Despedíamos la anterior entrega dando paso al horror. Antes que nada, debo recordar que publiqué por aquí un modesto análisis del primer comic book dedicado al género, el Eerie Comics #1 publicado por Avon en enero de 1947. Del mismo modo, en esta misma serie, en concreto en la quinta entrega, se prestó atención a como el horror se iba infiltrando en todo tipo de tebeos. A ellos les remito como introducción a las siguienets entregas.
Aún así, es necesario destacar la inclusión en el mentado Eerie Comics #1 de The strange case of Henpecked Harry, historieta sobre un hombre que harto del maltrato que sufre a manos de su esposa decide asesinarla. De momento tan sólo destaco el hecho: ya en el primer cómic del género se incluía una historieta sobre la violencia en las relaciones matrimoniales.
El primer Eerie Comics no tuvo continuidad; la editorial Avon reinició la cabecera a mediados de 1951 cuando ya existían otras colecciones y el terror ya se consideraba el nuevo filón a explotar. En realidad, el primer tebeo de horror precode con continuidad fue Adventures into the Unknown!, publicado por la American Comics Group (ACG) y cuyo primer número se puso a la venta en otoño de 1948. De hecho, fue una colección longeva (174 números) que sobrevivió al comic code y a la crisis del comic book de finales de los 50. El último número apareció en 1967.
En el primero, que incluía la estupenda The Living Ghost de Fred Guardineer o una adaptación de El Castillo de Otranto de Horace Walpole, ya eran visibles las características propias del horror precode según la ACG: vampiros, hombres lobo, fantasmas, casas encantadas y resucitados; todos con regusto clásico y un diseño gráfico ciertamente apreciable y a reivindicar. En Golden Age Comics Downloads se puede descargar la colección casi completa.
La siguiente editorial en coger el tren del terror fue la Atlas, seguramente con el ánimo de explotar la vía abierta por la ACG. En mayo de 1949 Sub-Mariner Comics, la colección dedicada a Namor, cambió su título por Amazing Mysteries, manteniendo la numeración (32) e incluyendo historietas de horror y fantasía. En la portada, obra del gran Gene Colan, una fila de humanos con antorchas se dirigen a la Isla sin Retorno. En agosto de 1949 es Marvel Mystery Comics, hogar de la Antorcha Humana, la que cambia a Marvel Tales. El primer número en el que se produce el cambio, el 93, presenta en portada una historieta protagonizada por un monstruo clásico hoy olvidado: el ghoul.
Si se fijan, la dinámica de la Atlas era sustituir cabeceras protagonizadas por superhéroes por otras dedicadas al horror. El gesto evidencia la decadencia del héroe de la Golden Age y tiene su ejemplo más curioso con la colección dedicada al Captain America, que en sus números 74 y 75 (octubre de 949, febrero de 1950) se convirtió en Captain America's Weird Tales. En sus páginas encontrábamos historietas de vampiros, fantasmas, cosas del pantano y el curioso subgénero del monstruo dentro de una caja.
"Nosotros fuimos los primeros, el resto nos copiaron"
El cuadro superior procede de Tales too terrible to tell, fantástica colección de reimpresiones de terrores precode (reproducidos en blanco y negro) publicada por New England entre 1989 y 1993, muy generosa en textos explicativos y uno de los tesoros que más preciadamente guardo en las estanterias de laMansión Ausente. El cuadro muestra las editoriales que se subieron al vagón del terror ordenadas por la fecha en que sacaron su primer tebeo del género. Como ven, son bastantes. Todas ellas con sus características propias (sobreproducción, originalidad, explotación pura y dura, bizarrez, violencia, clacisismo). La historia del tebeo de terror precode se focaliza en la EC (y no discutiremos su calidad porque es cosa inapelable) pero olvida al resto. Son Los Otros Chicos a los que se refería Lawrence Watt-Evans en su fundamental The Other Guys, un texto que pueden leer aquí. En su opinión, la historia del tebeo de terror USA tiene un grave problema: está escrita por fans de la EC. Lo mismo viene a afirmar Stephen Sennit en su también imprescindible libro Ghastly Terror!: The Horrible Story of Horror Comics (Headpress, 1999). Y es que como muy bien señaló John Tones al reseñarlo hace casi un lustro:
"EC no fue la única editorial de comics de terror de los cincuenta, no fue la primera, no fue la más prolífica, no fue la más exitosa, no fue la más duradera y no fue, desde luego, la que editó los títulos más granguiloñescos y excesivos."

(Continúa en parte quince)