DESDE SITGES CON ARDOR (XVI): BUG

La última película de William Friedkin adapta una obra teatral de éxito en el Off Broadway: la relación entre una mujer al borde de la quiebra física y moral y un conspiranoico obsesionado con los ácaros. La película se deja ver con relativo interés y seguramente hará algo de gracia a los aficionados a las conspiranoias, ya que se mentan unas cuantas y se utiliza papel de estaño, pero en su parte final (el tercer acto) el delirio y la sobractuación se apodera de la función, y nunca mejor dicho porque el tono teatral se come al cine, y eso nunca es bueno. Digamos que es pasable: la soporté sin demasiado esfuerzo, que a estas alturas del atracón fílmico es mucho decir: ya he empezado a poner una butaca de distancia con cualquiera que me rodée en la sala, para evitarles las molestias del baile del San Vito que se apodera de mí si no hay tensión y ritmo cinematográfico de altura.