31.3.07
GLORIA CATÓDICA INSTRUMENTAL
30.3.07
QUIERO LA CABEZA DE CHARLIE BROWN
Simpsonario (DL)
Chimpancé amaestrado que aparece en diversos programas de variedades de la televisión de Springfield, principalmente en El Show de Krusty.
Índice del Simpsonario
29.3.07
ESCAPA GÜEY! (V): CONTRA LA PERFIDIA DEL DOCTOR DRUSO
La cinematografía madmex era muy dada a llevar héroes de la lucha libre a la gran pantalla. Santo el Enmascarado de Plata, Blue Demon o el Mil Máscaras son los más conocidos y apreciados por los degustadores del cine chatarra coolzetoso. Un rasgo peculiar de estos héroes pulpibizarros es que se interpretaban a sí mismos, dejando que su alterego enmascarado consumiera no sólo su vida pública sino también parte de la privada. Jamás mostraban su rostro, siempre se presentaban públicamente como su personaje y las películas pretendían mostrarlos como heroicos defensores del Bien en la vida real, en su tiempo de ocio, cuando se alejaban del ring. Daba igual que sus enemigos fueran resucitadas momias de Guanajuato, la caterva de monstruos clásicos del cine de terror, enanos mutantes, arañas alienígenas, seductoras vampiras y mad doctors deseosos de conquistar el mundo. Entre combate y combate Santo y sus amigos libraran una dura batalla contra las fuerzas del Mal y acudían en socorro del necesitado. Siempre victoriosos ante la adversidad y las más inusitadas situaciones.
El éxito popular de Zovek en la televisión y el mundo del espectáculo no sería completo sin películas de este tipo. Y así, en 1971, se estrenó El Increíble Profesor Zovek. La película tiene entre sus créditos a tres nombres básicos de la cinematografía popular mexicana. Por un lado su director era René Cardona Sr., un artesano del bajo presupuesto con una filmografía que rebasa de calle el centenar de títulos, entre los que se encuentra, además de numerosos clásicos de derribo trash como la apócrifa versión mexicana de Batgirl (La Mujer Murciélago, 1968), la primera adaptación de la tragedia de los Andes (ya saben, aquellos jóvenes deportistas obligados al canibalismo en pos de la supervivencia). Por otro lado, la historia estaba escrita por Chano Urueta, otro gran nombre del género, también de sinpar y cuantiosa obra fílmica (amigo de Sam Peckimpah, por cierto). Finalmente, la presencia de Tin Tan como ayudante de Zovek, comparsa y obligado contrapunto humorístico a cargo de uno de los cómicos más celebres del país, el máximo rival que tuvo Cantinflas (para muchos, superior al legendario Mario Moreno). Aunque también es cierto que en esos años Tin-Tan se encontraba ya en horas bajas, en el ocaso de su carrera.
Este parcial y fantacientífico biopic revisionista se inicia con un accidente aéreo. Inmediatamente los poderes mentales del profesor Zovek detectan la tragedia para, posteriormente, descubrir que la versión oficial no se corresponde con la realidad; así que, ni corto ni perezoso irrumpe en el despacho del mando policial (concretamente un coronel) que dirige la investigación y le suelta un rollo sobre los campos magnéticos de la tierra y la existencia, detectada telepáticamente, del Doctor Druso, un siniestro villano de origen asirio, nada menos, que ansía conquistar el mundo mediante el control mental. El agente del orden encargaba a su secretaria (Tere Velázquez) acompañar a Zovek en sus investigaciones. Los malos, mientras tanto secuestraban a los ayudantes del mentalista mexicano, Tin-Tan y Nubia Martí. Y es que resulta que para conquistar el mundo era necesario capturar a Zovek y doblegar su poder mental. Por tanto, nuestro héroe se veía obligado a internarse en la paupérrima guarida del malo para ser sometido a psicodélicas torturas, enfrentarse a enanos caníbales o a una especie de vampiro mutante y llegar, finalmente, al esperado clímax contra el pérfido villano de la función. Zovek lucía todo tipo de habilidades: combateka contra los esbirros del villano, telépata, hipnotizador, mentalista, chamán con dominio sobre los campos electromagnéticos de la tierra y, obviamente, escapista (gran cagada del malo: encadenar a un profesional del escape y dejarlo sólo en su prisión). Como pasa siempre en estas películas, ganaba el bueno y el laboratorio maligno era pasto de las llamas. El Increíble Profesor Zovek es un filme entrañable y encantador, de lujuriosa inocencia pop y escaso metraje, una virtud que no impide cierto sopor a ratos por las habituales irregularidades rítmicas de este tipo de cine. Además, las peroratas seudocientíficas de Zovek son un valor añadido; y como muestra recuerden que ya dejé por aquí un tutubo bastante descriptivo al respecto.
La carrera de Chapa del Bosque parecía ir viento en popa. Enseguida recibió la oferta para protagonizar ocho largometrajes. El éxito total era inminente. Lo explica el periodista y amigo personal Carlos Hernández en declaraciones a La Jornada en el 30 Aniversario de la muerte del escapista:
“Iba camino de convertirse en un artista fuera de serie a nivel internacional. Estaba contratado para viajar a Japón por la Fuji Telcasting. Iban a otorgarle el título de Primer Showman Increíble Mundial”.Pero el destino fatal se interpuso a tamaño reconocimiento. Pero antes de entrar en detalles toca comentar su segundo y póstumo filme, a mi juicio una de las peores películas de la historia del cine. Próximamente en esta sala.
