Frustraciones
Sobre todo, las de Marge, ama de casa aparentemente feliz y tranquila; pero la inquietud y la insatisfacción de su relación matrimonial trascienden ya desde el inicio de La baby siter ataca de nuevo, el primero de los episodios de los Simpson (en orden de realización y sin tener en cuenta los cortos del Show de Tracey Ullman, aunque por diversos criterios de programación acabó emitiéndose en EE.UU. como el último de la primera temporada).
29.6.05
28.6.05
LA FECHA DE ENTREGA
Sorprenderá a los habituales la interrupción súbita de textos en este Blog Ausente. Quienes me leen saben de mi carácter dicharachero y de la pulsión indomable que me lleva a actualizar el Blog Ausente de forma continuida y sin descanso. De hecho, y con una excepción, sólo escribo para el Blog Ausente. Pero la excepción es importante para mí. Hace ya unos meses me comprometí con ella. Con la excepción. He estado recopilando información (no hay demasiada) y leyendo unos pocos miles de páginas de viejos tebeos (y no exagero). Pero la Maldición del Escriba ya está aquí. La temida fecha de entrega avanza sin compasión y mi tiempo es escaso. Hay mucho por escribir y bastante por leer aún. Y el tiempo pasa y no perdona. Así que me veo en la dolorosa obligación de comunicar que este Blog Ausente se encuentra en plena desaceleración. Una pena porque había conseguido una velocidad de crucero bastante importante. No se preocupen, es cosa muy temporal, espero que sólo sean tres semanas. Y no les voy a dejar tirados. El simpsonario seguirá su ritmo imparable, subiré uno de esos temidos memetest víricos que se propagan por la burrosfera y seguro que encuentro unos minutillos para algún B-Art rapidito. Pero los textos que me llevan más tiempo, las reseñas de cine coolzetoso, la revisión de la saga de Godzila y demás maravillas de la cultura pop de derribo deberán descansar unas pocas semanas. No se impacienten: es sólo cosa de unos días. Y si se aburren, cosa que dudo, ahí al lado, en la columna de su izquierda, encontrarán un buen montón de links que, además, quiero actualizar en breve. Si el tiempo lo permite.
27.6.05
Simpsonario (CCXX)
Frink, John
El profesor y científico representa al clásico mad doctor de la literatura y del cine televisivo, sin embargo, en sus breves apariciones, nos recuerda más bien a un tipo un poco alocado que a un personaje verdaderamente malvado. Inspirado quizás en El Profesor Chiflado de Jerry Lewis, destaca por sus inventos inútiles y por su pésima visión de futuro: en un flashback anuncia que en el futuro los ordenadores serán objetos gigantes y únicamente los grandes millonarios podrán disponer de uno en su domicilio.
El profesor y científico representa al clásico mad doctor de la literatura y del cine televisivo, sin embargo, en sus breves apariciones, nos recuerda más bien a un tipo un poco alocado que a un personaje verdaderamente malvado. Inspirado quizás en El Profesor Chiflado de Jerry Lewis, destaca por sus inventos inútiles y por su pésima visión de futuro: en un flashback anuncia que en el futuro los ordenadores serán objetos gigantes y únicamente los grandes millonarios podrán disponer de uno en su domicilio.
25.6.05
Surf en Samil
22.6.05
¿Y SI NOS COMEMOS A BRUCE LEE?
El 20 de julio de 1973 la palmaba Bruce Lee. Lo hacía en extrañas circunstancias, por un edema cerebral, en el apartamento de la actriz Betty Ting Pei, oficialmente por hipersensibilidad a un analgésico. A partir de aquí rumores, leyendas urbanas, tramas conspiranoicas y un mito cadáver ideal para la cultura pop más necrófila. Tan sólo había protagonizado cuatro filmes (Kárate a muerte en Bangkok, Furia Oriental, El Furor del Dragón y Operación Dragón), algunos pendientes de estreno internacional antes del trágico suceso, y era el icono que representaba el boom de las películas orientales de artes marciales. Un boom inesperado, demoledor y mundial. El pueblo quería chinos dándose de ostias y el trono quedaba vacante por defunción.
La voracidad de la industria del bajo presupuesto reaccionó de diversas formas, agrupables en cinco grupos (aunque algunos filmes pueden colocarse indistintamente en varios de ellos) que formarían la gran fiesta zetosa del cine de artes marciales de mitad de los 70. A saber: producciones occidentales que proponían desde la parodia hasta el cruce de géneros más inaudito; películas protagonizadas por actores chinos de cierto renombre dispuestos a convertirse en el nuevo ídolo de masas; remontajes que aprovechan metraje rodado por Bruce Lee; falsos biopics y documentales diversos, algunos de ellos remontajes de documentales anteriores; y, finalmente, la legión de clones del Pequeño Dragón camuflados en mil y una variaciones de su nombre. La llamada Bruceploitation en términos estrictos. Vayamos, pues, por partes.
A partir de 1973 hubo chinos hasta en la sopa: en los spaguetti western (Mi nombre es Shangai Joe ; La ley del karate en el oeste), en las pelis de la Hammer (Kung Fu contra los 7 vampiros de oro), en las del Santo el Enmascarado de Plata (Contra la furia de los karatekas), en las blaxploitation (Cinturón negro) y hasta en las películas de los Hermanos Calatrava (Los Kalatrava contra el imperio del karate). En todas ellas los protagonistas se veían rodeados de extras de ojos rasgados del restaurante de la esquina (a veces, ni eso) que ni saltaban ni sabían artes marciales ni coordinaban ni nada. Lo más parecido a un Festival de Ballet de Fin de Curso de parvulario. De manera paralela estrellas del cine de artes marciales se vinieron a hacer unos bolos por Europa: Lo Lieh apareció en diversas coproducciones italianas (Hong-Kong 3 Supermen: desafío al kung fu ; El Kárate, el Colt y el impostor); el bueno de Jimmy Wang Yu protagonizó El Dragón vuela alto acompañado del fracasado Bond George Lazeby; y luego está el caso de John Liu, su aventura francesa y su hispana Made in China y sobre quién los lectores de este blog han sido creo que informados de manera harto contundente en fechas recientes.
Cuando Bruce Lee murió dejó metraje sin utilizar de sus películas y unos quince minutos de lo que iba a ser la siguiente. En el reino del corta y pega eso era oro puro y de ahí salió Juego con la Muerte, evidente ejemplo de explotación necrófaga: se visten los quince minutos con la suficiente paja y listos. Lo bueno del caso es que luego se puede seguir exprimiendo el tema con las secuelas del corta y pega, concretamente El Juego de la Muerte, sutil variación gramatical hispana ya que el título original era Enter the Game of Dead (jugando así también con el título de Operación Dragón: Enter the Dragon) y Último Combate. Yo creo que es hasta poético. Mediten: secuelas del Corta y Pega. No fueron las únicas falsas secuelas de la filmografía del Pequeño Dragón. Por ejemplo, a Furia Oriental la siguieron Puños de Acero y Puños de Furia. Por cierto, en muchos de estos títulos aparecían ya los célebres clones de la Brucexploitation, de los que hablaré enseguida.
Antes me gustaría comentar los biopics, ya que dos de ellos cuentan con la participación de Betty Ting Pei interpretándose a sí misma. Betty era la chica que estaba con Bruce el día de su muerte, la que le suministró la aspirina de la muerte. Aunque sobre la muerte se ha especulado mucho. Pero la poética del cine de explotación es impepinable. Y si la chica se presta a aparecer en Dragon Story (protagonizada por Bruce Li) y especialmente en la bizarra Bruce Lee and I, también conocida como Bruce Lee: His Last Days, His Last Nights, la cosa alcanza cimas difícilmente igualables. Ahí la tenemos reviviendo su versión de la fecha de autos, consumiendo droga y fornicando como descosidos en una zetosidad softcore acompañada del clon Dragon Lee.
Y llegamos, así, a la madre del cordero: los clones de Bruce Lee. Hubo un montón de ellos: Bruce Li, Bruce Le, Bruce Liang, Bruce Lei, Bruce Lea, Dragon Lee, Bronson Lee, Bruce Lyn (éste de la mano de Jess Franco en la ignota La sombra del judoka contra el doctor Wong). La lista de filmes es enorme. Además, hay que tener en cuenta que además de la bruceploitation expresa de primera mano o en origen, los avezados distribuidores europeos o americanos también se dedicaban a retitular filmes buscando la falsa referencia al Pequeño Dragón y/o su breve filmografía. Un desmadre.
