9.11.06

MURDER MORPHINE

True Crime Comics 2


Jack Cole fue uno de los grandes maestros de la Historia del Cómic, aunque los lectores españoles no hemos tenido suerte: su obra maestra, el Plastic Man de la Golden Age, permanece inédito por estos lares. Cole era PoP en estado puro, un artista adelantado a su tiempo y de portentoso dinamismo. Lo que les dejo a continuación es una de sus historietas, Murder Morphine and Me, publicada en el segundo número del comic book policíaco True Crime Comics.

EYERINGA


Esta majestuosa viñeta, procedente de la segunda página, con la muchacha protagonista aterrada y a punto de saber qué se siente cuando un junkie de morfina en pleno mono te clava su jeringuilla usada en un ojo, forma parte de la historia del cómic. El siniestro doctor en psiquiatría Fredric Wertham, el autor del célebre y polémico ensayo La Seducción del inocente, la escogió para ser una de las que mostrar ante el Comité del Senado de los EEUU para la Delicuencia Juvenil en su comparencia; una imagen perfecta para enseñar a los honorables senadores lo perjudiciales que podían ser los tebeos para los adolescentes norteamericanos. Daba igual que se tratara de una revista dirigida al público adulto y daba igual que la historieta, en sí, fuera una fábula moral no sólo sobre los peligros del consumo de droga sino también sobre la desgracia de dejarse tentar por el dinero y convertirse en la novia de un traficante. La viñeta, además, representa un momento onírico, el final de la pesadilla que atormenta noche tras noche a la protagonista, Mary Kennedy, y que le sirve de punto de partida para explicar su trágica historia. La industria, ante el peligro de la censura externa en plena era de paranoia, optó por ser ella misma la encargada de vigilar celosamente los contenidos, naciendo entonces el Comic Code, ese sellito que hasta hace bien poco venía estampado en la portada de casi todos los tebeos norteamericanos.

Ni qué decir tiene que, lejos de su tonillo moral sobre lo terrible de la necia droga y la desgracia que causa a los que están a su alrededor, la historieta es un must gráfico por muchos factores. La viñeta onírica comentada (sueños y ojos, qué apropiado), la primera plancha (con esa gran jeringuilla de la que cuelga un anoréxico diablo), la plasmación gráfica (y sensual) del amor a primera vista con que se inicia la página cuatro, la forma en que el traficante despierta a su amante en la página diez (con la mano imitando a una persona y diciendo bang bang)... Por no hablar de la majestuosa composición de páginas, el dinamismo de los personajes, el rotulado del texto como parte de la historieta, el uso del argot en los textos, el tono de realismo pop propio del thriller negro. Vamos, una maravilla incomensurable. Por cierto, la reproducción no es la mejor, pero es lo que hay. Y no les extrañe ese bitono rojo y verdoso: piensen que procede de una reedición en 3D, así que cojan sus gafas de colores para disfrutarla mejor (porque todo lector de este Blog Ausente debería tener unas siempre a mano). A quién se le ocurre: un tebeo sobre drogas en tres dimensiones.


Murder morphine and me 01

Murder morphine and me 02

Murder morphine and me 03

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Murder morphine and me 05

Murder morphine and me 06

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