La INTRO y GUÍA de Escapa Güey!
Simpsonario ()
Las celebérrimas del Reader's Digest entran triunfalmente en casa de los Simpson en el episodio La familia va a Washington, permitiendo incluso que la niña gane un concurso.
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28.3.07
CONVERSACIONES EN LA MANSIÓN AUSENTE
MUERETE CONEJO
Andy Riley y su Libro de los Conejitos Suicidas, que acaba de publicar Astiberri, me han producido quince minutos de intenso disfrute. Sólo quince porque es el tiempo en que uno acaba con esta lectura breve, pero intensa y muy generosa en humor negro. La idea de suaves conejitos planificando con perseverancia su suicidio ya es bella por definición, pero es que Riley sabe gestionar una temática tan concreta y cerrada diversificando la propuesta con todo tipo de recursos gráficos, narativos y argumentales. Hay instantaneas de fracasos y victorias, hay complicadas estrategias y hay guiños de todo tipo, como los dedicados a Star Trek o al The Wicker Man clásico. Una delicia, ya les digo. Y me tranquiliza saber de la existencia de un Retorno de los Conejitos Suicidas.
Simpsonario (DXLVIII)
Director de al menos un par de filmes de culto y pionero en llevar el amaneramiento visual del spot publicitario al lenguaje cinematográfico. La referencia más evidente es Thelma y Louise, título en el que se inspira Marge se da a la fuga, donde nace una profunda amistad entre Marge y la nueva vecina Ruth Powers. Ambas huyen en una loca búsqueda del mundo extradoméstico; Ruth, desesperada por culpa de un exmarido que no le pasa la manutención, le roba el coche un sábado por la noche para comenzar una aventura hacia la libertad. Tampoco hay que olvidar el fantástico Alien que en La canción ruda del dulce Seymour Skinner se rememora con la secuencia de la persecución del jardinero Willie a través de una pantalla de radar. No es la única referencia al clásico del cine de terror y ciencia ficción.
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27.3.07
POR FIN EN MIS MANOS
ESCAPA GÜEY! (IV): EL PRIMER SHOWMAN INCREIBLE MUNDIAL
A finales de los 60 la llamada caja tonta era ya el mejor lugar para convertirse en una celebridad. Los rayos catódicos penetraban en muchos hogares mexicanos. Las familias disfrutaban de lo lindo, en la comodidad doméstica, de largos programas de entretenimiento de fin de semana en los que se sucedían jamonas ligeras de ropa, humor para todos los públicos, cantantes populares y espectáculos circenses. Una formula infalible que también conocimos en España. De todos los programas de este tipo que proliferaron en la televisión del país del tequila y las rancheras el más exitoso y recordado fue Domingos Espectaculares, emitido por el Canal 8 y conducido con singular maestría y ritmo por Neftalí López Páez, a quien podríamos definir como uno de los Joaquín Prats charros (aunque no el único).
Pues bien, un domingo de 1969 el susodicho Naftalí presentó ante los televidentes a Zovek. Lo presentó como un atleta y mentalista mexicano criado en el Tíbet. La proeza que Zovek reservaba a los espectadores debió quedar registrada en el libro de los récord Guiness: nuestro hombre se pasó todo el programa en una esquina haciendo abdominales sin parar. Las cifras dejan patidifuso: durante cuatro horas y cincuenta y cinco minutos efectuó ocho mil trescientos cincuenta movimientos de este cansado y agotador ejercicio físico. A partir de ese momento la presencia del antaño niño poliomelítico se hizo habitual en el programa.
Muy célebre y recordado fue uno de sus números, posteriormente recuperado en una de sus películas: El Ataúd Egipcio. Inmovilizado con una camisa de fuerza, con cinturones agarrando sus piernas y diversas cadenas para rematar la faena, Zovek era introducido en una especie de réplica de sarcófago egipcio que posteriormente se cerraba y remataba con clavos. Sus ayudantes rociaban el reducido habitáculo con gasolina y le prendían fuego. Los segundos pasaban lentamente con la caja ahí, ardiendo, ante miles de acongojados telespectadores hasta que, tachán, las tablas de madera reventaban y nuestro hombre aparecía medio en llamas dando cabriolas y volteretas por el suelo (suponemos que para apagar sus ropas). Cuenta la leyenda que la primera ocasión que practicó tamaña proeza ante las cámaras, en riguroso directo, el escapista mexicano sufrió diversas heridas de consideración y tuvo que ser llevado a un hospital. No es de extrañar que a partir de ese día se convirtiera en toda una celebridad nacional.
