18.4.13

EL GABINETE DEL DOCTOR MARTÍ (I): ATAJOS




Estoy entusiasmado con Atajos, la antología de historietas breves de Martí que La Cúpula acaba de editar dentro de su línea El Víbora Comix, destinada a recuperar (o descubrir) parte de su histórica producción. Digo que estoy entusiasmado y eso que ya conocía todas las historietas publicadas, pero es que miren, yo de Martí soy fan, muy fan, lo que pasa que a veces me olvido porque como ya no publica, o lo hace de tarde en tarde con alguna cosa breve, pues eso, que a veces me olvido de mi devoción y de que forma parte con mayúsculas de nuestra historia del cómic.


Martí Riera (Barcelona, 1955) fue uno de los fundadores de El Víbora y rápidamente se convirtió en una de sus estrellas gracias, sobre todo, a su serie Taxista (sin olvidar su tremendo y más tardío Doctor Vértigo). En mi caso, era junto a Max y Gallardo el puto amo. Martí venía de publicar alguna cosa marginal (en Rock Comix o en Picadura Selecta) pero explota gráficamente ya en los primeros números de El Víbora, con ese estilo voluntariamente inspirado en el Dick Tracy de Chester Gould (sin olvidar al Spirit de Will Eisner). Su dominio del blanco y negro es absoluto y su obra tan poderosa que fue reiteradamente publicada en cabeceras extranjeras tan importantes como RAW, Drawn & Quaterly o Pictopia.



Una de las cosas que ya de entrada me gira la cabeza nada más abrir Atajos es la dedicatoria, llena de ironía, a sus educadores de un colegio religioso a quienes agradece (o culpa) de la violencia y mal rollo que presiden sus historietas. Me gira la cabeza porque descubro que se trata del mismo colegio en el que yo pasé catorce años (aunque Martí pasó por allí una década antes: es decir, que mientras yo estaba en párvulos él ultimaba el Bachillerato en el mismo y siniestro edificio).



Tras esta anecdótica coincidencia, es justo explicar qué encontraremos en este álbum. una muy variada selección de su obra breve (y nada despreciable). Un recorrido que no es integral (hay más cosas por ahí, alguna aún inédita) y que no recoge exclusivamente material procedente de El Víbora (como verán a continuación). Hay de todo un poco y algunas grandes, grandiosas, historietas. Estos días leo en algunas reseñas como se le compara una y otra vez con otro grande: Charles Burns. Bueno, es justo matizar un poco. Ambos coincidieron en las páginas del RAW de Spiegelman (y en El Víbora), ambos son maestros en el dominio del blanco y negro, ambos parten gráficamente de diversos cómics y estilos de los años 40-50 que hacen suyos y sobre los que construyen sus particulares y fascinantes universos. Y ahí se acaba la cosa, porque sus perturbadores mundos poco tienen que ver entre sí. Martí se inspira en la crónica negra de sucesos propiamente española, en los suburbios y extrarradios de nuestras ciudades, en la violencia que nos rodea (muy poco que ver con la estadounidense), y sobre eso tomará luego un camino más simbólico alrededor del inconsciente humano.


Por cierto, es normal acotar el dibujo de Martí en la influencia de Chester Gould y su Dick Tracy, porque es evidente y reconocida, pero releyéndole estos días me planteo algunas influencias más que con el tiempo irá añadiendo a su estilo. Es más una intuición que una certeza porque son tebeos nunca editados aquí y, por tanto, pura especulación, pero en algunas de sus viñetas veo recursos habituales de la mejor etapa del Crime Does Not Pay de Charles Biro: la distribución espacial de las escenas de crimen, la forma en que las balas traspasan cuerpos en los tiroteos, la posición de algunos cadáveres. Lo anoto aquí sin tener total certeza de ello.

Les detallo un poco cuáles son los materiales que por orden componen este imprescindible volumen, incluyendo datos de publicación original no incluidos en su interior, y es que mi único pero es que resulta parco en información sobre el contenido, pero bueno, para eso estoy yo aquí. También avanzo que su lectura me ha empujado a escarbar y releer, de nuevo, casi toda su producción, así que los próximos días seguiré escribiendo por aquí del gran Martí Riera. Avisados estáis.


El mundo de Oscar
Publicada previamente en El Víbora #39 (1983) y en la antología Monstruos Modernos (La Cúpula, 1988).

Es obvio que se trata de una historieta realizada como evidente homenaje a la película de David Lynch Eraserhead (Cabeza borradora) estrenada en nuestro país un par de años antes. Martí traslada el universo lynchiano puro al extrarradio español con igual (o mayor) desasosiego y mal rollo.


Romeo y Julieta 1981
Publicada previamente en El Víbora Especial Amor (1980) y en la antología Monstruos Modernos (La Cúpula, 1988).

Una de las historietas más clásicas de Martí y una historia de amor cruel y negra en el pabellón de pulmones de acero de un hospital municipal de enfermedades infecciosas. Estoy seguro que de alguna manera está presente en la turbadora Tras el cristal del cineasta Agustí Villalonga.


El gabinete del Dr. Martí 
Publicada previamente en El Víbora #26 (1982) y en la antología Monstruos Modernos (La Cúpula, 1988).

El gusto de Martí por el lado malsano y absurdo del subconsciente hizo un primer acto de existencia en esta historieta, aunque se desarrollaría a fondo una década más tarde. Pesadillas oníricas en un contexto suburbano de pasiones asesinas.

