24.4.05
B-ART : SEXO Y TERROR EN EL PARAISO ITALIANO (I)
Sé que estoy en deuda con todos ustedes. Ya hace unas semanas que me comprometí a revisar y comentar con todo lujo de detalles los pocos tebeos de Hessa que tengo. Así será. Estoy en ello. En las últimas semanas se ha apoderado de mí el gusanillo del fumetti italiano de sexo, terror y violencia. En su momento no les hice ni caso y eso que en los 80 hubo en los quioscos españoles una auténtica invasión de todo ese material de explotación zetosa. Qué cosas; siempre me he declarado fan del delirante exploit cinematográfico italiano, de ese camino sin verguenza de exceso a exceso hasta el exceso final, y, en cambio, en términos de historieta y narrativa gráfica despreciaba esa ingente cantidad de subproductos. Amigo del subproducto fílmico y esteta remilgado de los tebeos, menuda contradicción. Y ahora mi sexto sentido basurero se ha puesto en alerta máxima y me he propuesto deshacer tamaña injusticia para con los pizzacomix trash. Vaya por delante que soy un perfecto neófito en el tema todo y haber leído unos cuantos en su momento (y es que hubo un tiempo, hace dos décadas, en que mi voracidad tebeística me impulsaba a leer cualquier cosa que cayera en mis manos). Así que de momento inauguro miniciclo dentro de la sección B-Art todo y que el anterior, el dedicado a las carátulas de cine lisérgico, sigue abierto. Al fin y al cabo es de mi agrado que todas estas temáticas se arremolinen sin orden ni concierto en el Blog Ausente.
Para ir abriendo el apetito , y nunca mejor dicho, las tres ilustraciones de Alarico Gattia que acompañan este texto. Todas ellas realizadas para la editorial Edifumetto, la genuina especialista en la temática, concretamente para algunas de sus muchas cabeceras de terror y sexo soft como I sanguinari, Lo scheletro y Wallenstein. Se trata, sin duda, de trabajos alimenticios para llenar el estómago ya que Gattia, posiblemente más ilustrador que historietista, no era precisamente un desconocido para el mercado italiano aunque sus más recordadas obras pertenezcan al género del western histórico. Amo de un estilo realista, algo estático por su servidumbre fotográfica, y emparentado, auqnue no con los ejemplos de hoy, con cierta tradición europea de trazo astuto, febril y generoso como el de Toppi o Hernandez Palacios. Las ilustraciones que hoy cuelgo, como ven, se dedican a la siempre atractiva mezcla de erotismo y seres de ultratumba. Mujeres desnudas con monstruos peludos (¿Qué es lo que harán cuando estén todos juntos?).
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