De hecho, suponemos que con mejora de contrato incluida, enseguida dio el salto a otra cadena, el Canal 2, y a otro show mediático de similares características: Siempre en Domingo, presentado por otro gran mito de la televisión mexicana: Raúl Velasco. Allí, rodeado de muchachas en bikini que llevaban el rostro oculto tras máscaras de verdugo, Zovek aparecía en el plató con su capa y fajín rojo, pecho al descubierto (previamente depilado) y pantalones dorados y brillantes, con purpurina, a juego con la cinta que recogía su pelo, dispuesto a asombrar cada semana a su público. Al habitual Ataúd Egipcio, o su variación, envuelto en una lona y sumergido en una piscina llameante, se sumaron numerosas e inauditas hazañas: detener con la fuerza de sus mandíbulas una docena de motocicletas, resistir sobre su abdomen varias toneladas de peso, levantar un vehículo safari lleno de gente, y, por supuesto, números de magia y mentalismo, adivinando números, averiguando contenidos de bolsos femeninos, leyendo la mente del boquiabierto público asistente a las galas televisivas.
Siguiendo con las crónicas televisivas, Zovek finalizaba todas sus proezas con un mensaje individualista y de superación:
“Todo ser humano posee un gran potencial que debe ser desarrollado a través del acondicionamiento físico y mediante una evolución mental y espiritual”.
Así acababan sus apariciones, que antes se habían visto precedidas por la presentación del número, por la explicación de cómo se había preparado para ello y, siempre, con una referencia a su pasado en el Nepal y su entrenamiento mental bajo la atenta mirada de lamas y místicos profesores tibetanos.
No hace falta recordar que Chapa del Bosque nunca salió de México. De hecho, toda esta mitología del yoga y el poder mental ya era popular en México. Desde finales de los 50 era exitosa la figura de Kaliman, un héroe también criado en el lejano Tíbet cuyas aventuras radiofónicas eran seguidas por miles de oyentes. Kaliman protagonizó también novelas, tebeos y un par de memorables películas (Kalimán, el hombre increíble y Kalimán en el siniestro mundo de Humanón). Imaginamos que entre los seguidores del serial se encontraba el joven e impedido Chapa del Bosque, recuperándose con esfuerzo en la soledad de su habitación mientras escuchaba, emocionado, la radio. Dejando volar la imaginación y, quizás, realizando mentalmente los primeros esbozos de su futuro personaje. Deudas de infancia al margen, también llama la atención esa insistencia sobre un pasado retirado en lejanos monasterios y montañas. ¿Se trataba de una treta propia del showbisnis o estaba renegando inconscientemente de algún pasaje turbio de su reciente pasado? Fuese lo que fuese, lo cierto es que el mundo del séptimo arte no tardó en llamar a las puertas de Zovek.
Simpsonario (DXLVII)
Director norteamericano clave, son varias las películas homenajeadas en los Simpson: Cape Fear (El cabo del miedo, 1994), remake del largometraje de J. Lee Thompson (El Cabo del Terror, 1962): ambas se parodian (más la primera que la segunda) en el episodio El cabo del miedo, donde el Actor secundario Bob sufre incontables desgracias por el sencillo hecho de haberse cruzado en el camino de los Simpson. En Homer el bailón se recuerda New York, New York cuando Tony Bennet canta la canción de Capital City, una variante del homónimo largometraje de Scorsese donde la intérprete era Liza Minnelli. No faltan claras referencias a Toro Salvaje y Uno de los Nuestros en Más Homer será la caída (una caricatura del biopic pugilístico) y Bart, el asesino (el protagonista sigue los pasos del joven Henry Hill).
26.3.07
ESCAPA GÜEY! (III): VUELO SIN ESCALAS
Nuestro hombre era un tipo inquieto. Aunque su carrera como preparador físico y mental cobraba cada vez mayor enjundia, realizó sus primeros (y tímidos) pinitos para triunfar en el mundo del espectáculo, al parecer recreando en sí mismo un personaje que no tuvo éxito: el agente X-1, un émulo de James Bond. Ya se sabe, era 1966. Sean Connery y el personaje de Ian Fleming estaban en pleno apogeo. Desconocemos en qué consistía este empeño, ni qué demonios pretendía con el personaje ni como iba a triunfar con él si no era cinematográficamente (o si en realidad no se trataba exactamente de una personalidad de ficción, aunque el terreno de la especulación conspiranoica y política lo dejamos para más adelante). Fuere lo que fuere lo que pretendía, la cosa no prosperó. Pero a este primer fracaso en el mundo del showbisnis siguió el éxito profesional en el campo del entrenamiento marcial. Sus alumnos y discípulos, cada vez más numerosos, recibían el titulo de “combatekas” al acabar satisfactoriamente la instrucción.
En el periódico mexicano La Jornada, en un artículo conmemorativo de su muerte que me ha sido de indispensable ayuda para recrear toda esta etapa, se escribía lo siguiente:
“En 1968, Chapa del Bosque dio a conocer Vuelo sin Escalas, un método que acercaba al individuo a la perfección física. Adolfo Álvarez, su asistente, revela que este sistema de acondicionamiento físico fue aplicado a niños, miembros del Ejército, alumnos del Instituto Nacional de la Juventud Mexicana y de escuelas primarias, con excelentes resultados”.Es una pena que, a la escasa información que se tiene sobre los “combatekas” de Zovek, posiblemente una mezcla de karate o judo con algún tipo de lucha más propia del espíritu mexicano (a la que sin duda debe hacer referencia ese imaginativo uso del término “combate”), haya que sumar la absoluta ignorancia de quien ésto escribe sobre la evocadora denominación Método Vuelo sin Escalas, al parecer una revolucionaria combinación de yoga, concentración mental y arte marcial de combate (aunque tampoco es fácil resistirse a fabular con el aire de chamán de Zovek y a la utilización o el símil con drogas psicodélicas) . Hay que destacar dos elementos del párrafo reproducido que serán muy importantes de cara al futuro: por un lado, el hecho de que entrenara a miembros del ejército; por el otro, el vínculo con las instituciones del gobierno mexicano de la época.