Sospecha letal
Publicada previamente en El Víbora Especial Pasión (1987) y en la antología Terrorista (Colección Misión Imposible #16, Editorial Complot, 1989).

El gusto por la prensa de sucesos y el crimen pasional (hoy violencia doméstica) se hace evidente en esta historieta que parte de los celos y la obsesión para desembocar en una conclusión de locura enajenada. Otro de las piezas importantes del álbum, con un Martí que se aleja de Chester Gould para acercarse al tebeo de crímenes de la EC.


Repulsión
Publicada previamente en El Víbora #123 (1990) y en la antología Terrorista (Colección Misión Imposible #16, Editorial Complot, 1989).

Una de las historietas más brutales y salvajes de Martí, y aún así, nada gratuita pese a profundizar de manera  incómoda en la mente de un asesino pasional. Por una vez, escapa a ratos de su tradicional línea clara para quebrar el trazo en busca de dar cuerpo a la sangre y la carne explícita. Por cierto, sé que no son iguales, pero al ver la primera viñeta pensé de inmediato en esta portada de Fight against Crime.


¿Culpable? 
Publicada previamente en Makoki (2ª Etapa) #21 (1991) y en la antología Historias de realismo sucio (Edicions de Ponent, 2002).

Otra obra maestra sobre psicópatas, amarillismo mediático y maldad social en la comunidad de vecinos.


Lo real 
Publicada previamente en El Víbora #100 (1988) y en la antología Terrorista (Colección Misión Imposible #16, Editorial Complot, 1989).

Otra historieta cumbre en la que de nuevo se sumerge en la crónica negra urbana con una sublime variación a través de un suceso criminal, un dibujante que se inspira en ese suceso criminal, la historieta que le inspira y una perturbadora sincronía final.


Calma chicha I 
Publicada previamente en El Víbora #46 (1983) y en la antología Monstruos Modernos (La Cúpula, 1988).

Primera de las tres historietas de la serie Calma Chicha que tengo detectadas. Hiperrealismo de chabolas y suburbios de extrarradio.


No oyes ladrar a los perros
Publicada previamente en El Víbora #103 (1988) y en las ya citadas antologías Terrorista e Historias de realismo sucio

Una de sus historietas más célebres, adaptación de un cuento de Juan Rulfo. Muy poderosa en lo gráfico pero hoy de lectura algo lastrada por el exceso de texto.


Mis queridos señores 
Publicada previamente en El Víbora #138-139 (1991) y en la antología Historias de realismo sucio

Curiosa y contundente inmersión en la actualidad internacional a través de la adaptación de una carta real de un marine norteamericano en la primera guerra de Iraq


Terrorista 
Publicada previamente en El Víbora #74 (1988) y en la antología Terrorista (Colección Misión Imposible #16, Editorial Complot, 1989).

Martí viaja al interior de la mente de un terrorista islámico mientras juega con símbolos gráficos, un recurso con el que experimentará con tremendo acierto en su saga Doctor Vértigo.


Calvario Hills I 
Publicada previamente en Nosotros Somos los Muertos (NSLM) #6/7 (2000)

Trabajo destinado a su publicación internacional a través de Coconino y Fantagraphics, Martí abandona la España Negra para visitar un territorio vecino: la crónica negra made in USA.


Calvario Hills II 
Publicada previamente en La Cruda #5 (2011)
Segunda entrega de esta serie, que de nuevo insiste en la cultura estadounidense de violencia, linchamiento y armas de fuego.


Orgasmómetro
Publicada previamente en Makoki (2ª Etapa) #29 (1992) y en la antología Historias de realismo sucio (Edicions de Ponent, 2002).

Inmersión (poco frecuente) en los terrenos del humor en una época en la que gustaba de componer historietas basadas en primeros planos de personajes diversos. Una buena muestra de la fortaleza de Martí creando caras y rostros (sin duda originada por su veneración hacia los extravagantes villanos de Dick Tracy)


Babykiller 
Publicada previamente en El Víbora #102 (1988) y en las ya citadas antologías Terrorista e Historias de realismo sucio

Brutal historieta sobre abortos con un Martí más expresivo e igual de inquietante.


In secula seculorum
Publicada previamente en El Víbora #113-114 (1989) y en la antología Historias de realismo sucio

Otro viaje al interior de una mente enferma y que en esta ocasión mezcla el estrés de un policía veterano con las simbologías satánicas que acosan sus sueños.



Mal de ojo
Publicada previamente en El Víbora #267 (2002)

Martí regresó a El Víbora tras una larga ausencia (más de 100 números) con esta historia parte de una inconclusa serie sobre la España Negra en clave más surreal y extravagante. No faltan santos incorruptos y pulpo a feira.


El hijo del Cid 
Publicada previamente en El Víbora #290 (2004)

Perteneciente a la misma serie anterior, de corta vida, y donde el tópico español es la iconografía taurina. Fue su última colaboración para El Víbora.


Monstruos modernos
Publicada previamente en Star #47 (1979) y en la antología Monstruos Modernos (La Cúpula, 1988).

Cierra Atajos una de sus primeras (y más demoledoras) incursiones en las páginas de sucesos y las mentes criminales centrada en un violador de ancianas. Áspera, brutal y fascinante, como todo Martí.


1 comentario:

Paco Alcázar dijo...

Estupenda entrada para un libro estupendo. Es una pena que esta información no esté en el álbum. Yo por ejemplo, no controlaba las de Makoki. Por cierto, ¿recuerdas el caso real en el que está basada "Repulsión"? Fue uno de los primeros "vídeos de aficionados" que llegaron a los telediarios...