30.11.08
CALOR BLANCO
Las barras de uranio en la boca no molan. Pese a todo, Wertham no entendió el mensaje de Lee Elias. Gracias Fruno por la portada. Visiten su blog simpsónico con espacio para los papas de Bender.
DEFINITIVAMENTE JAIMISTA
Hace cosa de dos décadas, si se me daba a escoger entre uno de los Hernández Bros., mi respuesta era inmediata: Beto. Claro que por entonces Palomar estaba en su momento más dulce y a Jaime los veía como más titubeante. No le acababa de entender, o algo. Hoy mi opinión es la contraria y, tras la lectura de La Educación de Hopey Glass (La Cúpula, 2008), creo que no admite réplicas. Mi gozo lector, sumergido en la lectura, ha sido enorme. Jaime Hernandez ha alcanzado un control tal del lenguaje narrativo que es que es impresionante. Sus elipsis entre viñetas, esos cambios de escena, de una viñeta a otra, están ahora tan controlados que ni se perciben. Y las dos historias largas del álbum, a mi gusto muy bien editado por La Cúpula (y que huele bien, que coño) son fantásticas. Supone, además, reencontrarse en castellano con los personajes de Locas en las nuevas historietas del segundo volumen de Love and rockets. Y ese reencuentro no puede ser mejor.
La educación de Hopey Glass consta, básicamente, de dos historias largas fragmentadas en lo que eran entregas de seis o siete páginas publicadas en Love and Rockets. Es bueno tener en cuenta el dato ya que agrupadas como unidad muestran una coherencia absoluta. La primera (y que da título al volumen) está protagonizada por Hopey, una de las Locas, en un periodo de cambio e incetidumbre tanto sentimental (ruptura de pareja) como por una insospechada perspectiva laboral. Si ésta es excelente, la segunda historia larga es aún mejor. La protagoniza Ray, antiguo ex de Maggie, y es un relato absorvente con mucho de thriller de serie negra pero que va más allá y se hace difícil de explicar. Por otro lado, en ambas historias la figura (y el recuerdo) de Maggie (la otra Loca) la acaban por convertir en fantasmal protagonista de una forma sabia y magistral. Miren, yo, como opinador de cómics, soy poco de fiar: es difícil que un tebeo no me guste y fácil que me deje llevar por el entusiasmo, peor es que esto, esto... esto es la Hostia. Uno de los tebeos del año, sin duda.
29.11.08
LO ZOMBI Y EL DESPERTAR SEXUAL
La Crónica de Juan Carlos Paredes de la XIX Semana Internacional de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastian me ha recordado un cortometraje que también pudo verse en Sitges: I Love Sarah Jane, de visionado imprescindible para los aficionados a Lo Zombi. En sus 10 minutos plantea de manera eficaz algunos conflictos típicamente preadolescentes en el marco de un Apocalipsis Zombi. Les dejo el tutubo, en versión original subtitulada al italiano, y recomiendo no demoren mucho su visión, ya que me da que no durará mucho.
28.11.08
LA LLAMADA DEL HORROR
Niñas, risas y muñecas. Tan impresionante como causa de mil y una inquietudes.
LA ENAJENACIÓN QUE DESAFIÓ AL MUNDO (LXXIII)
"Considerando al cerebro de S. E. el Jefe del Estado Generalísimo Franco como una gracia con que Dios nos favorece a todos los españoles, y estando en el ánimo de todos nosotros seguir en las filas al servicio de España, don Jose Luis Pita Carucho SUPLICA que todo su ser orgánico sea puesto al servicio del equipo médico que atiende a S.E. para dar en lo que fuese preciso más vida a S.E. poniéndome todo a su disposición, y es de lamentar que no esté perfeccionado al ciento por ciento los transplantes de cerebro para que el de S.E. no pereciese y sirviera mi cuerpo como vehículo del suyo, ya que cuento con treinta y dos años de edad".Detalle de la instancia de súplica del empresario gallego de piensos Pita Carucho (noviembre, 1975). Obtuvo respuesta del Gobernador Civil y pueden leer toda la historia (Ofrecí mi cuerpo porque quería que me trasplantaran el cerebro de Franco) aquí, a donde llego gracias al comentario de Odemo. Los transplantes de cerebros, esa institución pOp que tanto hemos reivindicado por aquí, se enriquecen por fin con una joya de la enajenación celtibérica.
27.11.08
ENVIADO ESPECIAL : XIX Semana Internacional de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastian
Por cuarto año consecutivo (ver 2005, 2006 y 2007) Juan Carlos Paredes, corresponsal español de la mítica cabecera L'Écran Fantastique, tiene la gentileza de enviar (también a Maese Spaulding) su crónica de la edición 2009 de la Semana Internacional de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastian. Así que les dejo con Juan Carlos, gran amigo donde los haya (y también polémico en sus gustos).
San Sebastián 2008
XIX Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror
por Juan Carlos Paredes
XIX Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror
por Juan Carlos Paredes
Es un misterio cómo lo consigue, pero la Semana de cine Fantástico y de Terror de San Sebastián se supera continuamente. El pasado noviembre vivió de hecho una de sus mejores ediciones: filmes de calidad, cuidada selección de cortometrajes, selecto reconocimiento a Frank Henenlotter, una retrospectiva de cine animado japonés, clásicos recuperados y exhibidos con copias nuevas en 35 y un emotivo homenaje a John Phillip Law ha sido el suculento menú que se nos ha presentado y del que hemos disfrutado, cómo no, en un Teatro Principal repleto de los incondicionales freaks que cada año transforman esta vetusta sala en su venerado santuario.