De hecho, el nacimiento oficial de El Increíble Profesor Zovek también se produjo al amparo de las instituciones oficiales. Volviendo al reportaje del periódico la jornada:
"El 6 de enero de 1969 realizó su primera gran representación, en un festival organizado por el Instituto Nacional de Promoción y Protección de la Infancia, en el Palacio de Deportes, realizando un escape de una camisa de fuerza”.
No deja de sorprender ese brusco cambio de actividad: un tipo que ya es toda un gurú de la meditación y el arte de la lucha, con discípulos aplicados que lo admiran, que incluso recibe encargos oficiales para el ejército, un buen día se inventa un alterego exótico y se dedica al escapismo que hizo célebre a Houdini o al Kavalier del ganador de un premio Pulitzer Michel Chabon. Cierto es que a Javier Chapa del Bosque siempre le atrajo lo de ser una estrella, pero quién sabe, quizá quisiera dejar atrás una etapa de su vida, la más oscura, como veremos más adelante, entrenando fuerzas paramilitares y usando sus influencias gubernamentales para hacerse un hueco en uno de esos festivales de la infancia de los que todos guardamos un grato recuerdo. Fuera lo que fuera, el camino hacia la fama no había hecho más que comenzar.
BREAKING NEWS: EL OTRO SIMPSONARIO
¿Será el mismo Simpsonario que hay subido al Blog Ausente?
No. La idea es reescribirlo por entero. Habrá muchas entradas nuevas y muchas de las que hay en el Blog desaparecerán. Casi todas serán reescritas tras un nuevo visionado de la serie en su totalidad : tengan en cuenta que el viejo simpsonario tiene sus años y que sólo trataba las primeras temporadas.
¿Y qué pasará con lo que falta por subir al Blog del "viejo" simpsonario?
Nada. Seguirá publicándose al ritmo óptimo: una entrada diaria los días laborables. Últimamente reescribía muchas entradas pero ahora me limitaré a subirlas tal y como estaban. Estamos por la S y no queda mucho para llegar al final. Y creo que me será mucho más útil acabar su publicación precisamente durante los próximos meses.
¿Cómo se verá afectado el Blog Ausente?
Pues como es lógico, durante los próximos tres meses el perfil de contenidos será relativamente bajo. En principio, me gustaría mantener la actualización diaria, pero mis labores radiofónicas como comentarista de cómics en IcatFM continúan, por lo que el trabajo se acumula. Seguramente, las grandes reseñas de joyas de la serie bé y zeta pasarán una temporadita en el congelador dado que son los textos que más tiempo y trabajo me requieren, del mismo modo que los tebeos, por razones obvias, verán aumentada su presencia por aquí. De momento estoy serializando ¡Escapa Güey! Y luego continuaré con un texto inédito escrito hace ya unos años: Sex and Blood.
Para acabar: una importante petición.
Les necesito. Sí. Comenten las entradas del viejo simpsonario. Propongan temas. Puntualicen. Observen. Maticen. Critiquen. Aporten. Todo ello será muy bien recibido. Gracias.
Simpsonario (DXLVI)
Peligroso terrorista internacional, creado a imagen y semejanza de Ernst Stavro Blofeld (jefe de la organización Scorpia) y demás villanos de las películas de James Bond, para quien trabaja Homer, sin enterarse absolutamente de nada, en el episodio Sólo se muda dos veces, plagado de referencias al imaginario del agente 007.
Índice del Simpsonario
25.3.07
ESCAPA GÜEY! (ANNEXO): ACTO DE ESCAPISMO
La INTRO y GUÍA de Escapa Güey!
24.3.07
ESCAPA GÜEY! (II): CINTURÓN NEGRO
El joven Chapas del Bosque era ya una persona normal. O no del todo. Rápidamente acudió a la escuela, donde enseguida dio muestras de que intelectualmente no había perdido el tiempo. Pero claro, era, aún, un adolescente enclenque que pronto se convirtió en objeto de burlas y caneos por parte de sus compañeros. Ya se sabe como son estas cosas, y más teniendo en cuenta que en clase el joven Chapas del Bosque se comportaba como el típico sabelotodo, despertando la ira de sus embrutecidos compañeros. En esos momento de humillación adolescente a la hora del recreo de nuevo apareció la figura de su tío médico, el cardiólogo que le ayudó a dejar atrás la desgracia de la enfermedad: “Francisco Javier, guey, tú lo que has de hacer es aprender lucha libre y artes marciales, y se van a enterar esos pendejos".