El más conocido e hiperactivo de todos los clones fue Bruce Le, el Rey de la Brucexploitation. Un taiwanés que en realidad se llamaba Wong Kin Lung. La ristra de filmes que protagonizó es importante. Ahí van algunos títulos para que se hagan una idea: la mítica Los clones de Bruce Lee, Bruce contra Bill (el tal Bill, en realidad, un aliado), El Tesoro de Bruce Lee (no había tesoro), La venganza de Bruce Lee, Bruce contra el imperio del mal, Bruce and the Shaolin Bronzemen, Bruce The Superhero, El regreso de Bruce Lee, las ya mentadas secuelas de Juego con la Muerte o, dando la alternativa a la siguiente moda de explotación oriental, Bruce Le vs. Ninja.
El otro gran clon fue Bruce Li. De nuevo taiwanés y llamado, en realidad, Ho Chung Tao. Se estrenó con el biopic Dragon Story y no sería el único que protagonizaría. Como largometrajes de ficción llaman poderosamente la atención títulos como Bruce Lee contra dedo de hierro, Bruce Lee en Nueva Guinea, Bruce Lee el invencible, Bruce Lee against Supermen (en la que acaba disfrazado de superman colorao acompañando a un falso Green Hornet, recordemos que el Bruce original ganó fama como Kato, el ayudante de éste en la serie de televisión original), Combate Mortal (aquí Bruce es taxista), Furia sin fin (falsa secuela de Furia Oriental), The Real Bruce Lee (manda huevos), The Young Bruce Lee, la celebrada Exit the Dragon, Enter the Tiger (que juega con el título original de Operación Dragón) y, por supuesto, Los clones de Bruce Lee.
No pretendo ser exahustivo. Pero me gustaría resaltar, antes de terminar, un par de filmes y un par de leyendas urbanas. Y, sobre todo, recomendar la atenta lectura que sobre el filme que reunía a unos cuantos de los clones en, y perdonen la reiteración, Los clones de Bruce Lee, publicó Hijo Tonto en su blog. Respecto a las falsas leyendas, certificar la no existencia de un producto tan bizarramente crossover (sé que he repetido la palabra bizarro varias veces hoy, creo que muy justificadamente) Ilsa Meets Bruce Lee in the Devil’s Triangle, usease, que el Pequeño dragón se encontraría con La Loba de las SS en el Triángulo de las Bermudas. Por la red corre hasta un cartel del filme que les muestro a continuación. También se habla de una película brasileña titulada Bruce Lee versus Gay Power y que sería en realidad Kung Fu Contra as Bonecas.
Como digo, me gustaría resaltar dos películas más como ejemplo de la sicotronía necrófila de imaginación ilimatada: ¿Quién mató a Bruce Lee? y Bruce Lee lucha desde la Tumba. La primera, cuyo título original es Death of Bruce Lee (1977) nos presentaría a Ron Van Cliff, el Dragón Negro, un luchador de color que investigaría la muerte y luego vengaría al Pequeño Dragon (todo un subgénero dentro del subgénero) investido en el falso honor de “mejor amigo del difunto”. Encima se ufanaba metraje de los filmes auténticos. La otra es, como concepto, maravillosamente coolzetosa. Titulada originariamente Bruce Lee Fights back from the Grave y protagonizada por el clon Bruce K.L. Lea sería, en realidad, otra película (de trama gangsteril) a la que el italiano Umberto Lenzi (de profesión sus caníbales) añadió una escena introductoria en la que Bruce resucitaba por el impacto de un rayo y salía de su tumba. Creo que sobran los comentarios.
NOTA FINAL: Aunque mi habitual desparpajo pueda disimularlo, no soy para nada un experto en bruceploitation. No he visto la mayoría de filmes de los que aquí se habla, y los que sí fue hace demasiado y casi no los recuerdo (cosa, por otro lado, muy lógica). Este texto es símplemente un intento de esquema de un tema que da para mucho y que nació gracias a la reseña de Hijo Tonto sobre Los clones de Bruce Lee. Para su elaboración, además de un viejo texto propio que se públicó hace ya años en Dreamers y que ha quedado irreconocible en la actualización, he consultado y utilizado un par de libros: Made in Hong Kong de Domingo López (del que ya hablé hace unas semanas) y el Mondo Macabro de Pete Tombs. También un par de sitios web: la excepcional página dedicada por entero al tema que es Many Bruces y un magnífico artículo en tres partes localizado en Kungfucinema.com. Allí encontrarán muchísima más información.
Meneame
Simpsonario (CCXIX)
Frases recurrentes
Las frases recurrentes se transforman en protagonistas en el episodio Bart se hace famoso, donde el niño consigue, en el show televisivo del payaso Krusty, un éxito estrepitoso repitiendo continuamente, de un modo casi maníaco, su frase preferida: " Yo no he sido ".
Las frases recurrentes se transforman en protagonistas en el episodio Bart se hace famoso, donde el niño consigue, en el show televisivo del payaso Krusty, un éxito estrepitoso repitiendo continuamente, de un modo casi maníaco, su frase preferida: " Yo no he sido ".
21.6.05
¡INTERRUMPIMOS LA PROGRAMACIÓN!
Papel Continuo se ha llevado el premio al mejor diseño del concurso de blogs de bitácoras.com. Y yo es que me alegro un montón. Pero que mucho. Fue el primer blog que comencé a visitar regularmente. Me ha descubierto links maravillosos y ha dado sobradas muestras de su buen gusto pop. Una delicia que lo merece todo. Este Blog Ausente le rinde pleitesía, aplaude, salta, descorcha champán gabacho del caro, tararea a los Ramones, headbanjea, lanza hurras y se va de putas para festejarlo. Había más blogs amigos a concurso (La Cárcel de Papel, Un Mundo desde el Abismo), también a ellos les doy hurras y animo; realmente, en términos de calidad, en este concurso la cosa estaba muy dura.
Simpsonario (CCXVIII)
Frankenstein
En el tercer relato de los tres que componen el especial de Halloween La Casa-árbol del Terror II (y que en España se ha emitido con el nombre de Especial noche de Brujas II) se rememora, con variaciones, el mito de la monstruosa criatura de la novela de Mary Shelley y, sobre todo, el imaginario visual de la película de James Whale de 1931; Homer, despedido de la central y trabajando de enterrador, cae en manos de Burns, convertido en mad doctor, intenta extraerle el cerebro para trasplantárselo a un cyborg.
En el tercer relato de los tres que componen el especial de Halloween La Casa-árbol del Terror II (y que en España se ha emitido con el nombre de Especial noche de Brujas II) se rememora, con variaciones, el mito de la monstruosa criatura de la novela de Mary Shelley y, sobre todo, el imaginario visual de la película de James Whale de 1931; Homer, despedido de la central y trabajando de enterrador, cae en manos de Burns, convertido en mad doctor, intenta extraerle el cerebro para trasplantárselo a un cyborg.
20.6.05
Simpsonario (CCXVII)
Francia
En Viva la vendimia y como castigo, Bart es enviado a Francia por medio de un intercambio cultural. De nuevo se plasma esa curiosa fijación amor/odio con que los norteamericanos suelen parodiar a nuestro vecino europeo. El paisaje francés se evoca a través de conocidos cuadros de famosos pintores de finales del siglo XIX (Monet, Van Gogh, Manet, Rousseau).
En Viva la vendimia y como castigo, Bart es enviado a Francia por medio de un intercambio cultural. De nuevo se plasma esa curiosa fijación amor/odio con que los norteamericanos suelen parodiar a nuestro vecino europeo. El paisaje francés se evoca a través de conocidos cuadros de famosos pintores de finales del siglo XIX (Monet, Van Gogh, Manet, Rousseau).
ROGER CORMAN SE SUBE A LA NOSTROMO
En la prehistoria de este Blog Ausente analizaba la enorme deuda de Alien con tres películas de serie B: Terror en el espacio, It! The Terror from beyond the Space y Queen of Blood. Para cerrar el círculo, de manera romántica, justa y coherente, la obra maestra de Ridley Scott generó a su vez una generosa cantidad de exploitations, de películas de bajo presupuesto alegremente dispuestas a chupar del bote del alienígena chungo y monstruoso. Y como no podía ser de otra manera, ya puestos en los terrenos de la serie B sin prejuicios, el bueno de Roger Corman también se puso manos a la obra. Este fin de semana he tenido la oportunidad de pasármelo pipa con una de sus producciones “alienadas” para la New World, la entretenida La Galaxia del Terror.
