B-ART : PORTADAS DE MYTEK "EL PODEROSO"

La presencia de Mytek "El Poderoso" en la celebración de la Semana Internacional del Traje de Gorila era indispensable. Mytek es un robot gigante disfrazado de gorila gigante, que no es moco de pavo. Serial que es puro gozo, se publicó originariamente por entregas de dos a cuatro páginas en el semanario británico para chicos Valiant entre 1964 y 1970. A España llegó de la mano de Vértice, en una colección de 14 tebeos del viejo formato, 128 páginas y tamaño que ahora llamamos coloquialmente BM. Luego se recopiló en tomos más gruesos y desornados y posteriormente en comic books bajo los sellos de Mundicomics y Surco.

Mytek, ya lo he dicho, era un gozo de serial. El olvidado guionista Tom Tully, de imaginación efervescente abocada al argumento de saldo donde todo era imposible y el acelerador siempre debía estar a tope, concibió una imparable fiesta de la destrucción con una idea simple como motor supersónico: Mytek, un robot construido un poco al tuntún como medio para pacificar a la agresiva tribu de los akari, acababa en manos del pérfido ayudante de su inventor. Y como ayudante pérfido y feo que era se lanzaba a romperlo todo porque estaba cabreado. Y cuando digo todo digo todo. A partir de aquí, semanas y semanas de persecuciones frenéticas, ideas absurdas y sorprendentes giros argumentales, siempre con la idea del disfrute del lector como sagrado mandamiento y del continuará entre entregas como obligación argumental. A la fiesta se sumaba con alegría el dibujante británico Eric Bradbury, que sabía redondear el asunto con un gusto por el detalle y unas sabias pinceladas de humor. Considero Mytek una de las grandes joyas del tebeo popular de los 60, tan necesario como las películas de Godzilla dirigidas por Inoshiro Honda.

EL TRAJE DE GORILA INCORRECTO

El caballero que tienen presidiendo este post se llama M'Boku, The Man Ape, y es uno de los más viejos enemigos de T'Challa, el celebérrimo superhéroe africano de la Marvel conocido como Pantera Negra. Tan sólo pretendo apuntar que es este un personaje rompedor en el sentido de lo políticamente incorrecto en grado sumo. Seré breve. Piensen por un momento. Un Negro disfrazado de gorila. Repito: Un negro disfrazado de gorila. Pues bien, por si fuera poco, se trata de un negro disfrazado de gorila BLANCO.

GORILA DE ULTRATUMBA

No hay dos sin tres. Tercera y última historieta de horror con gorilas. Procede de las páginas del Fantom número 4 (1972), una colección por la que siento un especial cariño e interés, ya que incluía entre sus páginas materiales diversos procedentes de la Charlton, la ACG y la Atlas (es decir, la Marvel de los años 50). En este caso desconozco la correspondencia original. Charlton no es (era material más moderno y con maestros de ceremonias), así que pudiera ser de las otras dos editoriales. Como verán, el tono es muy diferente a las anteriores y magistrales entregas de la Warren. Comparar la Warren con la Atlas de los 50 es un poco como comparar la Hammer con Ed Wood. Aún así, la historieta, que no es otra cosa que la enésima variante de la venganza de ultratumba (uno de los grandes temas de la época, sino el único hasta que llegaron los monstruos gigantes de Kirby y Ditko unos años más tarde) contiene viñetas poderosas, como la primera aparición del gorila (séptima de la tercera plancha) o, en general, el tono psicodélico de la magia negra, muy cercano al delicioso tratamiento que le diera Ditko en Dr. Extraño. De entre todas ellas me quedo con la sexta viñeta de la cuarta plancha, que tiene un algo que me derrite, esa especie de tratamiento icónico con su muñequito de manual de instrucciones o así. Y hay gorila. Espero que lo disfruten.

DISEÑOS PARA UNA CIUDAD GORILA

Desconozco si lo que viene a continuación es cosa ya vista, colgada por ahí o incluida en algún fastuoso dividí conmemorativo. Andaba yo indagándo en mi nutrida colección de viejos tebeos de terror cuando, en las páginas del Vampus especial Ciencia Ficción (junio 1974), he encontrado un porrón de diseños a lápiz para la ciudad de los monos de El Planeta de los Simios. Añadiría la coletilla "que no recordaba" pero sería falso, los recordaba porque siempre fui muy fan de la saga cinematográfica, no sólo de la primera, Regreso al Planeta de los Simios y Rebelión en el Planeta de los Simios cuentan con todo mi amor, por ejemplo. Creo que los borradores que vienen a continuación son todos muy bonitos, y es que la ciudad en que transcurre buena parte de la acción, con esas casas que tienen un algo craneal, son un ejemplo de ambientación currada que parece que no está ahí pero está. Bienvenidos a la ciudad gorila (bueno, vale, también había chimpancés y orangutanes).

