la idea de un festival de cine en Sitges hacia lo que se consideraba, por entonces y erróneamente, popular y sin contenido político: el cine fantástico. La idea de un certamen para animar el turismo durante los inicios de la temporada baja debía seguir resultando atractiva para las autoridades de entonces (además del ayuntamiento estaba patrocinado por el Sindicato Local de Hostelería). Antonio Rafales, presidente de la asociación Sitges Foto Film, propietario (tengo entendido) de una céntrica tienda de fotografía y miembro de la Sociedad Casino Prado, era el impulsor de la idea y se convirtió en el primer director del certamen, el primero de este tipo organizado en España
El primer año del Certamen, entonces I Semana Internacional de Cine Fantástico y sin la categoría de Festival (sin galardones, por tanto) demostró la impericia organizativa, toda ella novata y alejada del mundo del cine y aledaños más allá de la regular exhibición de películas en la sala del Casino Prado, primera sede oficial. La mayoría de película extranjeras se pasaron en versión original sin subtítulos (y eso que las había polacas o rusas), tan sólo doce (de treinta) se estrenaban por primera vez en España. El resto, o habían tenido pase comercial reciente (o incluso simultáneo, como el Alphaville de Godard) o eran habituales en cine-clubs, filmotecas e incluso Televisión Española. Las películas en formato escope se proyectaron adaptadas a la cuadrada pantalla de la sala, produciendo el conocido y molesto alargamineto vertical de las imágenes. Del Nosferatu de Murnau se proyectó una versión de metraje reducido y la anunciada El Ángel Exterminador (Buñuel no visto aún en España, por lo que había mucha expectativa) se cayó de la programación a última hora, junto con El Perro Andaluz. Al parecer, las películas llegaban al aereopuerto en el último momento y no todas lo hicieron a tiempo. Y olvídense de avisar al respetable, que acudía a ver una cosa y se encontraba con otra.
En el terreno de los invitados, se esperaba a Terence Fisher y Christopher Lee pero nunca llegaron, así que los asistentes tuvieron que conformarse con el teórico y cineasta francés Alexandre Astruc (que presentaba su alabada adaptación de Poe Le puits et le pendule) y la desconocida actriz polaca Dianik Zurakowska, protagonista de la aún más ignota película española La Llamada, de Javier Seto, cuyo pase, por cierto, fue boicoteado por una parte de la (escasa) crítica presente, inaugurando una tradición que aún persiste en ocasiones. En palabras de un lector de la revista Nueva Dimensión: "se dedicaron a hablar, gritar, patalear, silbar, gruñir y rebuznar".
No me extiendo más porque les adjunto un documento histórico de excepción. Ni más ni menos que la crónica publicada en el número 6 de Nueva Dimensión, la revista decana de la ciencia ficción en España y, sin duda, el texto periodístico más amplio que se publicó sobre el certamen. Como son nueve páginas y presupongo que muchos de ustedes prescindirán de leérselo, he añadido un segundo anexo en el que destaco algunos párrafos que me parecen interesantes. Aún así, a poco que deseen indagar en la historia de Sitges yo aconsejo la integridad del documento, tengan en cuenta que está redactado al alimón entre Domingo Santos, Jose Luís Garci (sí, ese Garci, por entonces un friqui de la ciencia ficción), Luís Vigil, Sebastian Martínez y José Luís M. Montalbán y viene muy bien para ver qué pensaba la crítica especializada de la época. La Isla del Terror de Fisher, por ejemplo, les sedujo de mala manera. Y como no hay dos sin tres, también he añadido la programación íntegra, que así me ahorro de picarla.
1 - ANEXO UNO: SITGES 1968 en NUEVA DIMENSIÓN Núm. 6 (noviembre de 1968)
1 - ANEXO DOS: RECORTES DE PRENSA
A - Los Gamberros de la prensa
B - Esta no la conozco
Y como vampirólogo aficionado intuyo del texto elementos bastante modernos que igual la convierten en una peli a recuperar. ¿Alguien la ha visto?
C - Una incógnita para la eternidad: ¿Y QUÉ COÑO PREGUNTARON?
D - Una frase para el recuerdo
E - Recortando a Bava (o cómo se estreno Las Tres Caras del Miedo en España)
F - Visiones del Kaiju
En 1968 el Kaiju, las pelis japonesas de monstruos gigantes, estaba en pleno auge, la edad de oro del subgénero no era cosa del pasado. Me resulta muy curioso como una preciosidad pulp como King Kong se Escapa descolocaba a la crítica del momento. Buena parte de la actual tampoco.
1 - ANEXO TRES: SITGES 1968 - PROGRAMACIÓN