Si el pasado año se abrió y cerró el festival con dos largometrajes españoles, para esta ocasión se ha preferido dejar ese honor en manos yanquis, que viste más. Para la clausura se apostó por lo seguro: Surveillance (2008) de Jennifer Lynch venía de triunfar en Sitges y no decepcionó tampoco en San Sebastián. Para la apertura, la cosa encalló al tomar otros derroteros. The Alphabet Killer (2008), de Rob Schmidt hubiera funcionado mejor proyectándola una tarde como acompañamiento a otras cintas de mayor fuste, pero arrancar todo un festival le vino demasiado grande. Cuando se estrene, si se estrena, esta consabida historieta de un serial killer y una policía esquizofrénica pasará desapercibida, ya lo verán. Exactamente igual que Midnight Movie (2008), de Jack Messitt, cuya premisa es un tanto original (los espectadores de una cinta de terror en blanco y negro son asesinados dentro de la propia película), pero luego se convierte en una slasher más, de esas que a los diez minutos los “actores” ya están tardando en ser destripados.
Tampoco llegará a nuestras pantallas, aunque por diferentes razones, Idiots and Angels (2008), el último largo de Bill Plympton, del que cada vez echo más de menos sus cortos. Si llegarán, sin embargo, los otros dos títulos norteamericanos presentados en el certamen: City of Ember - En busca de la luz (2008) de Gil Kenan y Repo! The Genetic Opera (2008) de Darren Lynn Bousman. La primera, basada en una novela juvenil de Jeanne Duprau, titulada en España La ciudad de la oscuridad, es una entretenida producción (más que la novela, de hecho) en la que dos adolescentes tendrán que encontrar la manera de salir de su agónica ciudad, enterrada en las profundidades de la tierra y con fecha de caducidad (200 años) muy próxima. De la segunda, lo mejor que se puede decir de ella es decir poco. Su director, el tal Bousman, se superaba continuamente en las secuelas de Saw, demostrando que era muy capaz de hacer la siguiente más aburrida que la anterior.
Aburrida del todo no, pero estereotipada, confusa, mal interpretada y peor dirigida sí que es Prime Time (2008), de Luis Calvo, la supuesta película estrella que presentaba España en el Festival. Una especie de radical reality a lo Gran Hermano en el que unos señores y unas señoras conviven en una prisión psicodélica para disfrute de la audiencia televisiva. Contiene eso sí una excelente idea: al expulsado le pegan el tiro de gracia; a lo mejor es para que luego no vaya largado por otras cadenas de televisión. Mucho más modesta y con menos pretensiones es La raíz del mal (2008) de Adrián Cardona, una alegórica historia donde las raíces de los árboles representan lo más maligno de la naturaleza humana y no humana. Producida con cuatro cuartos por Javier Perea, regente de Imagen Death (la ya mítica productora y distribuidora española de cine truculento e ínfimo presupuesto), ofrece lo que promete sin engañar a nadie.
Pero el rey del bajo presupuesto no es otro que el brasileño José Mojica Marins, que ha vuelto a la palestra festivalera con su personaje de toda la vida: Ze do Caixao. Encarnaçao do demônio (2008) es soportable, pero solo si eres un acérrimo fan de Mojica o tendente a las costumbres… góticas.
Ya que estamos con clásicos, Italia ha enviado este año a dos viejas glorias: el siempre intrascendental Pupi Avati y el siempre irregular Dario Argento. El primero vino con Il nascondiglio (El escondite, 2007), un producto poco inspirado donde una señora con desórdenes psicológico (que se dice ahora) descubre el secreto que encierra un caserón maldito. ¡Toma originalidad de goma! Argento por su parte se presenta prácticamente sin llamar la atención, como en él es habitual últimamente, con La terza madre (2007), una especie de giallo con fantasmas y brujas que la toman con la siempre espectacular Asia Argento. Y para que todo quede en familia, su tío Claudio, hermano de Dario, produce el asunto.
Más atención atrajo la comitiva japonesa; o al menos parte de lo que envió. Sobre todo ese Tokio Gore Police (2008) de Yoshihiro Nishimura, una auténtica bestialidad cinematográfica, con sesos, tripas y criadillas de señores malos, servidos por una policía en las carnes de una bellísima Eihi Shiina. La señorita que ya nos deslumbró en Audition aparece aquí embutida en gabán, botas y minifalda de cuero, camisa blanca y corbatita de chica buena y muy aficionada a las katanas y a las sierras mecánicas. Cuidado: los que vayan a verla en sala porque salpica sangre. Tampoco se queda muy atrás Appleseed: Ex Machina (2007) de Shinji Aramaki, una animación con cyborgs (humanos con partes cibernéticas) y bioroides (clones humanos sin emociones) que ofrece ni más ni menos que acción sin respiro para todos los amantes de este tipo de películas. Reconozco que ante este particular género un servidor acaba, salvo maravillosas excepciones, aburriéndose ante tanta acción y tanto robot animado.
