Primer post del 2005 y como pueden comprobar, cargado de optimismo y bueno sentimientos. El viernes por la tarde instalé mi flamante pentium 4. El sábado todo marchaba sobre ruedas. El domingo decidí conectar mi querido escáner, que tan útil me ha sido, y fue entonces cuando se produjo un conflicto de controladores y la conexión de internet dejó de existir. No me reconocía la tarjeta de red incorporada. Tras mucho y desasosegante rato como un imbécil frente a la flamante pantalla plana de los cojones tuve la feliz idea de reinstalar el sistema operativo. En el minuto 34 de instalación el ordenador se reiniciaba de nuevo en modo instalar en un bucle aparentemente infinito que acabó de la peor manera posible. La informática es una puta mierda y mi cerebro ausente se colapsó en una especie de depresión post parto que me sumió en la laguna de la nada. Mi tiempo pajero es oro y perder todo un fin de semana montando un ordenador primero y quemando neuronas después ante una pantalla de la que sólo aparecen cosas raras y problemas de windows no es algo que me alegre sobremanera. Y así, con un par de pelis a medio ver, unos cuantos post en mente (que necesitan de alguna que otra imagen escaneada) y aún recuperándome de mi feliz regreso al estado sólido (gracias a los excesos) este blog se ha quedado todo un fin de semana sin actualizar y encima lo hago con un post tan de mierda como éste.
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