Estamos a finales de la década de los 50, y aunque la lucha libre ya era el deporte nacional de México (el mítico Santo el Enmascarado de Plata comenzó a ganar sus primeros títulos en 1942, mucho antes de lanzarse al estrellato cinematográfico), con el tema de las artes marciales demostró ser un adelantado a su tiempo: aún faltaban muchos para que las pantallas se poblaran de bruces lees, wang yus y demás chinos saltarines. Y Zovek, de nuevo gracias a su empeño y voluntad, se convirtió en un auténtico cachas que ya a los dieciocho años, según cuentan las crónicas, asombró a sus compañeros de instituto al ser capaz de resistir y soportar con la fuerza de su mandíbula, la potencia de dos coches y dos camiones a una cuerda sujetos (en una modalidad que luego sería célebre gracias a los campeonatos de El hombre más fuerte del Mundo). Y también, dicen, era capaz de levantar una tabla con más de media docena de personas sobre ella. ¡El joven Chapas del Bosque era ya todo un Maciste!
Pero nuestro hombre no se limitó a la mera fuerza física. También entrenó su cerebro. Filosofía Zen, yoga, telepatía, mentalismo. Todo un mejunje filosófico oriental llevado a la práctica mucho antes de que los jipis y los aficionados del new age empezaran a practicar tai-chí en las puertas de sus residencias. En palabras de uno de sus hijos, Zovek encarnaba el “Materialismo de proyección espiritual cósmica”. Y no sólo eso, también estudió la “mexicanidad”, el espíritu propio de su tierra, acercándose así al chamanismo. Y poco a poco comenzó a labrarse una modesta reputación de maestro en el arte de la lucha y la meditación y a tener los primeros discípulos a quienes instruir.
La INTRO y GUÍA de Escapa Güey!
LA VIRGEN Y EL WAFFEN SS
23.3.07
Simpsonario (DXLV)
Lisa: "Mi mejor amigo es mi saxo". El instrumento predilecto de Lisa, que toca blues cuando está triste y melancólica inspirada por el jazz afroamericano. Y, como pasa con los músicos negros, es también la mejor manera de expresar su interior. Que forma parte intrínseca de su personalidad se percibe ya desde la entrada de la serie cuando, durante las pruebas de la orquesta del colegio, se lanza en un solo que derrite, siendo expulsada del del aula poseída por el éxtasis poético-sonoro. En el concierto escolar del episodio Bart, el temerario sus solos suenan desgarrados; en El pony de Lisa la niña se pelea con su padre porque no le ha conseguido la lengüeta necesaria para evitar una pésima exhibición en la escuela; en Vocaciones separadas descubre en un test de psicoaptitud que sus dedos son demasiado rechonchos para usar las teclas del saxófono.
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22.3.07
MACHOTES MUSCULADOS Y SEMIDESNUDOS
Mañana se estrena 300, la adaptación del exitoso álbum de Fank Miller llevado a la pantalla grande por Snack Snyder. La semana pasada tuve la oportunidad de acudir al pase de prensa del filme. Debo reconocer que acudí no tanto como curioso aficionado a los tebeos ni como devoto de la obra de Miller. Lo primero sería falso porque no lo hice ante las adaptaciones de Los 4 Fantásticos, el último Superman o el Motorista Fantasma. Lo segundo también porque aunque fanático de sus Daredevil (el tebeo que con su edición de Forum de mediados de los 80 me reconcilió abruptamente con los superhéroes tras una etapa personal de listilla adultez gilipollesca), Batman o Sin Citys debo reconocer que 300 me produjo cierta frialdad tras la lectura. A ver, gráficamente es espectacular, el uso del formato apaisado y de la narrativa portentoso, pero no acabé de entrar en los detalles argumentales de una historia de machotes épicos y belicosos que entonces no supe disfrutar. Nunca entendí el éxito de ventas ni de crítica ni todos esos premios que arrastró en 1999. Como tampoco entendí la por entonces polémica de moda: ¿era una obra facha y reaccionaria? Yo entiendo que no, ya que se limitaba a idealizar estéticamente un conflicto bélico y hecho histórico que se ha convertido en legendario y, por lo tanto, muestra de protodeformación pOp de la realidad. Es obvio que las crónicas de Heredoto eran subjetivas (y mis lectores historiadores podrán matizar, si les apetece) y realizadas por el que perdió la batalla pero ganó la Guerra. Es curioso porque ese mismo debate, el de si una película de machotes es reaccionaria y si eso es un instrumento de crítica válido, ya se está reproduciendo ante la adaptación fílmica.
A lo que iba. ¿Y qué coño era lo que más me interesaba a mí de 300 para acudir raudo y veloz a un pase de prensa? Pues Snack Snyder. Su Amanecer de los Muertos, remake del Zombi de Romero y Argento, es uno de los mayores placeres cinematográficos que he tenido en el último lustro, seguramente sólo superado por la primera entrega de Kill Bill. Así que tenía fe. ¿La sigo teniendo? Buena pregunta, y meollo de la cuestión. Pues a medias. 300 me gustó, aunque la encuentro inferior a la anterior obra zombificante. Para matizarles la cuestión, sepan que de la gente con la que pude hablar tras el pase, yo era el más entusiasta, como suele pasarme. Y que incluso eran muchos los que renegaban. Vaya por delante que yo era el tipo más viril de la sala (había mucho critico profesional, sí), y que por tanto era quien más podía empatizar con ese arrebato de epicidad desmelenada y absurda que propone el filme desde su inicio, por no hablar del festival de violencia y gore sublimados estéticamente.