No ocurre lo mismo con las tres cintas con las que participó el Reino Unido, que no son como para tirar demasiados cohetes pero levantan el ánimo. La menos lograda de todas es cuanto menos curiosa: Eden Lake (2008) de James Watkins se une al filón de parejas hostigadas por muchachos malvados que tanto ha proliferado últimamente. En este caso, la parejita está de fin de semana en la orilla de un idílico lago pero acaban, como mandan los cánones, en un bosque. Y contiene mensaje social, por supuesto, pero el más tópico que podían encontrar: la culpa es del mal ejemplo que dan los padres. The Cottage (2008) de Paul Andrew Williams es divertida, sí, pero también subversiva y con mucho humor negro. Cuenta las desventuras que tres pobres diablos (entre ellos Andy “Gollum” Serkis) sufren durante su primer secuestro, que lógicamente acaba como el rosario de la aurora. Luego, llegan también a un bosque de la campiña británica y a uno de sus típicos pueblos habitado por poca gente, y muy desconfiada. Cuando la vean comprenderán por qué. Por último el Hush (2008) de Mark Tonderai no cuenta nada nuevo y los malos son un amasijo de clichés, pero su ritmo es diabólico, corto, nervioso y acaba enganchándote en sus redes. Un chaval, que viaja colocando carteles en gasolineras con su novia, con la que no para de discutir, cree ver una mujer encerrada en una jaula en la parte trasera de un camión durante una noche lluviosa. Todo ha pasado muy rápido. Poca visibilidad. Paran en una gasolinera. La chica desaparece. Ahora ya es personal… Lo dicho, nada nuevo, pero entretiene.
Tampoco cuenta nada nuevo la noruega Manhunt (o Rovdyr, en el original noruego) de Patrik Syversen. El título lo dice todo: unos cazadores prefieren pasarse de la caza mayor a la caza humana, que al parecer es más morbosa porque las piezas se resisten incompresiblemente más. Todo se desarrolla en un bosque por lo que evitaremos citar las referencias. Sin embargo, lo mejor del festival llegó de muy cerca, Suecia, que presentó Déjame entrar (Let the Right One in, 2008) de Tomas Alfredson, una bellísima historia de amor y amistad entre una vampira y un humano, ambos de doce años (al menos es lo que ella aparenta), en un frío suburbio del Estocolmo de los años 80. Nunca antes una historia de vampiros ha tratado con tanto respeto las reglas del género para trascenderlo de manera tan espiritual y físico a partes iguales. Sencillamente sublime.
En otro apartado, y aprovechando el estreno de su última cinta, se le rindió un retrospectivo tributo a un excelente transgresor de imágenes: Frank Henenlotter. Se visionaron sus clásicos ¿Dónde te escondes, hermano?, traducción prácticamente calcada de Basket Case (1982) y Frankenhooker (1990), además de, por supuesto, Bad Biology (2008), su extrovertida historia de dos seres, digamos, humanos con anomalías, digamos, sexuales que estaban destinados a entenderse, o a cualquier otra cosa.
San Sebastián se ha caracterizado siempre por su selectiva elección de los cortometrajes a concurso. Gustó I Love Sarah Jane (Australia, 2008), de Spencer Susser, por su cruda visión de cómo tratar a los zombis familiares. Fascinó el Berni’s Doll (Francia, 2007), de Yann J, por su concepción en partes del amor entre un anodino señor y una respondona muñeca gigante; y deleitó el Spider (Australia, 2007), de Nash Egerton, por su fresca fábula sobre una venganza merecida.
Por último, el festival dedicó su retrospectiva oficial de cada edición al cine animado japonés, programando Akira (1998) de Katsuhiro Otomo, el maravilloso Vampire Hunter D. (2001) de Yoshiaki Kawajiri o la imperecedera El viaje de Chihiro (2001), de Hayao Miyazaki. Y como cada año contó con su sección ‘Clásicos Recuperados’ para proyectar con copias remasterizadas joyas que algunos jamás habíamos tenido la fortuna de disfrutar en pantalla grande: The Lost Word (1925) de Harry O. Hoyt, Suspense (The Innocents, 1961) de Jack Clayton o El viaje fantástico de Simbad (The Golden Voyage of Sinbad, 1974) de Gordon Hessler. Con esta última se rindió también un emocionante homenaje al recientemente fallecido John Phillip Law, a quien, por cierto, le fue dedicado el certamen.
AGITADORES DE LA AUTOPUBLICACIÓN
Ayer me invitaron a participar en una tertulia radiofónica sobre fanzines (audio aquí), en la que también estaban los responsables de la Fanzinoteca Ambulante, un proyecto de difusión, catalogación y estudio del fenómeno fanzine. Tienen el suyo propio, Minca, cuyo primer número pueden descargar en pdf (en enlace directo a la descarga es este), y es aquí a donde quería llegar pues incluye una muy interesante lectura: Historia de los fanzines, traducción de un texto publicado por Nico Orway en Re-Search.
En realidad, seria más correcto hablar de prehistoria, ya que termina a las puertas de la explosión fanzinera y su objeto de estudio es, en realidad, el fenómeno de la autoedición y el planfleto (en su acepción de "opúsculo de carácter agresivo") desde la invención de la imprenta.
