Miren, ayer proyectaban la versión restaurada de Blade Runner y aluego algunos de sus responsables charlaban con el público. A mí me gusta mucho la peli (aunque hará más de una década que no la reviso), pero entiéndanme, la vi como diez veces y el pase coincidía con 14 Amazons. Yo hay cosas que tengo muy claras, y una de ellas es que una película de la Shaw Brothers siempre desengrasa las neuronas. Y más cuando estamos hablando de uno de sus grandes clásicos: catorce viudas dispuestas a defender el imperio ante la invasión mongola. Porque mira que son malos los mongoles, y más cuando uno de sus cabecillas es Lo Lieh. La Shaw es lo que tiene, que no se complica la vida. Gran uso del escope, bonitos colores, muertos a centenares (aunque los grupos humanos parecen no menguar nunca), y hasta maquetas cantarinas. Puro entretenimiento popular. Como era de esperar, el público irrumpió en aplausos en la celebrada escena del puente humano, momento mítico que recordaba de cuando la peli se estronó por aquí, y eso que yo era un infante. En fin, una delicia a recuperar.
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