La cosa es lo que es, un producto descarado plagado de actores de saldo y rostros televisivos, apañados efectos especiales (que incluyen algunas escenas de stop-motion), bonitos decorados tenebrosos (el diseño de producción es nada menos que obra de James Cameron) que luego, claro, fueron reutilizados por Corman en otra película (Forbidden World), gore festivo, alguna teta, momentos antológicos y un final metafísico bastante imbécil. La película remite sin pudor a Alien pero también a Terror en el espacio y a la entrañable Planeta Prohibido.
En un futuro lejano sin determinad, el jefe de los humanos, un tal “Amo” al que no se le ve la cara porque le reluce con un áurea colorada, envía una nave a investigar una extraña pirámide alienígena localizada en un desértico, oscuro y abrupto planeta. La tripulación es todo lo pintoresca que requiere un producto de estas características. A saber. Tenemos al héroe, Eddie Albert luciendo un tremendo look ochentas con bigote incluido; un exótico guerrero místico especialista en arrojar extrañas y afiladas estrellas de cristal encarnado por el bueno de Sid Haig; una astronauta claustrofóbica (que ya les vale) y otra que siente aversión por los gusanos; un paranoico de gatillo fácil que es una de las pocas aparicones delante de las cámaras de Zalman King, futuro productor de exitosos engendros softcores como Nueve Semanas y Media; un sospechoso cocinero (Ray Walston, el de Mi marciano favorito); una dura capitana traumatizada por ser la única superviviente de una masacre galáctica; un rubito cobarde y atontado; un comandante prejubilado; y luego tenemos al bueno de Robert Englund, que, por cierto, en un momento dado del filme se enfrentará a una especie de reverso tenebroso de sí mismo que remite, claramente, a su futuro y célebre Freddie Krugger.
La película, en su falta total de pretensiones y pese al final metafísico para listillos, es un buen ejemplo de serie B digna que declara la guerra al aburrimiento. Todo pasa muy deprisa en su devenir de body count, los astronautas van cayendo, poco a poco y de uno en uno según avanzan por el interior de la bizarra pirámide, atacados por un buen montón de monstruos diversos y pintorescos. Y en ese devenir nos regala, además de un grupo de zombis hacia el final y un cartel ciertamente hermoso, unas cuantas escenas de antología, entre ellas la amputación de un brazo poseído, un destripamiento, una desfiguración causada por la falta de presión y, por encima de todo, la violación de una de las astronautas a cargo de una enorme, viscosa y babeabte oruga gigante. Acabado el acto sexual le sorberá el cerebro. Qué bonita es la serie B.
Simpsonario (CCXVI)
Fox
Como Twentieth Century Fox es una de las majors más importantes en la historia del cine de Hollywood nacida en 1935 de la fusión de diversas compañías (la Fox Film Corporation de William Fox y la Twentieth Century Pictures de Darryl F. Zanuck); como Fox Network es una de las mayores cadenas de televisión estadounidenses y es la que emite la serie, creando un curioso contraste entre lo reaccionario de sus telediarios y la calidad de sus productos de ficción; como Fox Video la comercializa en formatos domésticos.
Como Twentieth Century Fox es una de las majors más importantes en la historia del cine de Hollywood nacida en 1935 de la fusión de diversas compañías (la Fox Film Corporation de William Fox y la Twentieth Century Pictures de Darryl F. Zanuck); como Fox Network es una de las mayores cadenas de televisión estadounidenses y es la que emite la serie, creando un curioso contraste entre lo reaccionario de sus telediarios y la calidad de sus productos de ficción; como Fox Video la comercializa en formatos domésticos.
19.6.05
SUNDAY MONSTERS :LOS FANTASTIC GIANTS de STEVE DITKO
Mi querida sección destinada a recuperar histiorietas de horror y monstruos ha permanecido parada unas cuantas semanas. Pero no la he olvidado. Y como muestra el tebeo que les traigo hoy, ni más ni menos que uno de esos ejemplares difíciles de conseguir e inéditos en nuestros lares, por lo que yo sé: el Fantatic Giants número 1, publicado por la Charlton en 1966. Un número especial de 64 páginas que contenía cuatro historietas del gran Steve Ditko.
A Ditko le conocemos todos por sus trabajos para Marvel. Los primeros números de Spider-Man, Dr. Extraño (una delicia que requeire del color para disfrutarse por entero) e infinidad de cuentos de horror donde las dimensiones alternativas cobraban una presencia gráfica inigualable. Referencia pre-sicodélica indispensable (como muy bien se encargó de describir Tom Wolfe en Ponche de Ácido Lisérgico). Pero el segundo gran dibujante estrella de la editorial impulsada por Stan Lee no era un artista exclusivo. Trabajó mucho para la Charlton antes y después de la explosión del Universo Marvel. Y seguramente para aprovachar su explosión como hot artist marvelita, la Charlton recuperaría un par de sus creaciones monstruosas, anteriores a Spider-Man, y un par de cuentos inéditos en un fasturoso comic-book de 64 páginas. Por desgracia, no he podido acceder a al último de los cuatro relatos incluidos (The Mountain Monster), pero sí a los otros tres: Konga, Hogar y Gorgo.
La numeración de Fantastic Giants sigue, en realidad, la de Konga. Las editoriales norteamericanas de la época eran muy dadas a este tipo de cambio abrupto de cabeceras. Y lo que en alguno síndices contsra como Konga número 24 sería el tebeo que les rescato hoy pese a reeditar la aprimera aparición del personaje, que ocupa por si sóla 22 páginas, las mismas que sirvieron de presentación seis años antes. Un gorila gigante. De King Kong a Konga hay muy poco trecho gramatical, es evidente, y en su origen no es más que la historia de un científico explorador, el doctor Decker, que descubriría una tribu de negros gigantes en pleno corazón de África. El secreto de la altura desmesurada está en una bayas que, como no puede ser de otra forma, nuestro valiente Mad Doctor se llevará a su laboratorio y aplicará al chimpancé que allí tiene. El resultado: Konga, un simio gigantesco y descontrolado presto a sembrar la destrucción urbana que un buen tebeo pulp requiere. Y todo a la mayor gloria del clásico cinematográfico creado en 1933 por Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack. Que un mono gigante daba para mucho lo demuestran los 23 números de la colección.
With the Help of Hogar es una de las dos historias de 10 páginas que servían como complemento inédito del tebeo. La evolución estilística de Ditko es evidente. Aquí da rienda suelta a ese fascinante imaginario dimensional estilísticamente influenciado por el modernismo el y art-decó. Hogar es un imaginativo ser de otras galaxias llegado a nuestro planeta vía meteorito y dominado por un brujo tribal, un chamán avaricioso llavado Manu que no sabrá gestionar el poder que ha caido en sus manos. Hogar también sembrará el caos con su gigantismo y la salvación de la Tierra vendrá, curiosamente, de la mano de extraterrestres más bondadosos que de costumbre.
Finalmente tenemos las 22 páginas que reeditan el primer número de Gorgo. De hecho se trata de una pionera adaptación cinematográfica. En 1961 Eugène Lourié estrenaba una exploitation del primer Godzilla, Gorgo. Curiosamente Lourié había dirigido unos años antes la madre del cordero que sirvió de inspiración al clásico de Inoshiro Honda: El monstruo de tiempos remotos, con efectos del gran Ray Harryhausen. En ella explicaba la historia del descubrimiento de un reptil gigante que sería explotado como atracción de feria. El problema es que se trataba de una cría y claro, el instinto materno es lo que tiene. Y la edad también. Gorgo padre (o madre) acudiría pronto al rescate del retoño, con el consiguiente festival destructivo. Como si de un juego de ping pong se tratase, Gorgo tuvo a su vez el remake nipón, Gappa, para ser finalmente rescreado por Steven Spielberg en la segunda entrega de Parque Jurásico . Por el camino nos queda una curiosa adaptación gráfica del Gorgo original dibujada por Steve Ditko que tendría continuación en una bizarra colección de 23 números. Ahí es nada.