Una de las cosas que me ha llamado la atención son las xilografías autoeditadas por los ranters, radicales extremos de la revuelta Inglaterra del siglo XVII.
"Los Ranters fueron auténticos rebeldes extremistas que ganaron gran notoriedad a partir de 1650. En Londres se contaban por miles. Fueron acusados de predicar la expropiación de los ricos y la propiedad colectiva. También se dijo que creían que en cierto estado de gracia mística era lícito que un hombre cometiera crímenes, incluyendo el asesinato. y que los hombres y las mujeres debían practicar el amor libre, estuvieran o no casados. Se los veía maldecir, fumar y beber en público (…)"Uno de los panfletos autoeditados y distribuidos por los ranters llevaba, por ejemplo, el maravilloso título
Gangrena o un Catálogo y Desenmascaramiento de Muchos de los Errores, Herejías, Blasfemias y Prácticas Perniciosas de las Sectas de Este Tiempo, en Acción en Inglaterra en los últimos 4 años.Pero lo que quería realmente destacar es el uso de la narrativa gráfica que ya hacían en 1650 y que pueden ver aquí abajo. No conocía (o no recordaba) su existencia.
Otro fragmento que no podía pasar por alto es la mención a uno de los seres humanos más queridos en esta casa:
Pero más importante (que las pequeñas revista beat) fue el nacimiento, en los ‘50, del auténtico zine: el “fanzine”, inventado por los entusiastas de la ciencia ficción. Su gran impulsor fue Forrest J. Ackerman.Al hablar de fanzines es habitual acudir antes al punk que a la ciencia-ficción, por eso no está mal destacarlo, además de poner en evidencia, una vez más, el carácter contracultural de una parte de la ciencia-ficción, que iba de la mano con la gestación del underground. Eso sí, el texto continúa con una idea que no acaba de convencerme, al menos desde una perspectiva española del asunto:
Pero los fanzines de ciencia ficción, a pesar de su característica crudeza y su limitada circulación, eran todavía publicaciones dedicadas principalmente a difundir las películas y los escritores favoritos de sus editores más que a expresar sus propias aventuras intelectuales. En este sentido, los zines de hoy en día, típicamente focalizados en conceptos, rumores, modas pasajeras, etc., tienen más en común con las “pequeñas revistas” mimeografiadas de la escena poética beat.Como ven, una lectura más que interesante. Por cierto, desconozco si alguien ha publicado en algún lugar una historia del fanzine español o similar. Si lo saben, no duden en informar al respecto.
26.11.08
ENRIQUETA ME ESTÁ ARREBATANDO
Conocí la historia de Enriqueta Martí, la vampira del carrer Ponent, de la mano de Rubén Lardín en las páginas de El día del niño: la infancia como territorio para el miedo (Valdemar, Intempestivas, 2003). El relato de su historia, en el capítulo Ogros, una sacamantecas que secuestraba niños de familias humildes para convertirlos en pócimas que vender a la alta burguesía como remedio para la tuberculosis, me capturó en su momento pero la poca información disponible por entonces hacía difícil profundizar en el personaje. Hoy las cosas han cambiado, pero por lo que a mí respecta el texto de Rubén funcionó un poco como eje fundacional de la actual recuperación del sangriento personaje que asoló la Barcelona de principios del siglo pasado, y que permanecía en el olvido más allá de las referencias a su figura realizadas en algunos (pocos) libros sobre vampirismo (aquí uno) o en las páginas de la revista Karma-7 (según tengo entendido). Y lo es porque de lo que se trata es de sacar a Enriqueta de los territorios de la no-ficción pulposa y de derribo para llevarla a un lugar mucho más acogedor e interesante: la cultura pOp, y más cuando se trata de nuestra versión (en ciertos aspectos mejorada) de Jack el Destripador.
A Enriqueta la reencontré luego, aunque brévemente, en Mujeres Asesinas de Diego Ávila (Libro Hobby, 2005) (Diego os odia, por cierto, y tiene un maravilloso blog lovecraftiano al que quiero regresar en breve) y en un artículo de Pedro Costa publicado en El País hace casi tres años que es posiblemente el texto de referencia básico en internet, y al que les remito porque mi sintesis del caso inicial deja fuera inumerables detalles. Aconsejo, también, visitar la ficha de la wikipedia (transcrita con prisas de la catalana) y el tutubo del reportaje de Cuarto Milenio.
Recomiendo todas estas visitas porque, tras investigar las huellas del destripador en las páginas de la Hemeroteca de la Vanguardia, enseguida me he puesto manos a la obra con la vampira del carrer Ponent y ando recopilando noticias de manera casi compulsiva, rayando en la obsesión y sacando tiempo de cosas más importantes. Enriqueta me está arrebatando ya de manera definitiva. Además, son muchos los detalles: traspasa a lo crudo y real aquello tan metafórico del rico que se come al pobre, supone un caso de especial salvajismo y frialdad de asesinato de niños (particularmente horrible), estuvo envuelto de un secretismo institucional que da para mucho, se desconoce el número exacto de víctimas y el tiempo que duro su actividad, desvela las sombras de la Barcelona modernista (escándalos sexuales incluidos)... y son muchos los misterios que el paso del tiempo ha condenado al terreno de lo irresoluto. De hecho, si buscan por la red encontrarán que en determinados aspectos conviven versiones alternativas (sobre su muerte, sobre la desaparición de sus antecedentes delictios, sobre su vampirismo). Enriqueta debe formar parte de nuestro imaginario pOp, y salir de las tinieblas porque como barcelonés me parece triste el desconocimiento existente sobre su figura: somos, al fin y al cabo, hijos de nuestros cuentos de miedo.
