10.10.07
DESDE SITGES CON ARDOR (XXVII): A L'INTERIEUR
"Pastel de sangre" comenta MAB, a la salida, y prosigue "Pastel de sangre, una etiqueta hoy en desuso que describe a la perfección lo que acabamos de ver". Pues sí. La Francia de Sarkozy y las revueltas suburbanas desea expresarse cinematográficamente a base de violencia gratuita y excesos gore. Gore con embarazadas y a media luz. No se engañen, la película es mala, los personajes, tontos y planos, aparecen en escena con el único propósito de ser degollados, desangrados, desfigurados o lo que toque y todo lo que va a pasar nos lo imaginamos cinco minutos antes. Pero Sitges siempre recibe con los brazos abiertos este tipo de cine cafre. "Vete a ver Heidi" a exclamado un espectador ante los primeros silbidos, que, claro, han cesado de inmediato. Porque el Grand Guignol es lo que tiene, que va a lo que va, directo a las entrañas, en esta ocasión con una psicópata con pelos de fantasma japonés y guantes de giallo. Sin sutilezas y a lo burro. Nada que objetar: a las nueve de la mañana este tipo de zine es como un café doble, cargado y sin azucar. A la salida, he notado al sector femenino de la sala algo inquieto. No me extraña, demasiadas interioridades al descubierto.
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