17.6.05
INFANCIAS
El destino ha querido que en un breve lapso de tiempo recorriera las páginas de dos cómics que hablan de la infancia (y el fin de esta). Cielos, qué solemne me está quedando este inicio. Se trata de la novela gráfica Buen Tiempo de Joe Matt (Ediciones La Cúpula) y de la cuarta entrega de La Ascensión del Gran Mal de David B. (Ediciones sins entido). A mí la cosa autobiográfica en tebeo acostumbra a interesarme y agradar. No me he planteado el porqué de este gusto y eso que en los últimos años se ha convertido en un género habitual en las librerías, con los riesgos de paja que eso conlleva. No es el caso de los dos álbumes de hoy, que por otro lado son bastante diferentes entre sí.
“¿Avaricioso? ¿Por qué? ¿Porque quiero cosas? ¡Eso no es ser avaricioso! ¡Eso es ser normal!”
A Joe Matt lo descubrí con el magnífico Peepshow que aquí editó (y dejó a medias) La Factoria de Ideas. Lo bueno de Joe Matt, además de un dibujo claro, de linea gruesa, bastante caricaturesco, estupendo en el detalle gestual, natural y dinámico, es la cruel autoparodia que de sí mismo hace, demoledora pero con con un gran sentido del humor (no amable). Admiro mucho a quien es capaz de reírse de sí mismo y dibujarse como un tipo patético. Quien eso hace tiene carta blanca para reírse de cualquier cosa. En Buen Tiempo el autor de Peepshow (al que a menudo encuentro un tono woodyallenesco) retrocede a su infancia, concretamente a un par de días de verano. Esos veranos aparentemente largos en el recuerdo, de principios y finales difusos en la memoria (cosa que queda muy bien resuleta) en el que dar rienda suelta a la irresponsabilidad total. Joe Matt, de nuevo, se esboza como alguien mezquino, cobarde, enórmemente tacaño y materialista, que da más importancia a acumular tebeos que a la lealtad con su mejor amigo o su familia. Una excelente novela gráfica muy bien editada por La Cúpula.
“Me pregunto qué será peor: querer dibujar una bandera nazi o ya no ser capaz de hacerlo”
La Ascensión del Gran Mal de David B es muy diferente en tono y estética. Cosa que está bien para constatar que no por ser de un mismo género las historias y la manera de contarlas deban ser iguales. Si lo comparamos con el Buen tiempo de Matt aquí no hay humor y el universo en que se mueve es del todo subjetivo e incluso onírico. Coinciden, eso sí, en la capacidad de autocrítica, aquí menos salvaje e hiriente. La ascensión del Gran Mal, seis álbumes en Francia de los que aquí llevamos cuatro, narra la infancia y adolescencia de su autor vehiculada a través de la enfermedad de su hermano mayor. Epilepsia. El Gran Mal. Locura. Debo reconocer que encuentro esta cuarta entrega un tanto más dispersa que las anteriores. Pero aún así tiene un enorme, gigantesco, interés. Desde el punto de vista de lo que explica, está esa visión ciertamente ácida de la desesperación paterna que impulsa a buscar soluciones alternativas al Gran Mal: homeopatía, mediums, new age de saldo, budismo, corrientes magnéticas, sectas. A todas las mira con descreimiento y las deja como lo que son: paparruchadas. Eso me gusta. También está el descubrimiento de la literatura de evasión por parte del autor, magníficamente evocado. Los grandes héroes. La literatura de horror. Jean Ray y sus Últimos cuentos de Cantembury. La atracción por las sociedades secretas. Este es el meollo del álbum y cómo lo ilustra David B. es, sencillamente, la hostia. A nivel de dibujo lo encuentro soberbio. Expresionista y personal a niveles casi insultantes. Con un dominio absoluto de la mancha negra puesta al servicio de la imaginación. A mi es que se me cae la baba con todas esas viñetas, y las hay para dar y regalar, en la que se plasma un brutal imaginario poblado de monstruos, batallas, armaduras, sectas, calaveras y ondas magnéticas. En ese aspecto, ya les digo, es la hostia.
“¿Avaricioso? ¿Por qué? ¿Porque quiero cosas? ¡Eso no es ser avaricioso! ¡Eso es ser normal!”
A Joe Matt lo descubrí con el magnífico Peepshow que aquí editó (y dejó a medias) La Factoria de Ideas. Lo bueno de Joe Matt, además de un dibujo claro, de linea gruesa, bastante caricaturesco, estupendo en el detalle gestual, natural y dinámico, es la cruel autoparodia que de sí mismo hace, demoledora pero con con un gran sentido del humor (no amable). Admiro mucho a quien es capaz de reírse de sí mismo y dibujarse como un tipo patético. Quien eso hace tiene carta blanca para reírse de cualquier cosa. En Buen Tiempo el autor de Peepshow (al que a menudo encuentro un tono woodyallenesco) retrocede a su infancia, concretamente a un par de días de verano. Esos veranos aparentemente largos en el recuerdo, de principios y finales difusos en la memoria (cosa que queda muy bien resuleta) en el que dar rienda suelta a la irresponsabilidad total. Joe Matt, de nuevo, se esboza como alguien mezquino, cobarde, enórmemente tacaño y materialista, que da más importancia a acumular tebeos que a la lealtad con su mejor amigo o su familia. Una excelente novela gráfica muy bien editada por La Cúpula.
“Me pregunto qué será peor: querer dibujar una bandera nazi o ya no ser capaz de hacerlo”
La Ascensión del Gran Mal de David B es muy diferente en tono y estética. Cosa que está bien para constatar que no por ser de un mismo género las historias y la manera de contarlas deban ser iguales. Si lo comparamos con el Buen tiempo de Matt aquí no hay humor y el universo en que se mueve es del todo subjetivo e incluso onírico. Coinciden, eso sí, en la capacidad de autocrítica, aquí menos salvaje e hiriente. La ascensión del Gran Mal, seis álbumes en Francia de los que aquí llevamos cuatro, narra la infancia y adolescencia de su autor vehiculada a través de la enfermedad de su hermano mayor. Epilepsia. El Gran Mal. Locura. Debo reconocer que encuentro esta cuarta entrega un tanto más dispersa que las anteriores. Pero aún así tiene un enorme, gigantesco, interés. Desde el punto de vista de lo que explica, está esa visión ciertamente ácida de la desesperación paterna que impulsa a buscar soluciones alternativas al Gran Mal: homeopatía, mediums, new age de saldo, budismo, corrientes magnéticas, sectas. A todas las mira con descreimiento y las deja como lo que son: paparruchadas. Eso me gusta. También está el descubrimiento de la literatura de evasión por parte del autor, magníficamente evocado. Los grandes héroes. La literatura de horror. Jean Ray y sus Últimos cuentos de Cantembury. La atracción por las sociedades secretas. Este es el meollo del álbum y cómo lo ilustra David B. es, sencillamente, la hostia. A nivel de dibujo lo encuentro soberbio. Expresionista y personal a niveles casi insultantes. Con un dominio absoluto de la mancha negra puesta al servicio de la imaginación. A mi es que se me cae la baba con todas esas viñetas, y las hay para dar y regalar, en la que se plasma un brutal imaginario poblado de monstruos, batallas, armaduras, sectas, calaveras y ondas magnéticas. En ese aspecto, ya les digo, es la hostia.
Simpsonario (CCXV)
Fotografías
Recopiladas y guardadas en un álbum, constituyen la memoria histórica privada del núcleo familiar americano; pero extrañamente en casa de los Simpson, en el episodio Y con Margie tres, faltan las fotografías de la más pequeña. Una idea genial que lleva la historia a uno de los finales más conmovedores de toda la serie. En el episodio Marge no seas orgullosa la base sobre la que está construida toda la trama es el retrato de familia que los Simpson, como de costumbre, tendrían que hacerse cada año por Navidad en el centro comercial; en este caso será Bart quien impedirá la toma de la foto por motivos bien conocidos (el robo de un videojuego).
Recopiladas y guardadas en un álbum, constituyen la memoria histórica privada del núcleo familiar americano; pero extrañamente en casa de los Simpson, en el episodio Y con Margie tres, faltan las fotografías de la más pequeña. Una idea genial que lleva la historia a uno de los finales más conmovedores de toda la serie. En el episodio Marge no seas orgullosa la base sobre la que está construida toda la trama es el retrato de familia que los Simpson, como de costumbre, tendrían que hacerse cada año por Navidad en el centro comercial; en este caso será Bart quien impedirá la toma de la foto por motivos bien conocidos (el robo de un videojuego).