BREVE REFLEXIÓN ALREDEDOR DE LA MUJER Y EL TRAJE GORILA

Más o menos ya se intuía en algunos de sus comments anteriores. Si han estado siguiendo con interés los fastos de la Semana Internacional del Traje de Gorila, creo que con alguna honrosa excepción queda flotando una pregunta que en realidad oculta otra que ya planteé hace tiempo. ¿Somos los varones los únicos que nos disfrazamos de gorila con alegría y alborozo? Mis dos textos del día de hoy, sobre películas de serie bé y sobre portadas de magazines adultos con gorila dejan bastante claro que el gorila juega un papel de alterego del macho humano, sublimación retroerótica con testosterona del animal que el varón de la sociedad borderline quiere llevar dentro. Nuestro gorila interno quiere ser el jefe de la manada (sólo hay que observar un atasco de tráfico rodado corriente y moliente para certificarlo) del mismo modo que parece que nos otorga el poder sexual completo (como si fuera una especie de viagra con pelos). Este rol social injusto puede estar expulsando a la hembra del placer de ser y sentirse gorila, algo mucho más lúdico y festivo de lo que la sociedad borderline explicita a través del pop de derribo. Cierto es que la hembra humana toca de pies en el suelo y relativiza pajereces tan extremas como la que ha unido a tantos blogs estos días. Pero también es cierto que la hembra humana DEBE tener un papel importante en el interior de un traje de gorila. Y por si tienen alguna duda: ellas, disfrazadas de gorila, pueden seguir siendo hermosas. Tan sólo un ejemplo: ZIRA.

B-ART : PRIMATES Y HEMBRAS EN LOS MAGAZINES MASCULINOS DE LOS 50s

Tras la Segunda Guerra Mundial en EEUU proliferaró todo un submundo de magazines para lectores machotes. Son conocidos como los Men's Adevntures y Taschen ha editado unos cuantos tomos a cuál más sorprendente. Tuvieron su época de esplendor en la década de los 50s y pueden considerarse auténticas joyas de pulp bastardo directo a los bajos instintos masculinos. Todo un mundo de dominación masculina en el que las chicas son torturadas, rescatadas y generosas con su héroe. Buena parte del encanto de estos magazines para adultos estaba en sus portadas. Ilustraciones hiperrealistas tremendamente violentas y con marcado erotismo (el escote es requisito indispensable). Las más famosas son aquellas en el que las chicas sufren en sus carnes las felonías de unos nazis perversos sibaritas en la tortura. Pero no eran las únicas temáticas de portadas: cualquier raza no blanca suponía un riesgo para la hembra (chinos, negros, indios americanos), por no hablar de tribus de guerreras lesbianas, motoristas, surfistas y, por supuesto, primates.

THE LADY AND THE GORILLA

El amigo Kuroi Yume subía el otro día un porrón de imágenes de ignotas películas de serie zeta en las que la unión gorila chungo y jamona a su disposición, siguiendo la tradición icónica del pop de derribo, eran el leit motiv. Yo tampoco puedo resistirme a poner una galería similar, en la que coinciden algunos títulos. Lo cierto es que en su mayoría son títulos que uno jamás pensó que existieran, pero son tantos que casi puede hablarse de subgénero dentro del subgénero. The Lady and the Gorilla. El macho primitivo y la bella hembra. Sexo desbocado subconsciente.

El signo de la cruz (Cecil B. DeMille, 1932). Cualquiera diría que el género bíblico está alejado de parámetros como el sexo, la lujuria, la excentricidad, la violencia y... la... zoofilia. Se equivoca. En la barroca mente de DeMille todo eso tenía un sentido y la idea de atar una virgen en pelotas y dejarla a disposición de un grorila macho es tan... DeMille que tiene sentido. La película generó cierto escándalo y, con el código Heyss, se reestreno con algunos cortes, entre ellos en la escena que aquí les dejo. Porque esto es una escena y lo demás son hostias.

The Jungle Mystery (Ray Taylor, 1932). Uno de esos maravillosos seriales de los años 30. Este era de la Universal. 12 episodios de emociones selváticas protagonizado por Tom Tyler y la bella Cecilia Parker. Un comentario incorrecto: si utilizas un negro te ahorras unos centavos en la máscara del traje de gorila.

The Strange Case of Dr. RX (William Nigh, 1942). Modestísima producción de la Universal. El gorila era el ayudante del misterioso asesino Dr. RX. Al parecer era un whodunit, así que la gracia estaba en descubrir quién de todos los personajes era el Dr. RX.

Captive Wild Woman (Edward Dmytryk, 1943). Hombre, un director del Hollywood conocido. Una Monster Movie clasicota que puntúan bastante bien en la imdb y parece que llegó a estrenarse por aquí como La mujer salvaje cautiva. El híbrido era creado por un mad doctor(John Carradine, yupi!) a base de transplantarle glándulas humanas en un gorila. El vestidito de la chica una preciosidad, por cierto.

