En cambio, la conspiración es real al no ser paranoica. De una conspiración real puede habr pruebas porque el ser humano deja rastro, o porque el poder es una capa lo suficientemente protectora como para mostrarse en público sin problemas. ¿Un ejemplo de conspiración? Esta foto.
Los más poderosos de España, los que tienen el dinero, se unen con la Iglesia para transformar una ciudad según sus valores. Más en Pierre Nodoyuna.