Simpsonario (CCXIV)
Foster
Psiquiatra que hace muchos años se había ocupado de curar al joven Ned Flanders y que en el episodio Huracán Neddy vuelve a ocuparse de su antiguo paciente. La terapia utilizada en la infancia había provocado en Flanders la represión de la ira, en vez de exteriorizarla y convertirla de este modo en constructiva; Foster le enseña a expresar todo tipo de sentimientos tomando como ejemplo a Homer Simpson.
Psiquiatra que hace muchos años se había ocupado de curar al joven Ned Flanders y que en el episodio Huracán Neddy vuelve a ocuparse de su antiguo paciente. La terapia utilizada en la infancia había provocado en Flanders la represión de la ira, en vez de exteriorizarla y convertirla de este modo en constructiva; Foster le enseña a expresar todo tipo de sentimientos tomando como ejemplo a Homer Simpson.
16.6.05
CUATRO DERRIBOS, CUATRO (y una gloriosa propina)
Así, en breve y rapidito, cuatro enlaces a otros tantos comentarios de filmes de esos a los que se tiene mucho cariño en este Blog Ausente.
- LVH disecciona la ya célebre versión turca de Star Wars, protagonizada por el mito otomano Cuneyt Arkin y con increibles robos al original del 77.
- Beat Henrique desmenuza la más famosa bazofia italianada post-apocalíptica: 2019: Tras la caída de Nueva York.
- Hijo del Celuloide se mete sin profilaxis en las entrañas de un sicotrónico clásico indonesio del calibre de Dangerous Seductress.
- Hijo Tonto nos desvela el complicado intríngulis de la bruceploitation elevada al cubo: Los clones de Bruce Lee.
Por cierto, a consecuencia de ésta última reseña pretendía escribir un breve post sobre el tema clónico del Pequeño Dragón. Así será pero ando escaso de tiempo. A ver si entre hoy y mañana puedo redactarlo. Como propina les dejo con la primera parte de una espectacular fotonovela que el señor Sanata ha tenido la bondad de regalar a los internautas inquietos: Yorga, EL Hombre Lagarto.
- LVH disecciona la ya célebre versión turca de Star Wars, protagonizada por el mito otomano Cuneyt Arkin y con increibles robos al original del 77.
- Beat Henrique desmenuza la más famosa bazofia italianada post-apocalíptica: 2019: Tras la caída de Nueva York.
- Hijo del Celuloide se mete sin profilaxis en las entrañas de un sicotrónico clásico indonesio del calibre de Dangerous Seductress.
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Por cierto, a consecuencia de ésta última reseña pretendía escribir un breve post sobre el tema clónico del Pequeño Dragón. Así será pero ando escaso de tiempo. A ver si entre hoy y mañana puedo redactarlo. Como propina les dejo con la primera parte de una espectacular fotonovela que el señor Sanata ha tenido la bondad de regalar a los internautas inquietos: Yorga, EL Hombre Lagarto.
Simpsonario (CCXIII)
Ford, John
El más importante director clásico de películas del oeste. Al final del episodio Lisa la iconoclasta se parodia El hombre que mató a Liberty Valance, cuando hay que desenterrar el cuerpo de Jebediah Springfield, fundador de la ciudad, para verificar si entre sus mandíbulas existe realmente la famosa lengua de plata, que confirmaría el oscuro pasado del colono como sanguinario pirata. El final feliz, como en el film de Ford, es el triunfo del dicho “entre la verdad y la leyenda, se salva la leyenda”. Otro clásico largometraje de Ford, Las uvas de la ira (1940), adaptación de la conocida novela homónima de John Steinbeck, es referenciado en El retorcido mundo de Marge Simpson con el discurso de Frank Ormand (Tom Joad en la versión original). De hecho, la caricatura de propio Matt Groening , que aparece, por ejemplo, en ¡Espectacular episodio número 138!, toma el aspecto de John Ford cuando el cineasta, ya viejo y arisco, respondía sólo con monosílabos en la película-entrevista del también director de cine Peter Bogdanovich.
El más importante director clásico de películas del oeste. Al final del episodio Lisa la iconoclasta se parodia El hombre que mató a Liberty Valance, cuando hay que desenterrar el cuerpo de Jebediah Springfield, fundador de la ciudad, para verificar si entre sus mandíbulas existe realmente la famosa lengua de plata, que confirmaría el oscuro pasado del colono como sanguinario pirata. El final feliz, como en el film de Ford, es el triunfo del dicho “entre la verdad y la leyenda, se salva la leyenda”. Otro clásico largometraje de Ford, Las uvas de la ira (1940), adaptación de la conocida novela homónima de John Steinbeck, es referenciado en El retorcido mundo de Marge Simpson con el discurso de Frank Ormand (Tom Joad en la versión original). De hecho, la caricatura de propio Matt Groening , que aparece, por ejemplo, en ¡Espectacular episodio número 138!, toma el aspecto de John Ford cuando el cineasta, ya viejo y arisco, respondía sólo con monosílabos en la película-entrevista del también director de cine Peter Bogdanovich.
LA FELICIDAD EN 32 MINUTOS
Cuando me lancé a la piscina con el Blog Ausente una de mis intenciones era dedicar un post semanal a un disco que me gustara mucho. Hasta le puse un título genérico a la sección: Música que me la pone dura. Si rebuscan en los archivos encontrarán alguno. Al final la cosa se fue diluyendo casi sin querer. Ha sido un extraño y atípico invierno desde el punto de vista de la melomanía ausente. Quizás el que menos música he escuchado, y es raro porque me ha acompañado toda la vida. Pero claro, luego llega la primavera, sale el sol, los pajaritos cantan y el hi-fi ausente empieza a tronar, con las ventanas abiertas.
Ayer, en mi querida lista brutta, casi sin querer, cité el Supremes A’ Go Go!!. Un disco maravilloso. Y volví a buscar el vinilo. Sí, el vinilo. Y a ponerlo en el plato del tocadiscos. Por segunda vez en una semana me encontré danzando como un imbécil por la sala. Y es que, apreciados lectores, estamos hablando de EL disco feliz por excelencia. Doce canciones capaces de resucitar a los muertos. Tan sólo una de ellas supera los tres minutos, y sólo un segundo. Y todas son la pócima exacta de rythm and blues apopado y brincable hasta la extenuación. La magia del soul tatareable de la Tamla Motown concentrada en 32 gloriosos minutos.
The Supremes A’ Go Go, editado en verano de 1966, supone el esplendor del trío vocal formado por Diana Ross, Mary Wilson y Florence Ballard tras otro álbum que no estaba nada mal (I Heard a Symphony). Ocho composiciones de los míticos Dozier, Holland and Holland entre las que encontramos gemas pop del calibre de Love is like an itching in my heart, You Can’t Hurry Love o I Can’t Help Myself, una tremenda recuperación del Get Ready de Smokey Robinson, de apabullante base rítmica al igual que la del clásico Money (That’s What i Want), el primer éxito de la compañía creada por Berry Gordy Jr.. Y si a eso sumamos una versión de un tema tan demoledor como el These Boots Are Made for Walkin’ del dúo Lee Hazlewood / Nancy Sinatra y la greasiana Hang on Sloopy... Ustedes mismos. Ritmos irresistibles, estribillos enganchosos y jobiales, campanitas, vientos y punteos que entran cuando tienen que entrar. Jo. Qué bueno. Let’s Go A’ Go Go!!!
Simpsonario (CCXII)
Flashback y flashforward
El flashback, literalmente un relámpago hacia atrás, es un recurso narrativo que ha adquirido gran importancia en la narración audiovisual; interrumpe la continuidad de la historia para hacer un salto al pasado y recordar visualmente algunos momentos de la existencia de los protagonistas. Gracias a los flashback podemos reconstruir la vida de la familia Simpson, desde la juventud, o incluso desde la infancia de Homer y Marge, para llegar al noviazgo (en el episodio Así como éramos), al matrimonio (en Me casé con Marge), la infancia de Bart y Lisa (La primera palabra de Lisa) o el nacimiento de la pequeña Maggie (en Y con Maggie tres). El flashforward, relámpago hacia delante, es un mecanismo de narración parecido al flashback pero refiriéndose al futuro; su uso en la narración audiovisual, en comparación, es menos frecuente; en este caso, las proyecciones oníricas de los Simpson invaden el espacio visual, casi siempre con una previsión negativa de sus destinos.