A mi inmersión documental hay que sumar la lectura de La Mala Dona de Marc Pastor (La Magrana, 2008), buena novela cuya lectura, iniciada en un momento imposible, por fin he acometido como merece, es decir, aquí te pillo aquí te leo en un plis plás. Una reseña más detallada está al caer, junto a una visita guiada por el blog del escritor, ya que tiene material gráfico interesante (la imagen que preside esta entrada, por ejemplo). La Mala Dona es, por ahora, el último de una serie de libros recientes sobre el personaje: Los diarios de Enriqueta Martí (Pierrot, Mteditores, 2006) y El Misterio de la calle Poniente (Fernando Gómez Hernández, Huerga y Fierro Editores, 2007). Supongo que acabaré haciéndome con ellos más pronto que tarde. Y ahora les dejo. Debo regresar a la hemeroteca. Enriqueta me llama.
24.11.08
EL APOCALIPSIS SEGÚN JONES
“Sólo tres de los cadáveres, entre los que se encuentra el del dirigente de la secta, el “reverendo” Jim Jones, presentaban impactos dé balas de arma de fuego. Por otra parte la prensa norteamericana reveló hoy que la comuna de esa secta se estableció en Guyana con la bendición de las autoridades dé ese país después de que éstas recibieran cartas de recomendación de «El Templo del Pueblo» escritas por figuras de primer orden de la política estadounidense.(LA VANGUARDIA, Miércoles 22 de noviembre de 1978, Pag. 45)
Hace pocos días, el 18 de noviembre, se cumplían treinta años de una de las mayores matanzas religiosas de la historia reciente: casi mil personas se suicidaron al dictado apocalíptico del Reverendo Jim Jones. Bertrand Russell y su conjunto tropical rememora la historia del Templo del Pueblo con un generoso texto de lectura imprescindible: Abismos Verdes: Jim Jones o el Apocalipsis de la Guyana. Tan sólo añado una bola extra: la galería fotográfica publicada por Time recientemente.
23.11.08
22.11.08
LIFE SURF
Sublibrarian of the year me daba hace un par de días la buena nueva: Life Magazine colgaba en Google buena parte de sus archivos fotográficos. Como no podía ser de otra manera, he pasado unas cuantas y excitantes horas buceando en ellos, a la búsqueda de lo Pop, disfrutando de lleno en la tarea y llenando una carpeta de maravillas fotográficas. Les dejo una primera selección que espero les lleve al extasis borderline.
Una sesión de fotos histórica: el público asistente a la proyección de Bwana Devil, la primera película en 3D con el sistema de las gafas de colores (1952).
Susan Atkins, una de las chicas de la Familia Manson, entrando en la sala para declarar en el juicio a Charles Manson (1969).
Samuel Green, Grand Dragon del Ku Klux Klan, posando con sus más fieles seguidores (1946). La sesión de fotos con el Klan es bastante impresionante.
Frederic Werthman interroga a Rosalie Tilt, acusada de asesinar a su marido (1947).
Los tebeos a juicio, 1951.
Los tebeos a juicio, 1951.
Etiquetas:
atómica,
B-Art,
Ciencia y Paja aplicada,
Desarrollo Humano,
Documentos,
Drive In,
encapuchados,
Gozos,
infancia,
Mujer,
PoP,
Química,
Seres Humanos,
Sociedad Borderline
LO DEJO TODO
Disfrutando de El arte de criar malvas, el genial regreso de Ramón Boldú al tebeo autobiográfico, me ha dado por buscar los tutubos de los anuncios de Ikea que protagonizó (y que se nombran en el tebeo). La caza ha dado resultado.
LOS VATICINIOS DEL DOCTOR FREDERIKSEN
El amigo Mr. Incógnito, responsable de Sótano 71, me envía una página del número de mayo de 1955 del Reader´s Digest donde se puede leer el siguiente un condensado de la revista Time.
Habrá algunos cambios
Según el doctor Svend Frederiksen, oriundo de Groenlandia y miembro del Instituto Ártico de Washington, ya es hora de que nos demos cuenta de los cambios que se están operando en el clima del mundo. Desde hace más de 50 años, dice el citado sabio, el clima del Ártico viene tornándose más cálido, haciendo posible la agricultura donde no ha sido practicada en los tiempos modernos. En el sur de Groenlandia se cría hoy ganado vacuno y lanar, como lo criaban los colonos vikingos hace mil años, antes de que su fundación fuera destruida, tal vez por el gradual aumento del frío. En Islandia puede cultivarse avena y en Fort George (Bahía de James), repollos. El límite de la vegetación selvática va avanzando constantemente hacia el norte por las tundras canadienses.
Los mares árticos también se vuelven mas tibios. Los esquimales han tenido que abandonar la caza de la foca; ésta ha emigrado más al norte. En cambio, pescan ahora bacalao, que ha llegado del sur.