¿Es una buena adaptación? A mi juicio sí. Aparentemente muy fiel, reproduce íntegramente la mayoría de diálogos y viñetas (los ojos de los actores, por ejemplo, están retocados para hacerlos 100 % Miller). Estéticamente es potente, aunque sólo supone un continuismo parcial y menos elaborado de lo que Rodriguez, Tarantino y el propio Miller hicieron con Sin City. Así que si leyeron el tebeo sepan que no van a encontrar mucho más (si acaso, algunos, menos) y que argumentalmente el único añadido, rinoceronte a parte, es el desarrollo del personaje de la esposa del Rey Leónidas (oigan, que bien plantado queda Gerard Butler) y el protagonismo que adquiere como eje de una trama de conspiración palaciega (muy propia de todo peplum que se precie). Podemos preguntarnos el porqué de ese cambio: aligerar el metraje de batallas, alargarlo quizás, incluir sexo heterosexual (la película es evidente que hará disfrutar de lo lindo al público del otro lado de la calle, el entendido) o cumplir con la cuota de la igualdad de sexos, medida políticamente correcta contrarrestada con una escena de agresión sexual continuada con otra de venganza violenta, todo muy ñam ñam desde el punto de vista ausente que disfruta de lo básico y lo pulp.
Y ahí quería llegar yo. A lo pulp, a lo desmelenado, a lo básico, a lo inmediato. Todo virtudes que el 300 cinematográfico cumple con creces. He leído por ahí que un crítico usaca ha dicho que 300 es un mal cruce entre Harryhausen y Leni Riefenstahl. Hermosa comparación (y una sandez: tamaño cruce jamás dará mal resultado), aunque hay que matizarla: Harryhausen está presente (en ese gozoso momento en el que los espartanos gritan borrachos de muerte ante el hundimiento de parte de la flota persa, por ejemplo). Sí, Jason y los Argonautas está presente (como lo está Mad Max 2 en la escena del monstruoso armario encadenado al que lanzar contra los espartanos) pero aún más lo están todas esas gloriosas epopeyas de serie bé italianas protagonizadas por Maciste y demás machotes, y que ideológicamente también podían resultar ambiguas (recuerden los vínculos con Mussolini). Y ahí está lo más hermoso de todo, esa especie de adaptación ciberpunk y borderline del peplum simple y pOp de toda la vida. Si recuerdan, antes decía que aparentemente era una adaptación fiel, pero ese ánimo betoso no creo que estuviera dentro de la obra de Miller, por lo que hay que atribuírselo a Snyder.
De hecho, La Batalla de las Termópilas ya tuvo una versión peplum, aunque no italiana: The 300 Spartans (Rudolph Maté, 1962), aquí estrenada en su momento como El León de Esparta. En un acto de documentación ausente, estuve revisándola el pasado fin de semana. Un peplum modesto y básico hijo de su tiempo en el que curiosamente muchos vieron una parábola sobre la Guerra Fría entre soviéticos y yanquis. Contemplar la peli del 62 es cerrar un círculo, ya que Miller siempre ha dicho que le impacto en su infancia (la muerte del héroe, algo tan milleriano que cae por su propio peso) y que ahí está la génesis de su 300. Salvando las distancias estéticas entre ambas, es cierto que son y explican lo mismo. El fondo pOp es el mismo. El 300 del 2007 no da, en realidad, ni más ni menos que El León de Esparta de hace 45 años. Tan sólo las diferencia la voluntad de impacto visual propia de unos tiempos tan manieristas y posmodernos como los actuales. Por cierto, he decorado el post mayormente con carteles de la película vieja, que así queda todo más bonito y más ausente.
Y ya que hablamos de actualidad, anotar que me hace mucha gracia la visión de Choque de Civilizaciones a la que se han apuntado los iraníes. Es cierto que las Termópilas son el Álamo de la cultura mediterránea occidental; y de la misma manera que el Álamo debe repatear a los mexicanos, las Termópilas repatearán a Oriente Medio, pero quejarse de ello me parece tan ridículo como si el papa de Roma se quejara de la visión de la cultura celta que se da en el Excálibur de John Borman. Hoy en día los Ayatolás lapidarían sin problemas a los paganos persas, si los hubiere. Además, todo depende del punto de vista que quieran darle al tema, al fin y al cabo las Termópilas representa la lucha de unos pocos contra un imperio invasor. Y estarán conmigo en que si actualmente hay un Imperio ese son los EEUU, lo cual pondría a los iraníes en el papel de heroicos espartanos. Una posible lectura que los antaño persas han despreciado.
Ya para acabar, decirles que también releí el álbum de Miller, que me gustó más que en la remota lectura anterior. Quizá el filtro fílmico me haya ayudado a disfrutar de él. Y no sólo eso, sino que encima me acerqué de nuevo a la visión mucho menos heroica y más mundana que nos ofrecieron Oesterheld y Breccia en el último episodio de Mort Cinder, curiosamente realizada poco después del estreno de la película de Rudolph Maté. Y ni qué decir tiene que viniendo de quien viene (los dos grandes maestros de la historieta argentina) resulta tan o más recomendable que el 300 de Miller.