El flashback, literalmente un relámpago hacia atrás, es un recurso narrativo que ha adquirido gran importancia en la narración audiovisual; interrumpe la continuidad de la historia para hacer un salto al pasado y recordar visualmente algunos momentos de la existencia de los protagonistas. Gracias a los flashback podemos reconstruir la vida de la familia Simpson, desde la juventud, o incluso desde la infancia de Homer y Marge, para llegar al noviazgo (en el episodio Así como éramos), al matrimonio (en Me casé con Marge), la infancia de Bart y Lisa (La primera palabra de Lisa) o el nacimiento de la pequeña Maggie (en Y con Maggie tres). El flashforward, relámpago hacia delante, es un mecanismo de narración parecido al flashback pero refiriéndose al futuro; su uso en la narración audiovisual, en comparación, es menos frecuente; en este caso, las proyecciones oníricas de los Simpson invaden el espacio visual, casi siempre con una previsión negativa de sus destinos.
15.6.05
Recuperando clásicos (y estampitas pop)
Con esto del dividí me he convertido en un coleccionista compulsivo de clásicos del cine fantástico. Con el vhs me contentaba con grabar las cosas de la tele (a miles) y con conseguir copias de segunda generación de películas más difíciles de conseguir (es decir, esas sicotronías en las que, al parecer, creen ustedes que soy un experto). Ahora, en términos de calidad y consecución la cosa ha cambiado mucho. Por un lado los modernos avances de la sociedad tecnológica, sí, esa misma que monotoriza la burrosfera, han puesto al alcance de la mano cosas antaño inimaginables. También favorece el contacto e intercambio con otros aficionados, la conservación mediante el paso del soporte magnético al digital y la copia que no pierde calidad respecto al origen.
Aún así, el efecto en términos de consumo ausente ha sido importante. En muchos casos no me conformo con la copia sino que acudo al producto original. Es así con los clásicos del cine fantástico. Los colecciono compulsivamente y mi adicción a las compras en zona uno, al otro lado del Atlántico Norte. En este sentido esta semana he recibido con alborozo la noticia de dos futuros (septiembre) y suculentos packs: The Hammer Horror Series y The Bela Lugosi Collection. Ambos subtitulados al castellano y a priori en óptimas condiciones para el visionado, es decir, respetando el formato original.
El primero está compuesto de ocho películas. A saber: Brides of Dracula,
The Curse of the Werewolf, The Phantom of the Opera (1962), Paranoiac, Kiss of the Vampire, Nightmare, Night Creatures y The Evil of Frankenstein. Ya saben ustedes que yo me declaro alegremente Hammerófilo a las primeras de cambio. Por algo me estoy dedicando a reseñar, desgraciadamente con lentitud, los Frankenstein de la compañía británica. El pack rescata tres películas de Terence Fisher, dos son obras maestras (Las Novias de Drácula y La Maldición del Hombre Lobo) mientras que si versión de El Fantasma de la Ópera no estaba nada mal, y el resto forman parte del grueso más irregular y/o reivindicado de la Hammer. Algunas, por cierto, no las he visto.
El segundo pack, The Bela Lugosi Collection, supone el complemento ideal de los Legacy de la Universal. Los grandes clásicos con monstruo de los años 30 han sido magníficamente recuperados, incluyendo sus posteriores secuelas, cosas tan interesantes como La Hija de Drácula, Son of Frankenstein o la versión hispana del clásico homónimo de Bram Stoker además de aquellos entrañables crossovers tres en uno. Supongo que en un futuro lejano acabaré por reseñarlos todas.
Pero claro, ésta comprensible política monstruil de la Universal dejaba fuera algunos títulos que por fin se recogen tomando como referencia a Bela Lugosi, el actor que aparece en los créditos de todos ellos. En concreto se trata de Murders in the Rue Morgue, The Black Cat (1934), The Raven, The Invisible Ray y Black Friday. Tres son adaptaciones de Poe, una de ellas estupenda y que aquí se llamó Satanás, una joyita pulp como El Poder Invisible y otra de Mad Doctors, Black Friday, que no he visto nunca.
Así que este log Ausente no puede más que congratularse de una noticia que incrementará emporios pajeros y lo celebra como es habitual, con un montón de hermosotes carteles. Yupi.
Simpsonario (CCXI)
Flanders
Son los vecinos de los Simpson. La familia está compuesta por el padre Ned, la madre Maude y los hijos Rod y Todd (cuyos nombres rimarían tanto con el de la madre como con Dios –God-). De los cuatro, el único personaje trazado con carácter es el hombre, ya que los otros están plasmados enteramente en las costumbres y las características del cabeza de familia. El núcleo doméstico es compacto y homogéneo y, por ello, odiado al máximo por Homer, que no tolera el exceso de decencia, y que no es más que el resultado de una conducta existencial basada en el amaneramiento y el puritanismo. Aquí, la sátira contra los excesos del tradicionalismo religioso norteamericano es importante. La identidad de Flanders es muy compleja porque no se trata simplemente del burgués común, sino de una figura social con su correspondencia en la realidad estadounidense, donde el maniqueísmo (la neta distinción entre el bien y el mal) se exterioriza con este personaje ridículo pero inquietante. Ned se caracteriza por su habla irritántemente amable (de hecho, todo en Flanders es irritante) con el uso constante de diminitivos y su célebre saludo “hola-holita” (“hi-diddly-do” en el original). Cristiano evangelista hasta el extremo, es uno de los más interesantes y habituales secundarios de la serie, centro del carácter irreverente de Matt Groening. La cantidad de anécdotas destacables es inmensa, por lo que tan sólo destacamos dos y una frase de propina:
- El intento de bautismo forzado de Bart y Lisa en el episodio en que éstos son adoptados por la familia Flanders.
- La muerte de Maude Flanders al caer desde una grada durante un espectáculo de carreras de coches en el episodio Solito otra vez naturalmente. Como no podía ser de otra manera Homer se encuentra en el inicio de las fatales casualidades que culminan en el percance mortal.
- “La vida es una derrota tras derrota hasta que acabas deseando que se muera Ned Flanders” (Homer)
Son los vecinos de los Simpson. La familia está compuesta por el padre Ned, la madre Maude y los hijos Rod y Todd (cuyos nombres rimarían tanto con el de la madre como con Dios –God-). De los cuatro, el único personaje trazado con carácter es el hombre, ya que los otros están plasmados enteramente en las costumbres y las características del cabeza de familia. El núcleo doméstico es compacto y homogéneo y, por ello, odiado al máximo por Homer, que no tolera el exceso de decencia, y que no es más que el resultado de una conducta existencial basada en el amaneramiento y el puritanismo. Aquí, la sátira contra los excesos del tradicionalismo religioso norteamericano es importante. La identidad de Flanders es muy compleja porque no se trata simplemente del burgués común, sino de una figura social con su correspondencia en la realidad estadounidense, donde el maniqueísmo (la neta distinción entre el bien y el mal) se exterioriza con este personaje ridículo pero inquietante. Ned se caracteriza por su habla irritántemente amable (de hecho, todo en Flanders es irritante) con el uso constante de diminitivos y su célebre saludo “hola-holita” (“hi-diddly-do” en el original). Cristiano evangelista hasta el extremo, es uno de los más interesantes y habituales secundarios de la serie, centro del carácter irreverente de Matt Groening. La cantidad de anécdotas destacables es inmensa, por lo que tan sólo destacamos dos y una frase de propina:
- El intento de bautismo forzado de Bart y Lisa en el episodio en que éstos son adoptados por la familia Flanders.
- La muerte de Maude Flanders al caer desde una grada durante un espectáculo de carreras de coches en el episodio Solito otra vez naturalmente. Como no podía ser de otra manera Homer se encuentra en el inicio de las fatales casualidades que culminan en el percance mortal.
- “La vida es una derrota tras derrota hasta que acabas deseando que se muera Ned Flanders” (Homer)
14.6.05
Engrasando Tuercas
En aras del estudio horroresférico (o burrosférico, que es igual de descriptivo) corto y pego la siguiente noticia:
“Umbria Communications of Boulder ha desarrollado un buscador que monitorea cientos de blogs, tomando información y analizando los comentarios que sobre productos y marcas se producen. Con este nuevo instrumento, la empresa intenta detectar las preferencias de la llamada Generación Y, formada por personas comprendidas entre los 10 y 27 años y habituales participantes en los weblogs y comunidades online. Según los datos recogidos por la firma esta generación lleva la voz cantante de los "weblogs" al concentrar más del 40% de las participaciones.”