El doctor Frederiksen cree que les periodos gélidos y fríos del Ártico se suceden en ciclos de 1800 años, aproximadamente. Antes de que la región llegara a su punto mas intenso de frío, del que ahora está saliendo, Groenlandia era realmente verde (lo que dio origen a su nombre) y el mar entre la península e Islandia estaba lo suficientemente libre de hielo como para permitir que los minúsculos barcos de los vikingos lo surcaran sin peligro. El doctor Frederiksen vaticina que volverán aquellas condiciones y que las grandes extensiones de Siberia, Canadá y Alaska, ahora casi inhabitables, se abrirán a la agricultura. Poblaciones enteras emigrarán hacia el Norte, lo que puede afectar el equilibrio económico y militar del mundo.
El cambio de clima es lento y nada espectacular, pero el doctor Frederiksen opina que ya es hora de que los gobiernos vayan trazando planes en vistas a un futuro más cálido. El cambio afectará la economía de las naciones, la salud de sus habitantes y la política mundial. «Ya estamos —dice— en medio de ese periodo de transición».
21.11.08
LAS HIJAS DE BARBARELLA
Tenía un poco aparcada la sección dedicada a recuperar textos aparecidos en viejas publicaciones que me parecen interesantes como documentación. El de hoy lo es, y mucho, y procede de un número de Nueva Dimensión de 1968 en el que J. Alberich analizaba las heroínas europeas surgidas al amparo de la Barbarella de Jean-Claude Forest. El texto tiene la enorme virtud de estar escrito justo cuando ese boom se estaba produciendo. Por otro lado, entra de lleno en uno de los temas de interés ausente, englobado bajo el título de la viñeta eurotrash. Y no está de más recordar que toda la multiplicación de tebeos fanta-eróticos, mayormente italianos, son hijos directos de Barbarella, que llevó a las primeras sexy-protas del fumetti (como se verá más abajo) y, de ahí, a delirios como Terror Blu y compañía. Por otro lado, tampoco quiero dejar de repetir algo que ya apunté al reseñar brevemente la Valentina de Crepax: en 1968 la izquierda exquisita estaba por el nuevo cómic y sus chicas pOp, y un poco de fetichismo y de bondage estaba muy bien visto, era moderno y era progresista. Hoy, todas estas muchachas aventureras serían pasto de críticas de la corrección sexista. Les dejo con un artículo, al que he añadido imágenes, enlaces y notas ausentes, que sirve de perfecta introducción a un montón de personajes que intentaré tratar de manera más extensa en el futuro.
Pocos comics han causado mundialmente tanto revuelo como la ya universal Barbarella, de Jean Claude Forest. Y pocos comics modernos han desatado una ola tal de seguidores, hasta el punto de poder hablarse de una verdadera familia. Para los aficionados al cómic de entre nuestros lectores —que son muchos mas de lo que pueda parecer a simple vista—, he aquí pues un interesante estudio sobre esta larga descendencia, y sobre sus repercusiones en el mundo del cómic actual.
Si, en el cómic que tenemos entre manos, aparece una agradable fémina seduciendo a un robot y sirviéndose de su atractivo cuerpo como arma ofensivo defensiva, podemos asegurar, sin ningún temor a equivocarnos, que la protagonista de estas escenas no es, evidentemente, ninguna de las heroínas de la «Golden Age» del cómic. Ninguno de los grandes maestros se hubiera atrevido, en su época, a plantear una situación parecida, y si hubiera osado tampoco hubiera podido seguramente prosperar.
Fue preciso esperar a que de la vieja Europa (que en el mundo del cómic es paradójicamente la joven Europa) surgiera en los primeros años de la presente década el hombre y la obra que, sin cerrar el camino seguido hasta entonces, abriría una puerta sobre una nueva dimensión en el campo del cómic: Jean Claude Forest y su Barbarella.
Cuando la revista francesa V-Magazine lanzó, en sus publicaciones trimestrales, los ocho primeros capítulos que constituyeron la primera aventura de la explosiva heroína, hecha a imagen y semejanza de la vedette de moda del momento, B.B., seguramente no se dio perfecta cuenta de la conmoción que iba a ocasionar, aunque esto no quita ni un ápice de su gran mérito. Sin embargo, a pesar de que el primer capítulo vio la luz en 1962, fue en 1964 cuando el editor Eric Losfeld los recopiló y publicó en un lujoso álbum, que recibió el bautismo oficial.
Los acontecimientos se precipitaron, y el primero de ellos fue la actitud de los censores franceses frente a la tercera B. nacional. Desconcertados por su difícil catalogación, a la postre decretaron la prohibición de su exhibición y venta a los menores de 18 años: la «Bande Dessinée pour Adultes» estaba oficialmente lanzada. Se puede argüir, y con cierta razón, que aunque todos hayamos leído los grandes clásicos del cómic en nuestra infancia, éstos siempre han ido dirigidos en su país de origen a los adultos, adultos norteamericanos, pero adultos al fin y al cabo; esta circunstancia no hace, sin embargo, sino acentuar todavía más el completo cambio que significó la aparición de Barbarella.
La alegría de vivir, la desfachatez erótica de la heroína de Forest, representan un hecho totalmente nuevo y revolucionario para el que, hay que reconocerlo, había un publico consumidor preparado, pues de otro modo no puede explicarse el rápido éxito, un auténtico boom que ha traído consigo la creación de una escuela, la aparición de una legión de imitadores y la influencia, como nunca antes, sobre otras artes vivas.
