11.7.06

Simpsonario (CDLIII)

Pasta

Es el dinero por sí mismo, la posesión de las monedas contantes y sonantes, el deseo de los verdes billetes de banco, en fin, la búsqueda privada de toda inversión especulativa, afectiva y recreativa. Por una parte Burns y por la otra Homer son una demostración elocuente de ello. La acumulación de capital por parte del viejo no sirve para hacer que su existencia sea más cómoda o feliz, al contrario, a pesar de los nuevos e ingeniosos sistemas para enriquecerse, él continúa viviendo de manera mezquina, frugal, parsimoniosa. La gestión por quiebra de los escasos recursos de los Simpson no impiden que Homer repita los mismos errores en la crónica ineptitud de distinguir las ocasiones reales de beneficio concreto del falso lucro de pocos centavos.

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