Es una noticia hermosa en terminos de modernidad social. El aterrador boom bloguero, del que este Blog Ausente forma parte, hace públicos millones de comentarios alegres y joviales. Nos convierte en una masa mucho más observable y que, encima, es más homogénea de lo que la gente puede pensar. La información es poder. La moda bitacoril colabora en impulsar y perfilar mejor el resto de modas. El sistema funciona. Viva la Virgen.
Simpsonario (CCX)
Fisión Boy
Compañero adolescente de “El Hombre Radiactivo”, los cómics preferidos por Bart. En el episodio Radiactivo-Man Springfield se convierte en plató en el que rodar escenas de la película del personaje; para interpretar al inseparable ayudante se convocará a los niños del lugar, originando una salvaje rivalidad entre Bart y Milhouse para conseguir dicho papel. La existencia de Fision Boy es una parodia de los llamados siderkicks o jóvenes parejas del héroe adulto que buscaban la identificación inmediata del lector infantil. Con el tiempo han dado lugar a numerosas dobles lecturas. El doblaje de la serie en España ha llamado a este personaje con nombres diversos. El más habitual es Fisión Boy, pero también es posible ver episodios en los que se refieren a él como Chico Fisión. Por otro lado, en los cómics de los Simpson editados en nuestro país acostumbran a traducir su nombre por Chico Residuo Radiactivo.
Compañero adolescente de “El Hombre Radiactivo”, los cómics preferidos por Bart. En el episodio Radiactivo-Man Springfield se convierte en plató en el que rodar escenas de la película del personaje; para interpretar al inseparable ayudante se convocará a los niños del lugar, originando una salvaje rivalidad entre Bart y Milhouse para conseguir dicho papel. La existencia de Fision Boy es una parodia de los llamados siderkicks o jóvenes parejas del héroe adulto que buscaban la identificación inmediata del lector infantil. Con el tiempo han dado lugar a numerosas dobles lecturas. El doblaje de la serie en España ha llamado a este personaje con nombres diversos. El más habitual es Fisión Boy, pero también es posible ver episodios en los que se refieren a él como Chico Fisión. Por otro lado, en los cómics de los Simpson editados en nuestro país acostumbran a traducir su nombre por Chico Residuo Radiactivo.
B-ART : Carteles de La Burbuja Tóxica
La sección de B-Art de hoy sirve de annexo al post que dediqué la semana pasada a la revisión de Hedorah, La Burbuja tóxica y se compone de unos cuantos carteles internacionales del filme, de cuando los diseños no se homogeneizaban globalmente y cada distribuidor hacía lo que le parecía más apropiado de cara a atraer el máximo número de espectadores posibles. Pop de derribo. Siempre hermoso. El que tienen justo aquí encima es el italiano, muy espectacular aunque Hedorah parezca un pulpo y Godzilla un tiranosaurio. Eso sí, por una vez le llaman Godzila y no King Kong, algo que era bastante habitual en los 60. El carácter de la exploitation italiana siempre ha sido muy descarado.
Por su parte los alemanes se curraron el habitual corta y pega espectacular y repleto de colorido. Normalmente recoloreaban las fotos y, como ya he dicho por aquí en alguna ocasión, llamaban a Godzilla Frankenstein, quizás porque el kaiju Frankestein conquers the World fue un éxito en las taquillas germanas. Resulta curioso el detalle de incluir un globo de texto que sale de la boca de Godzilla, un recurso del cómic muy poco habitual en la publicidad cinematográfica. No sé alemán y por tanto desconozco qué es lo que nos quiere comunicar el saurio radioactivo.
La ilustración norteamericana acude a la imaginería pulp propia de la tradición pop. Destaca por encima de todo, en primer plano, la imagen de la muchacha con la ropa hecha girones aprisionada en los tentáculos viscosos de Hedorah. Como pueden ustedes imaginar, es una imagen que no encontrarán en la película. Y para acabar, añado el cartel polaco de la película. Ya lo hice en el celebrado post dedicado a los estupendos carteles polacos de la saga de Godzilla, pero como he encontrado uno con mayor calidad de imagen que el que colgué entonces aprovecho la ocasión. Además, un recorrido por el cartelismo internacional del filme sin mostrarlo sería un error. No me olvido, por cierto, de mi intención de dedicar unos cuantos b-arts a la ilustración polaca. Todo se andará.
Simpsonario (CCIX)
Fiestas
Muy queridas por Marge, poco respetadas por Homer, que, en La guerra de los Simpson (título que alude a la comedia de desavenencias matrimoniales de Danny De Vito La guerra de los Rose), se emborracha en la una de las muchas fiestas que organiza su mujer para recibir a vecinos y amigos, con lo cual provoca una gran serie de contrariedades entre los invitados.
Muy queridas por Marge, poco respetadas por Homer, que, en La guerra de los Simpson (título que alude a la comedia de desavenencias matrimoniales de Danny De Vito La guerra de los Rose), se emborracha en la una de las muchas fiestas que organiza su mujer para recibir a vecinos y amigos, con lo cual provoca una gran serie de contrariedades entre los invitados.
13.6.05
TODOS LOS HOMBRES DE "EL SONRIENTE"
Como les he dicho justo hace un post, ha sido un fin de semana intenso. Porque no sólo hubo salones y conciertos. Sexo, Droga y rock’n’roll. Hubo más cosas. Lo terrible vino el domingo por la noche. Que me pongo en la cama y decido leer un rato. La última entrega, el desenlace, el arco definitivo de mi querida Transmetropolitan de Warren Ellis y Darrick Robertson. Llevaba demasiados meses aguardando en la pila de lecturas pendientes. No sé muy bien por qué si resulta que me encanta. Quizá porque era el último y me sabía mal no volver a encontrarme con Spider Jerusalem sin saber cómo le habían ido las cosas. Lo mismo me ha pasado con El Víbora, que despues de 20 años de religiosa compra mensual tengo los cuatro últimos números por leer. Quizá para dar la (falsa) sensación de que todo sigue igual.
A lo que iba, que me voy tarde a la cama, a las doce y veinte, un poco cansado, y me llevo un tebeo conmigo. Un tebeo grueso, eso sí, ya que El canto de cisne recopila los números 52 a 60 de Transmetropolitan. Y me pongo a leer. Me leo el primer ejemplar USA, rápido, claro, que es lectura intensa, rica y a la vez muy ágil y continuo con el siguiente. Y sigo. Y el tiempo avanza y yo feliz, y eso que a las ocho entro a trabajar, eso es impepinable. Y al final me lo zampo enterito, sin pausa, aplaudiendo en silencio las acometidas de Spider Jerusalem contra “El Sonriente” Presidente Callahan, temiendo por su vida y alegrándome por la revuelta de una sociedad narcotizada. “¿Quién iba a saber que recordaban cómo rebelarse?”. Y toda esa emoción en silencio, que doña absenta dormía profundamente a mi lado. Y yo ahí, como un cosaco entre las páginas de un tebeo.
Cuando colgué por aquí lo de la sociedad borderline recomendaba la lectura de Transmetropolitan. Como buena obra de ciencia ficción, el futuro inmediato que describe es tan sólo la sociedad actual hiperrealzada. Los transientes, humanos que modifican su cuerpo con genes alienígenas. Química mágica. Contaminación. Desechos humanos. Millonarios New Age. Presidentes que tensan al máximo el sistema para crear dictaduras con apariencia de democracias envidiables. Agotador e inhumano bombardeo mediático. E internet tocacojones. Spider Jerusalem debería ser el icono bloguero si no fuera porque mi desencanto actual para con la horrosfera supone que la creación de Ellis y Darrickson es demasiado icono para tan poca cosa. Y es que la sociedad borderline todo lo devora. Prefiero a Spider Jerusalem impoluto como el gran personaje que es, de los mejores de los últimos años. La lástima es que sea eso, un personaje.
También me ha hecho cierta gracia leer las últimas viñetas pensando, precisamente, en el final de uno de sus referentes más claros: Hunter S. Thompson. El otro es el propio Ellis, claro. En definitiva, una puta joya, con alguna bajada de ritmo en su mitad, todo sea dicho, que remonta el vuelo espectacularmente en un final adrenalítico y emocionante. Les dejo con un divertido diálogo y la lista de los álbumes y arcos con que Norma editó la colección norteamericana de 60 comic books.
- ¿Hay alguna parte de tu cerebro que no uses?