Barbarella es, pues, un comienzo, y como tal su mérito no tiene medida; dejando aparte la calidad de su realización grafica, que ciertamente existe, su mayor mérito será siempre este hecho. Hecho o hechos, porque, en realidad, Barbarella ha influenciado en más de un aspecto a la producción posterior: En primer y destacado lugar, ha traído la elevación de la fémina al papel estelar en el reparto; segundo, la ruptura total, en cuanto a personalidad, con cualquier heroína anterior y, tercero, el matrimonio casi definitivo del cómic con la ciencia ficción.
Aunque la acción se desarrolla en otras galaxias y a velocidades superiores a la de la luz, Barbarella es mas un western intergaláctico que ciencia ficción pura. En realidad, como en casi todos los comics que a través de los años se han movido en estos mundos, el escenario impone una catalogación y marca una pauta que respetaran la gran mayoría de sus descendientes.
Las hijas de Barbarella nacieron, atropellándose unas a otras en el deseo de ver la luz —estelar, naturalmente— con la mayor rapidez: Scarlett Dream (sucesora de Barbarella en V-Magazine), Jodelle, Lone Sloane (el único vástago varón y el mas westerniano de todos), Saga de Xam y la más reciente, la heroína de nombre químico-orgánico: Epoxy. Todas apadrinadas por Eric Losfeld.
Especial atención merecen Jodelle, de Guy Peellaert, y Saga de Xam, de Nicolas Devil. Jodelle es un delirium tremens en estilo Pop, situado en una Roma Imperial con procónsules femeninos de gustos muy variados, luces de neón y pistolas desintegradotas. Y representa un punto y a aparte en concepción del personaje y en estilo de dibujo. Su guión es una sátira violentísima que no perdona nada ni a nadie. Peellaert estiliza todavía más su dibujo en su segunda heroína: Pravda la Survireuse, aparecida en la revista Hara-Kiri y a la que Losfeld, sin duda, le dedicará un próximo álbum. Y llega a alturas de perfección en sus trabajos para el admirable film de Alan Jessua Jeu de Massacre, que no debería dejar de ver ningún amante del cómic ya que es el verdadero protagonista. Sus dibujos no solamente resisten perfectamente la pantalla panorámica, sino que ésta y el technicolor le confieren un encanto tal que no es extraño que el protagonista se deje envolver por él y sienta deseos de emular Tueur de Neuchatel, título del cómic que Pellaert nos va desarrollando a lo largo del film.
(Nota Ausente: Peellaert, genial ilustrador pOp, ha fallecido justo cuando andaba preparando esta entrada. En Entrecomics y en Con C de Arte se han hecho eco y suministrado enlaces donde encontrarán más información y, sobre todo, toneladas de placer para sus ojos. Hace un tiempo me dio por mirar de comprarme Pravda, jamás editada por aquí: los precios eran astronómicos y Pravda no se ha reeditado desde 1968).
Saga de Xam, con sus psicodélicos dibujos, cambiantes de estilo según las distintas épocas que reflejan el peregrinaje de la heroína a través del espacio-tiempo terrestre, plasman a la perfección uno de los guiones más imaginativos en ciencia ficción pura de la serie editada por Losfeld. Puede decirse que, sin tener la originalidad pionera de Barbarella o la personalidad arrolladora de Jodelle, Saga es un punto culminante en cuanto a realización gráfica, que obligará aun más a buscar nuevos caminos a los que no pretendan limitarse a un trabajo de pura imitación, en una explotación del filón por otros descubierto. (nota ausente: los autores de Saga de Xam era el ilustrador Nicolas Devil y nada menos que el cineasta Jean Rollin en labores de guionista).
Scarlett Dream es también un original válido, con el único defecto de ser demasiado parecida a Barbarella en cuanto a concepción, lo que siempre constituirá un handicap poco menos que insalvable. (nota ausente: los autores eran Robert Gigi a los lápices y guiones de Claude Moliterni).
Junto a estas descendientes en línea directa de Barbarella, merecen especial atención las parientes pobres venidas de Italia, país donde aparecieron como hongos una serie de publicaciones de bajo precio, de calidad más que discutible en cuanto a realización gráfica, la cual viene suplida por una desenfrenada imaginación. Algo así como los hijos bastardos del noble feudal con alguna vasalla extraída de cualquier desheredado rincón de sus tierras, apetitosa y lista como el hambre.
Selene, Uranella, Gesebel, Alika, son ejemplos típicamente espaciales; Isabella y Mesalina, de época; Satanik (no confundir con el fotorromance francés del mismo titulo y traducción del original italiano Killing), La Jena, Zakimort, género de crímenes. Citamos las principales en nuestra opinión, pero no son las únicas, desde luego. Todas ellas tienen en común varias características: una mujer las protagoniza y, siendo mujer de acción, conjuga los verbos amar y matar en todos sus tiempos y personas. No hay situación limite en el plano sádico-erótico que no haya aparecido a lo largo de estas series. Aquí no hay trampa ni cartón; se trata de subproductos, de simple imitación del modelo original, particularidad que no se intenta disimular, sino todo lo contrario.
