Viendo House of the Dark Shadows pensaba que su presencia en la retrospectiva American Gothic era indispensable. Spin-off cinematográfico de la mítica serie de televisión Dark Shadows, dirigida por su creador Dan Curtis, narra el acoso que un resucitado vampiro (Barnabás Collins) efectúa sobre sus descendientes (una familia cuasi aristocrática que habita la mansión del título). El Goticismo fílmico que destila es brutal (criptas, estacas, tormentas) pese a que el tiempo actúe como una apisonadora sobre el filme. La realización televisiva y su carácter de serie bé pura se combinan con un guión que avanza a trompicones (crea una situación y la resuelve, para crear otra, casi como si se tratara de tres episodios continuados de media hora cada uno). Para los vampirólogos posée numerosos elementos de interés, como la presencia de un vampiro enamorado o el descubrimiento de una vacuna que curaría la maldición, además de poseer escenas tan bellas como la de los policías armados con cruces atacando una rubia vampira en satén blanco. Ya no se hacen películas como esta.
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