LA COOLZETOSIDAD GLORIOSA DE UN BUEN INICIO

Andaba yo testeando algunos subtítulos en castellano que me acababa de bajar cuando me dí de bruces, de nuevo, con el principio de Don, al parecer una joya del cine de Bollywood de los 70, que es el que más me interesa, dirigida por Chandra Barot y protagonizada por Amitabh Bachchan. Lo cierto es que debo encontrar el hueco que me permita ver el filme entero y en todo su esplendor, al parecer un genuino thriller a lo Harry el Sucio de tres horas de duración y un aspecto que glorifica la estética coolzetosa setentera. Pero es que hay principios que por sí sólos ya advierten al sibarita del subproducto exótico de que está ante una obra maestra sin paliativos, así que ni corto ni perezoso he decidido compartir con todos ustedes el primer minuto de este filme, a la espera de que algún día pueda entretenerme con el deleite de su metraje íntegro.

Un coche avanza por un prado poblado de malas hierbas.



Un contraplano nos muestra que se dirije hacia tres tipos. El plano - contraplano del coche aproximándose se repite en un par de ocasiones.



Un bonito plano de hermosa perspectiva nos muestra los caretos de los tipos que esperan el vehículo. Un trio formado por una especie de Pablo Abraira y dos chunguitos que no presagian nada bueno.



EL coche se detiene ante ellos. Fíjense que sabio uso del rostro del conductor reflejado en el retrovisor. Siendo neófito uno ya intuye que el prota viaja en su interior. El connoisseur enseguida reconoce al gran Amitabh Bachchan.



Nuestro hombre desciende del coche. Más que correctamente trajeado, el breve y seco intercambio de frases nos revela que se llama Don y que estamos ante un intercambio ilegal de oro muy poco amistoso.



Un elegante zoom, inicio de un pequeño festival de éstos, nos muestra un esplendoroso primer plano del protagonista. Fíjense ustedes qué melena casquete tan bien peinada, con su raya casi en medio fijando bien el flequillo, digna de figurar en las paredes de la mejor barbería del barrio; en la enorme y lustrosa pajarita roja con estampados negros; en la belleza de las gafas de sol de cristales anaranjados; en el gesto adusto, clásica cara de póquer lévemente ladeada.



Un nuevo contraplano del trío abrairo-chunguitero, que también incluye algún zoom, por cierto, en el momento de desenfundar las pistolas. El barbudo, sin duda el jefe de los rufianes, también inclina lévemente su cabeza mientras luce una estupenda americana naranja (que le va algo grande, por cierto) combinada con pantalones pálidamente rosas. A su lado, sus secuaces. Impresionante el que va vestido todo de blanco, parcialmente en pose de jarras algo amanerada, idéntica pero más masculina en el otro secuaz, que viste mucho más espor, con traje vaquero morado y suéter verde de cuello largo.



Don alza el maletín con el oro y se dispone a lanzarlo hacia sus armados contrincantes...



Pero atención... Estamos ante un maletín trampa que explosiona nada más caer a los pies del trío de rumberos índios (de La Índia). El sonido de la explosión y el humo índica que nuestro héroe ha salido victorioso con su artimaña.



Se inician los títulos de créditos sicodélicos, muy al estilo del Corman de la AIP. EL tema principal es una brillante muestra de crime-funk instrumental, setentero y de baratillo, tan encantador e hipnótico como los que conforman el estupendo recopilatorio Bollywood Funk.



Como ven, el nombre del actor protagonista es lo más importante. El "in and as" me tiene maravillado.

¡Don! ¡Sí Señor! ¡Esto ha de ser la hostia! Si se han quedado con las ganas de más mientras esperan a que algún día pueda efectuar una reseña en condiciones, siempre pueden visitar este enlace donde disfrutaran de algunas imágenes más de tamaña maravilla.