Selene fue la primera de la pandilla y la de vida más efímera, seguramente porque la fórmula todavía no estaba a punto y quiso hacerse con una cierta seriedad. En Uranella las concomitancias llegan incluso a la fonética del personaje y al parecido físico con el modelo, que parece obra del papel de copia; _de un papel de copia de baja calidad, claro. Sin embargo, se han pretendido introducir elementos nuevos y, bajo la denominación de fumetti dc fantamagia, aparecen hechiceros con poderes intergalácticos, brujas polifacéticas de muy buen ver y príncipes encantados viajando a la velocidad de la luz. Es la mas virginal de las hijas de Barbarella, y su rasgo diferencial, reminiscencia del pasado, es su empeño en defender su virtud, empresa en la que es ayudada, desde un segundo plano, por el bueno de Antar, su fiel «soupirant» sin esperanzas; con lo que, en el más tradicional de los nuevos «fumetti», encontramos graciosamente invertidos los clásicos términos.
Alika resume todo su mundo de promesas en el subtitulo de la serie: «Si Barbarella e l'infidele dello spazio, Alika he licenza d`amare». A partir del numero siete cambió el realizador gráfico y la orientación de la serie, inclinándose hacia una cierta sátira político-social de la actualidad, apareciendo personajes secundarios bajo los rasgos caricaturizados de conocidas figuras en las más extravagantes situaciones, casi siempre con una cierta gracia que hace perdonar la deficiencia del dibujo.
Gesebel, «la corsara dello spazio», es la cabecilla de un planeta gobernado por mujeres decidido a exportar su cultura, que a tenor de lo visto debe ser “cultura fisica”. La destrucción de su imperio la convierte en lo que indica el subtitulo. Lo que mas llama la atención en esta serie es el papel, indefectiblemente poco airoso, que desempeñan todos y cada uno de los personajes masculinos que a lo largo de ella aparecen. Seria curioso conocer a sus autores. (nota ausente: pues nada menos que Max Bunker como guionista y Magnus dibujando).
De todas las demás heroínas no espaciales, destaca con luz propia Isabella. En esta serie, el plano erótico alcanza unos limites jamás conseguidos hasta la fecha, ni siquiera en los célebres comic-books mejicanos de los años cincuenta. Sus escenas-shock son capaces dc sorprender a cualquiera, incluso al que se considera incapaz de ser sorprendido por nada. Sin duda el Divino Marqués no hubiera puesto ningún reparo en estampar su firma al pie de alguno de los episodios. Isabella es sin duda la reina sin corona de estos dominios.
Algunas de estas series (Isabella no) están traducidas al francés, dándose la paradoja de que el creador de los modelos importa las copias y viceversa. Los distintos planos, económico y de difusión, en que se mueven unos y otros, puede ser la explicación de ello.
Entre todas estas hijas de padres desconocidos, la mayoría lanzadas al mundo sin defensas naturales, algunas de las cuales no han llegado a la pubertad, y de su misma patria, surgió otro punto y aparte: Guido Crepax, lanzado por la revista italiana Linus (otro nombre pionero a retener). El estilo de Crepax, planificado poco menos que cinematográficamente, es personalísimo. Y el conjunto de sus historias está llevado a un ritmo trepidante, en el que cada viñeta es consecuencia de la anterior y motivo de la siguiente, en un todo armonioso puesto al servicio de una fantasía de la mejor ley. Su primer personaje famoso es Neutron, pero pronto la compañera de este, Valentina, le ha ido robando el estrellato y, en las ultimas series, aparece como personaje único, aunque alguna referencia en boca de Valentina permite suponer que no se ha descartado todavía al personaje. Una de sus ultimas aventuras. «La forza de gravité», es algo tan complejo e intrigante que el mismo autor reexplicó posteriormente la historia, consiguiendo el tour de force de contar la misma acción sin repetir una sola viñeta (¿mejor diríamos encuadre?).
No es solo Italia la que ha notado la influencia de Barbarella, aunque quizá, por razones de proximidad física y cultural, si es la que ha recorrido más rápidamente el sendero trazado por la pionera. En los países anglosajones han aparecido también, últimamente, una legión de heroínas influenciadas mas o menos directamente por este fenómeno latino, como Phoebe, que harían esta relación inacabable.
Sin embargo, no puede terminarse este trabajo sin destacar, dentro del fenómeno antes aludido, el hecho siguiente: incluso en aquellos casos en que la fémina no tiene la “prima voce”, su papal ha cambiado radicalmente. Se acabaron las novias eternas como Dale Arden, Narda, etc. Las compañeras actuales han pasado a colaborar en las actividades, para bien o para mal, generalmente para lo segundo, de su hombre: Eva Kant (Diabolik), Loona (Sadik), y otras, tienen un solo lazo común con las citadas anteriormente: su fidelidad a toda prueba al protagonista. Ahora bien, sus relaciones han invadido el plano erótico y no desdice de su feminidad el manejo da la metralleta, los puñales o las cargas de plástico, y si para salvar al amado hay que hacer el sacrificio de su propio cuerpo, se hace y a otra cosa. Podríamos decir que Eva Kant y Loona son una nueva versión de la antigua girlfriend, mientras que Barbarella y sus muchachas son, como se ha mencionado al principio, una nueva dimensión: un presente sin pretérito, pero con mucho futuro.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)