Killer Ape (Spencer Gordon Benett, 1953). El protagonista era nada menos que Johnny Weismuller en el papel de Jungle Jim. Desconozco si se trataba del mismo Jungle Jim dibujado por Alex Raymond. El primate resulta ciertamente feo.

Untamed Mistress (Allan Nixon & Ron Ormond, 1956). Hay quien dice que es el Plan 9 de los gorilas.

Tina of the Jungle. Filme absolutamente ignoto. La foto la he sacado (como alguna más de las aquí presentes) del capítulo dedicado a la zoofilia de la fantabulosa enciclopedia (¡4 tomos!) El Erotismo en el cine (Amaika Ediciones, 1983). Lo cierto es que no consta en la red, así que debe ser un subproducto oculto. Una tarzana en top-less apunto de acuchillar a un gorila chaparro. Seguro que es buena de cojones. ACTUALIZACIÓN: Scary Wo encuentra la procedencia de la fotografía aquí.

King Kong (John Guillermin, 1976). Con permiso de La Bête de Borowczyk, posiblemente la escena lubrica más famosa entre jamona y primate. Cuando la gente critica este remake siempre añade la misma coletilla: "pero salía Jessica Lange".

LOS GORILAS TAMBIEN SE DISFRAZAN

Raul Sensato, celebrando la Semana Internacional del Traje de Gorila, mostraba algunas portadas en las que el gorila se sacaba la máscara de humano. Y es que, amigo, el simio también se disfraza. Estamos celebrando que los humanos nos vestimos de gorila, pero podermos darle la vuelta al calcetín y buscar gorilas que se disfrazan, y no necesriamente de humano. O no exactamente. Les presento a un par:

Este es Ramjan, y como ven luce un disfraz típico, el de pirata. Bueno, de hecho Ramjan es un gorila pirata que aparecía en algunas de las aventuras de Kamandi. EL rasgo Kirbiano es innegable. Parece ser que este año veremos las aventuras de Kamandi en España. Una alegría. Siempre me gustaron mucho. Aún guardo con cariño una docena de pequeños tebeos de Novaro con sus aventuras, aunque la cabecera era de Batman. Lo triste es que lo publicarán en blanco y negro, supongo que tienen miedo de una denuncia. El ambiente post-atómico de Kamandi, todos esos animales antropomórficos que lo pobablan, en una versión sicalíptica del Planeta de los Simios, y ese héroe rubio y melenas. Tengo ganas de leerlo de nuevo, y eso que hace unos años pequé y me compré unos cuantos números americanos.

Este es el Dr. Gori, luciendo un impecable y discreto look de cowboy, o de chuloputas del ghetto, no sé muy bien. EL Dr. Gori, un gorila del espacio exterior, viajaba en platillos volante de juguete y se dedicaba a enviar monstruos contra Supekutoruman, aka Spectreman, enésimo calco televisivo del original Ultraman. Los títulos de crédito de la serie son una auténtica delicia. Quería preparar un Youtube, pero me he visto incapaz. Lo triste es que con la foto que les adjunto, procedente de esos mismo títulos de crédito iniciales, no he hecho más que ponerle los dientes largos.

SIEMPRE QUISE TENER UN SOLDADO SIMIO

Supongo... No... Estoy convencido de que los lectores de los tebeos editados por Vertice recordarán esta publicidad de la contraportada.

Sus héroes Marvel predilectos ahora enteramente articulados. Todo Movimiento: cabeza-tronco-brazos-piernas-pies y manos. Dispuestos para adoptar la acción que usted desee.

Ah. Qué bonita promoción. De entre todos ellos yo siempre quise el soldado simio. Nunca lo tuve. Tampoco tuve Sea Monkeys y también los quise siempre. En casa entraban bastantes tebeos, pero eso de comprar por corresponencia... Seguro que era un timo, una estafa, un engañabobos. Peor que comprar por Internet, vamos. Eso es lo que pensaba mi familia. Y ahí se quedó. En mi memoria resuena que alguien, algún amigo o así, llegó a tener el de La Momia. En mi recuerdo queda que era bastante menos de lo que se prometía, pero seguro que la mente humana, tan dada a desvirtuar lo que no se puede tener, jugaba un factor importante. Además, cómo me va a usted a comparar a la momia con un soldado simio, por Dios. Ai. Los soldados simios, esos gorilas negrísimos que tanto me impresionaron cuando mi padre me llevó a ver Regreso al Planeta de los Simios. Debía tener cinco años y aquello me causó un profundo terror y aún recuerdo el pánico que sentí cuando los mutantes de la Zona Prohibida se quitaban la máscara. Pero, por encima de todo, los soldados simios. Siempre quise tener uno.