CASINO ROYALE - Banda Sonora Original (1966)
Compuesta por ese genio del pop que es Burt Bacharach para la más delirante adaptación que de una novela de Ian Fleming protagonizada por James Bond pueda imaginarse. Si el filme es puro delirio caótico, curiosamente el score, sin apartarse de ese torbellino, dota de cierta homogeneidad el filme a base de un delicioso pop orquestal y festivo. Vaya por delante que en su interior hay dos perlas de esas que justifican por sí mismas el disco. Herb Alpert and the Tijuana Brass se encargan del homónimo tema central, una maravilla que no me canso jamás de escuchar y bailar, una de esas melodías plagada de trompetas que me acompañan en mi búsqueda del eterno guateque. La musiquilla ideal para la resurrección de los muertos, felices y lúdicos. La otra gema es el The Look of Love cantada por Dusty Springfield, una de las más hermosas... eu... ¿baladas lentas? ¿medio tiempos? cuya complejidad melódica da buena cuenta de las virtudes del mejor Bacharach, con esa percusión suave y raspada, esa trompeta gloriosa que aparece de golpe, ese piano invisible y la voz de la señora Dusty. Uff. El resto de temas se dejan llevar por la locura del filme a base de organillos sesenteros (Bond Street), marchas gaiteras escocesas (Le Chiffre's Torture of the Mins), ecos circenses absurdos, cabaret intoxicado de inesperados ramalazos yeyés y vodevil afrancesado, siempre sin perder de vista el necesario sentido del humor, que alcanza su culmen en esa gran y loca fiesta final que es The Big Cowboys and Indians Fight at the Casino Royale. En definitiva, una obra maestra del pop feliz instrumental en el que la melodía de las dos perlas citadas se va repitiendo en casi todos los temas con variaciones que van de lo sutil a lo emocionante, cuando menos te lo esperas, perfectamente engarzadas y que te hacen tocar el cielo. Como dije antes: indispensable para un guateque eterno repleto de trompetas.
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