La explosión del comic book norteamericano, con Superman como abanderado de una impresionante legión de héroes inocentes, fue de la mano de la Segunda Guerra Mundial. Aunque los tebeos llegaran un poco antes, es evidente que el vínculo está ahí. El ámbiente prebélico y la crisis económica fueron factores clave. Ya escribí en una entrega anterior de esta serie que políticos y superhéroes están destinados a entenderse porque ambos gestionan el poder, y más en un contexto sociocultural como era y es el norteamericano.
Franklin Delano Roosevel (FDR) fue el primer presidente en activo que apareció en los tebeos de su época. Sus apariciones fueron muy numerosas, y tenía su lógica: todos aquellos héroes de la Edad de Oro se adhirieron al bando aliado para llevar a cabo su propia guerra de papel contra enemigos a menudo estrafalarios. Y la presencia, a modo de cameo, del presidente, era una especie de certificado de realidad. Aquellos tebeos fueron, claro, muy propagandistas, pero era una propaganda espontánea y casi podemos decir que obligada por las circunstancias. No tenía sentido que no fuera así. El propio público lo pedía a gritos.
Les dejo a continuación una primera entrega de apariciones de F.D. Roosevelt en tebeos de la Edad de Oro. Podría ser la única, a modo de ejemplo, pero verán: recorrer todos esos tebeos de finales de los 30s y principios de lso 40s es un nido de fascinantes sorpresas, recursos gráficos e inocentes delirios. Y no pienso perder la oportunidad de recorrerlo, un poco al azar y con mucho disfrute por mi parte.
1. DETECTIVE COMICS #25 (DC, Marzo de 1939)
La cabecera en la que nació Batman se nutría, también, de otros personajes. El género no era el propiamente superheroico sino el policial, y los espías tenían cabida. Es el caso de Spy, creado por Jerry Siegel y Joe Shuster, los padres de Superman. En el número 25 FDR se reunía con el héroe protagonista y su fémina ayudante para darles las gracias y encargarles una nueva misión, que los protas acataban con orgullo patriótico.
Tras el rollo que els suelta el presidente Roosevelt, se desarrolla el típico entuerto de puño fácil. Y una vez desentrañada la trama de la mafia de los espías, los héroes se reunían de nuevo con el presidente para que éste les expresara la gratitud de la nación. Como pueden comprobar, un cameo cuyo interés, además del histórico (fue de los primeros) está en el hecho del político real encomendando una misión al héroe de tebeo.
2. AMERICA'S GREATEST COMICS #1 (Fawcett, marzo de 1941)
Aquí tienen la viñeta presentación de la primera aventura del abanderado patriota Minute-Man. La dejo, en especial, para que se recreen con un villano alucinante: Mr. Skeleton, un calavérico y dentudo gigante nazi cuya mayor distracción es esa que pueden ver en la pantalla: pillar soldados aliados y meterlos en un caldero hirviendo. ¡Qué Maravilla!
El cameo del presidente es timorato y escueto. La aventura se inicia con un intento de magnicidio abortado por las fuerzas de seguridad de la Casa Blanca. La figura de F.D. Roosevelt, en la viñeta de abajo, está tomada de espaldas y envuelta en sombras. Supongo que el motivo de ocultar su figura era una especie de respeto por el líder, aunque nunca hay que descartar que al dibujante (el ignoto pero plástico Phil Bard) se le dieran mal los retratos.
3. FIGHT COMICS #15 (Fiction House, octubre de 1941)
Ya he dicho antes que escarbar en la Edad de Oro es un disfrute porque uno tarda bien poco en descubrir tesoros. Uno es este patriotico abanderado conocido como Super-American, muy bien dibujado por un tal Dan Zolnerowich, a quien no conocía pero que es un dechado de vitalidad gráfica. En la secuencia de arriba tenemos al superhéroe atravesando las paredes del Despacho Oval para liquidar a un par de nazis que intentaban atentar contra el presidente. A éste lo tenemos abajo, de nuevo envuelto en sombras.
Si se fijan, F.D. Roosevelt no abre la boca. El único que larga es el superhéroe de capa estrellada y casco con aletas. Lo mejor es la viñeta final: nuestro hombre se larga veloz de la mansión presidencial de la misma manera en que entró: arrasando con lo que tiene por delante.
4. AMAZING MAN COMICS #23 (Centaur, agosto de 1941)
El presidente se dispone a informar en el congreso de los peligros que corre la nación, sin saber que uno de esos peligros está justo bajo sus pies.
Afortunadamente, el cachas de Amazing Man y su ayudante Amazing Boy (una pareja dudosa, no nos engañemos) irrumpen en la sesión dispuestos a desfacer el entuerto.
Como ven, localizan bajo el estrado un aparato de radio que tiene por objeto atraer hacia el lugar los misiles enemigos. El asunto se resolverá facilmente. Por cierto: el villano se llama Great Question y comanda una escuadrilla de zeppelines nazis.
5. Human Torch #5 (Timely, Otoño de 1941)
Y acabamos con un tebeo de la Marvel primigenia que es un auténtico crossover dibujado a ocho manos (entre ellas las de Carl Burgos y el gran Bill Everett) protagonizado por personajes como La Antorcha Humana original, su ayudante Toro, el selvático Ka-Zar y el patriota abanderado Patriot. Y a eso añadan al Príncipe Submarino Namor, un personaje ambiguo que aquí se deja seducir por una mujer-pez fatal y por la figura de Napoleón.
Así que el Atlante reunirá un ejército submarino para dominar el mundo de la superfície, que encima anda metido en su propia guerra. La flamígera Antorcha Humanaviajará a Europa para avisar del peligro que se cierne sobre los terrestres no anfibios.
Pero como ven, tanto Hitler como Stalin no se creen nada. Supongo que es una característica intrínseca de los iconos del del M.A.L. ser desconfiados.
Afortunadamente, como ven, siempre nos quedará Roosevelt. Escucha a Patriot, se da cuenta de la situación y emite un comunicado para ser radiado a toda la nación. Con el apoyo del Presidente vencer la invasión atlante será mucho más fácil.
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