Simpsonario (DXLIV)
Figura emblemática del imaginario estadounidense, con perspectivas contemporáneamente simbólicas, religiosas y de consumo (no por casualidad su definitivo impulso e imagen actual vino de la mano de Coca-Cola). Es el trabajo que se ve obligado a aceptar Homer para poder ganar un poco más de dinero y adquirir regalos navideños en Sin blanca Navidad. Accede al trabajo gracias Barney, que también lo ejerce y le advierte del exigente proceso de selección para desempeñar el papel (una muestra del evidente cinismo de la serie ya en su primer episodio emitido). Homer asiste a clases para ser un buen Santa Claus y Bart se pregunta cómo su padre ha podido caer tan bajo.
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21.3.07
ESCAPA GÜEY! (I): EL TRIUNFO DE LA VOLUNTAD
El que sería popularmente conocido como El Increíble Profesor Zovek se llamaba en realidad Francisco Javier Chapa del Bosque. Había nacido en abril de 1940 y sus progenitores, Francisco Chapa y Julieta de Bosque, formaban parte de la clase media de Torreón, la perla de La Laguna, ciudad obrera cuna de la industria y el ferrocarril mejicanos. Eran una familia tradicional y rígida, cosa ésta que no evitó que el infante Zovek ya a los cinco años se dedicara a escribir cartas de amor a la descomunal Tongolele, exótica rumbera de la época. Tan precoz instinto pajero parecía dejar claro que el glamour y el mundo del espectáculo le atraían sobremanera. Pero la vida del joven Chapa del Bosque enseguida se topó con la desgracia. La poliomielitis lo convirtió pronto en un discapacitado aparentemente condenado a pasar el resto de su vida postrado en una cama. Sus padres así lo daban por hecho y, tras mucho rezar, perdieron la esperanza. Zovek, pero, no se resignaba y empezó a forjar una leyenda que, en esta primera fase daría para una buena telemovie o un Estrenos TV de sobremesa o, yendo mucho más allá, un emotivo largometraje de Amenábar que impulsaría a Javier Bardem a las puertas del Oscar de la Academia con una interpretación que imaginamos portentosa, llena de detalles, caracterización y sufrimiento.
El Joven Chapa del Bosque, en su limitado reducto doméstico, pasó años leyéndolo absolutamente todo sobre héroes mitológicos, sobre tipos fortachones en sandalias como Hércules o Sansón; es de suponer que también en está época conociera las hazañas del gran Houdini, el más célebre de los escapistas, ya saben, un tipo valiente que atado de pies y manos ponía en riesgo su vida metiéndose en baúles herméticos cubiertos de agua y cosas similares. ¡Quién sabe si el pequeño Chapa del Bosque no veía en el Houdini inmovilizado a base de correas y cadenas a sí mismo, esclavo de la Polio!
Es aquí cuando surge la importante figura de su tío, un cardiólogo que un buen día se plantó en su habitación con una tabla y un tabique (bases de la futura teletienda actual) y le dijo que, con esfuerzo y dedicación, podría recuperarse. Y así, en secreto, nuestro joven, con el cerebro repleto de Macistes, empezó o a sudar de lo lindo a base de flexiones y demás ejercicios. Horas, semanas, meses, hasta que un buen día reunió a su familia y, para asombro de padres y allegados, Zovek caminó. “¡Milagro, milagro!” gritaban. “Nada de milagros, es mi propia voluntad la que me ha hecho caminar” cuenta que fue su respuesta. Como ven, nuestro hombre no sólo había superado la enfermedad sino que también daba sobradas muestras de ir más allá, de reivindicar no sólo el esfuerzo físico sino también el tesón mental, lo racional (la voluntad del individuo) frente a lo sobrenatural (el milagro jaleado por los familiares). Sin olvidar que en esta memorable demostración doméstica ya hacía gala de la teatralidad necesaria para triunfar en el mundo del circo y el espectáculo.
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La INTRO de Escapa Güey!
Simpsonario (DXLIII)
Cero Negativo, y por tanto rarísimo, es el grupo sanguíneo de Mr. Burns quien estará a punto de morir en Sangrienta Enemistad; el único en poseer el mismo tipo es Bart. El niño, convencido por su padre, se expone a una dramática transfusión de sangre convencido de que algo recibirá a cambio en un episodio que pervierte muy sutilmente el concepto de la moralaja.
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20.3.07
ESCAPA GÜEY! (INTRO)
“Del Más Allá vienen mensajes que no logramos descifrar. La causa de lo que ocurre son misterios que quieren advertirnos o nos están avisando de un peligro oculto o la necesidad de una renovación, y por inexplicables circunstancias no pueden llegar directamente a nosotros y se valen de medios que chocan con fuerzas contrarias, causando cataclismos y desastres. Quizás sea eso y nunca llegaremos a saber de qué se trata y sigamos ignorantes de las ordenes ocultas que se nos envían. Se ha estado demostrando que los planetas que nos rodean son inhabitables y por eso quizás en estos momentos seres de esos mundos, en algún lugar de la Tierra, nos están invadiendo y cuya apariencia es igual a cualquiera de nosotros: a su amigo, a su vecino o a la persona que en estos momentos está sentada ¡Al lado de Usted!”