- La parte muerta. ¿Por qué?
- Voy a tener que usar parte de tu cerebro como almacén de datos. No mucho.
- ¿Cuánto? Habrás notado que mi cerebro ya no está inmaculado.
- Nunca lo estuvo. Te voy a comer tanto espacio como el recuerdo de tu última cagada.
- Fue una cagada épica.
De nuevo en la calle 1 a 4
Matame a besos 1 a 2
El año del bastardo 1 a 3
La nueva escoria 1 a 3
Acoso y derribo!
Ciudad Solitaria 1 y 2
Regreso a los orígenes 1 a 4
Requiem
Sale el sol
El canto del cisne
VIDAS AUSENTES (gentes, conciertos y salones)
El fin de semana ha sido muy intenso. Gentes viajeras, conciertos adrenalíticos y certamen comiquero. La coincidencia de la presentación del primer disco de Ultraplayblack y el Saló del Còmic de Barcelona me han convertido en persona social y bien acompañada.
La cosa empezó por todo lo alto en un reputado restaurante japonés. Allí se produjo el esperado encuentro entre Satanasito y quien esto escribe. Sepan ustedes que el nombre de Satanasito es la mar de idóneo y describe claramente a la persona. Es maligno y diabólico, pero también tierno. Lo suficientemente tierno para que su visita viniera acompañada de los encantadores Lametones del amor, Amanda y Casimiro, gente plácida a la que tuve el placer de invitar a unos vasitos de agua con hielo en La Mansión Ausente. Y en el concierto, pues berrear como un burro con P.A.J.E.R.O., que debo reconocer que me hizo pasar un buen rato, para luego quedarme boquiabierto con Ultraplayback, que tienen una puesta en escena realmente impactante, con los seis miembros del grupo moviéndose como poseídos. Actitud punk, plaka plaka, guitarras incendiarias y chicas en minifalda. Yo creo que no se puede pedir más.
La otra parte publica y social del fin de semana fue el Saló del cómic. Lo importante es que me permitió practicar durante un buen rato la conversación cafre pajera con el bueno de Sark, saludar a miembros de a.d.l.o. (incluido su abogado), de los invisibles y al gran C.Rancio, pasear a Spaulding por un certamen desconocido para él, y comprarme unos cuantos tebeos viejos. Nada de novedades, esas ya caerán con mesura en mi librería habitual. Y cuando hablo de tebeos viejos me refiero a magazines de horror de los 70, ya lo saben, aunque también aproveché para completar el Jeremiah de Hermann que sacó Grijalbo. A mí es que el Saló siempre me ha parecido un gran supermercado de pago y lo realmente bonito de él es el encuentro con gentes y demás. La nueva ubicación muy bien, sobre todo el viernes por la mañana, tan tranquilito y vacio. La cantidad de títulos nuevos me marea. Prefiero pensar en otras cosas.
Simpsonario (CCVIII)
Fetichismo
El episodio El Señor Quitanieves satiriza magníficamente el fetichismo cuando Marge se excita viendo la cazadora de quitanieves mecánico que Homer, convertido ya en un personaje conocido en la ciudad, lleva con orgullo y sex appeal; tal vez la prenda le proporciona un crecimiento potencial a sus prestaciones nocturnas.
El episodio El Señor Quitanieves satiriza magníficamente el fetichismo cuando Marge se excita viendo la cazadora de quitanieves mecánico que Homer, convertido ya en un personaje conocido en la ciudad, lleva con orgullo y sex appeal; tal vez la prenda le proporciona un crecimiento potencial a sus prestaciones nocturnas.
EL BLOG AUSENTE CONTINUA MUY AGRESIVO
Ayer utilicé expresiones como horrorfera (u horrosfera) y blognichos. Y es que bucear sin oxígeno en la pavorosa galaxia que ha supuesto el concurso de 20 Minutos es una experiencia terriblemente dura. Volveré a hablar del tema espero que en un futuro inminente en un post que quizás sorprenda por mi fama de buena persona. Pero de momento el concurso sigue ahí, es lunes por la mañana y debo hacer campaña electoral. La sociedad borderline es lo que tiene. Quien no llora no mama. Ahí al lado tienen el iconillo para votar y recuerden que antes deben confirmar su correo electrónico.
No sólo eso. El pavor de la horrorfera me obliga a decirles que hay un pequeño porcentaje de blogs que valen la pena, están a concurso y merecen ser votados, incluso más que yo. En serio. La subcultura necesita ser mimada. No me voten sólo a mí, por favor, voten también a
Papel Continuo
Lametones de amor
La Cárcel de Papel
Aureal
Flora y Fauna
Un Mundo desde el abismo
La Petite Claudine
El misterio de los intervalos del silencio
Secretaria Anarkista
Crazy Japan
Dr. Zito
Comix
La Caja Negra
Museo Pajero
SIMPSONARIO - LETRA D
Dallas
Deberes
Delegado
Delincuentes
Democracia
Dentro y fuera
Depresión
Deseos
Desfile de noticias
Desnudez
Día de los abuelos
Día de los inocentes
Diabólico pez volador, El
Dibujo
Dibujos
Dibujos animados
Dickens, Charles
Diez
Diferencia
Dinero
Dios
Diploma
Director
Dirigible
Discutible
Diseño
Disney, Walt
Distorsión
Diversión
Dobladores
Doblaje
Dolph
D'oh!
Don Limpio
Donuts
Doris
Ducha
Duff
Dunning, George
Deberes
Delegado
Delincuentes
Democracia
Dentro y fuera
Depresión
Deseos
Desfile de noticias
Desnudez
Día de los abuelos
Día de los inocentes
Diabólico pez volador, El
Dibujo
Dibujos
Dibujos animados
Dickens, Charles
Diez
Diferencia
Dinero
Dios
Diploma
Director
Dirigible
Discutible
Diseño
Disney, Walt
Distorsión
Diversión
Dobladores
Doblaje
Dolph
D'oh!
Don Limpio
Donuts
Doris
Ducha
Duff
Dunning, George
11.6.05
BOLA Y CADENA
Inmerso en días muy agitados, por ocupados, ni encuentro tiempo para escribir ni para moverme por la parte de la blogosfera que me gusta (últimamente he picoteado un algo la horrorfera o los blognichos con auténtico espanto). Fíjense como está la cosa que descubro hace unos minutos que El Agente Cooper me escogió hace ya una semana para una de esas cadenas bitacoriles que, es cierto y no lo voy a negar, no me gustan. Pero recuerden que el hecho de que no me gusten no debe frenarles nunca para implicarme en estas cosas. Jamás. Yo me limitaré a responder y, eso sí, casi siempre romperé la cadena por la parte que me toca. Hoy no. También es cierto que la cadena de hoy, bueno, de la semana pasada, me viene la mar de bien porque así actualizo con una cosa rapidita. Y sobre todo, quiero resaltar que es un honor que el hombre tras la cámara que hay en Sueños de Celuloide, Cátodos y Papel , antaño Gohstworld, me incluyere en su cadena. Además, el Agente Cooper fue uno de los primeros en acercarse por este Blog Ausente y lincarme en su blog porque sí, porque le gustó. Así que gracias. Vamos pues, al grano. Va por usted, señor Cooper.
- Número de películas:
No conozco las cifras exactas pero sí bastante aproximadas. En vhs unas 3200 y en dvd unas quinientas. Eso sí, lo impresionante es saber cuántos cómics almaceno en casa. Pero esa es otra historia. Je je je
- Última comprada:
Antes de ayer me llegaron dos dobletes de las MGM Midnite Movies, concretamente: Tales of Terror/Twice Told Tales y Attack of the Puppet People/Village of the Giants. También es cierto que ayer me regalaron El diablo de la dinamita.
- Última vista:
This is Spinal Tap
- 5 pelis que repito mucho o significan algo para mí:
Con esto soy muy burro pero sincero: Made in China (no podía ser de otra manera), Grupo Salvaje de Peckimpah, Dawn of the dead de Romero, La Matanza de Texas original (claro) y Arrebato de Zulueta.
- Personas a las que les paso el marrón. Pues miren por donde, y de manera harto sorprendente, añado, se lo paso a Hijo Tonto y al Dr. Zito. Olé mis cojones.
(y dicho todo esto les recuerdo la cosa esa del 20Minutos y que pueden votarme, me hace ilusión seguir inmerso en la horrorfera. Por increible que pueda parecer)
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