26.6.06

TRESCIENTOS TREINTA Y TRES DISCOS PARA AGITAR EL BOOGALOO ENCEFÁLICO # 010/333

Dexys_WEB


DEXYS MIDNIGHT RUNNERS : SEARCHING FOR THE YOUNG SOUL REBELS (1980)

El primer álbum de los Dexys Midnight Runners se abre con un dial de radio que recorre emisoras británicas, en medio de interferencias se puede percibir a Deep Purple, los Sex Pistols y The Specials, tras lo cual se hace el silencio para que Kevin Roland arengue a los suyos y se inicie, entre yeahs vindicadores, la tremenda Burn it Down, primera muestra de lo que es el disco: un festival de trompetas, órgano Hammond (a cargo de Mick Talbot, futuro 50% de Style Council) y la peculiar voz de Roland a la mayor gloria del soul, para la ocasión blanco y proletario. Esa vena de reivindicación de los lazos británicos con la soul music ya empieza con el curioso nombre de la banda, Dexys Midnight Runners, es decir, los "corredores nocturnos de Dexydrina", un recordatorio de los mods que se largaban al noroeste de Inglaterra a bailar todo el fin de semana como posesos y bajo los efectos de la anfetamina. Northern Soul y speed. Hermoso concepto. La Búsqueda de los jóvenes rebeldes souleros continúa en un disco plagado de perlas que van desde ese hit inmediato que da un tratamiento skatalítico al soul que es Geno al poder hipnótico de la inigualable Seven Days is too long. Por en medio baladas tremendamente tatareables y frenesí bailongo por doquier, pasando por instrumentales donde Mick Taylor se luce (The Teams that Meet in the Caffs) o susurros abrúptamente interrumpidos por una afiladísima sección de vientos (I'm Just Looking). Y es que en eso, en los vientos, este disco es tremendo. ¡Que trompetas, señores! Las trompetas del Juicio Final para que los muertos se levanten a bailar. Y luego está la curiosa y extraña voz de Kevin Roland metida en la árdua tarea de hacer suyo el espíritu negro, y no sólo lo consigue sino que despeja cualquier duda sobre sus aptitudes vocales con tremendas baladas (I Couldn't Help It I Tried) y, sobre todo, con ese orgiástico homenaje al falsete acelerado que es Thankfully Not Living in Yorkshire It Doesn't Apply, ideal para el baile sincopado pero perfecto e indispensable en cualquier guateque que se precie. Dos años después de esta obra maestra soulera nacida en medio de la efervescencia nuevaolera, los Dexys perdieron su muy cool pinta de estibadores portuarios para reconvertirse en granjeros con peto y manufacturar Too-Rye-Ay, otro pedazo de disco que proponía un contagioso híbrido entre soul y folk celta que dió la vuelta al mundo, hasta el punto de convertir su hit Come on Eileen en uno de los himnos por excelencia de los holligans borrachuzos.

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