Con este discurso se despide el narrador de los, sin duda, perplejos espectadores de La invasión de los muertos (René Cardona Sr., 1971). Segunda y última de las apariciones cinematográficas del Increíble Profesor Zovek y genuina muestra de cine chatarra mexicano que guarda tres paralelismos con la célebre Plan 9 from Outer Space de Ed Wood:
a) podría competir con ella por el título de peor filme de la historia;
b) el argumento es el mismo: a los extraterrestres no se les ocurre mejor plan para invadir nuestro planeta que resucitar a los muertos;
y c) al igual que pasara con Bela Lugosi, la muerte sorprendió a Zovek antes de finalizar el rodaje y el productor, René Cardona Jr., se vio obligado a contratar al enmascarado luchador Blue Demon para finalizar el metraje.
Pero... ¿Quién era El Increíble Profesor Zovek? ¿Merece nuestra atención tan sólo por haber protagonizado un par de descacharrantes películas de fantaciencia Mad Mex? Ni mucho menos: Zovek era el Houdini mexicano, el más celebre escapista que ha dado el país de los frijoles; también era maestro e instructor de artes marciales, profesor Zen, faquir, estrella de la televisión, columnista de prensa, héroe radiofónico y su muerte, mientras ejecutaba un complicado equilibrio colgado de un helicóptero, aún hoy se recuerda y está rodeada de misterios y algunos rumores (para nada fiables) la vinculan a las actividades y grupos paramilitares que protagonizaron La Matanza del Jueves de Corpus, en 1971. Zovek dejó esposa y cuatro hijos (uno de los cuáles prosigue con el circense legado familiar), una familia destrozada que, con el tiempo, abrazaría La Biblia como camino de salvación. Ésta es su historia.
I. El Triunfo de la Voluntad.
II. Zovek, cinturón negro.
III. Vuelo Sin Escalas
IV. El primer Showman Increíble Mundial.
V. Contra la perfidia del Doctor Druso.
VI. La invasión de los muertos.
VII. Se mató Zovek.
VIII. Los temibles Halcones.
IX. La saga de los Zovek.
X. Epílogo Popular.
Anexo I : Performance escapista.
Anexo II : El Ataud Egipcio.
Texto original publicado en Mondo Brutto 33 (febrero de 2005), levemente corregido y ampliado por el autor para su publicación seriada en este blog. Los hechos y sucesos narrados están parcialmente fabulados en honor de un héroe pOp de carne y hueso, por lo que hay partes que sin duda se alejen de la realidad.
LA GUERRA INVISIBLE DE ANTON LAVEY (y X): CONCLUSIÓN
"Estas son las principales armas que se están utilizando hoy en día. En tanto en cuanto las respuestas neurológicas afectan a todo el organismo físico, hay que subrayar que los males o enfermedades físicos pueden originarse en la desmoralización creada y mantenida por cualquier agente de guerra. Ser consciente de estos agentes puede minimizar la desmoralización innecesaria en aquellos que deseen conservar su instinto de supervivencia."
Bueno, pues hasta aquí llegó la entrega, seriada en diez partes, de La Guerra Invisible de Anton Szandor LaVey, texto digamos que clásico de la conspiranoia más enajenada, donde el satanista cool más conocido de los EEUU daba rienda suelta a una prosa entrecortada y nerviosa para desvelar inauditas sospechas que explican la Sociedad Borderline Post-Industrial. Una de las conclusiones más inmediatas que puedo entresacar es que el tiempo libre es una peligrosísima máquina para la desmoralización del ser humano al permitirle pasar largas horas ante la televisión o acudiendo a espectáculos multitudinarios, que a la práctica son lugares e instrumentos para abducirnos en masa hacia una desconcertante hipocondría sedienta de baja intensidad. La desinformación es total, el fin de semana es peligrosísimo, el control del clima un arma terrible si se usa para, atención, favorecer el tiempo soleado, la comida basura está contaminada, la droga es mala y somos constantemente atacados por ultrasonidos y subsonidos. Yo no se ustedes, pero a mí La Guerra Invisible de Anton Szandor LaVey me parece de una belleza pop sin igual.
19.3.07
Simpsonario (DXLII)
El episodio Yo amo a Lisa muestra numerosas estampas del día de los enamorados en Springfield. Homer, obviamente, no lo recuerda y debe comprar un regalo de urgencia (un pastel caducado con forma de corazón) mientras Lisa, en un intercambio de felicitaciones propuesto por su maestra, le entregará por piedad una a Ralph, desencadenando el enamoramiento del hijo de Jefe Wiggum. Otros detalles que muestran el ánimo destructivo de los guionistas para con el 14 de febrero son el enésimo trauma de Skinner en Vietnam, el escueto recortable de cupido grapado en el tablón de anuncios del Castillo del Jubilado mientras el abuelo Abe comenta el caracter méramente comercial de la celebración, los corazones de vaca del menú escolar o el inevitable episodio gore del Show de Rasca y Pica.
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