Mucho. Son uno de los grandes iconos de la cultura pajera y al mismo tiempo de la sociedad borderline. Sociología gore de andar por casa, inmediata y dúctil. Materia prima para elaborar salsas italo-mediterráneas de fuste proletario, refinamiento cárnico burgués, globalización filipina y/o coartada intelectual para el desmelene (¿o es al revés?). Son tiempos de caos y paranoia urbana. Son tiempos para muertos vivientes. Un tema muy serio.
Y aún así, resultaba extraño que un subgénero vital e imprescindible quedara bastante al margen de los cómics. Estaba ahí, esperando que alguien lo tratara con la seriedad necesaria. Del guionista Robert Kirkman he escuchado cosas buenas, pero tengo Invencible esperando. Ahora ya puedo decir que le he leido algo. Y es bueno. Los Muertos Vivientes: Días Pasados recoge los seis primeros números de lo que es el primer gran tebeo de zombies grupales que cae en mis manos: The Walking Dead. De la mano de Robert Kirkman y el guionista Tony Moore. Zombies romerianos. Lentos, caníbales, masificados, que muerden y a los que disparar a bocajarro. Cerebros espachurrados por las paredes. Humanos obligados a vivir rodeados de la muerte que camina. Esa obra maestra que es el Zombie de Romero y Argento es el gran referente. Y Kirkman sabe que hacer. Los zombis sacan lo peor del ser humano (parafraseando al gran George Kennedy en Terremoto). También lo mejor.
La saga propone, de momento, el instinto de supervivencia. La debilidad de la clase media. La traición y la defensa de los seres queridos. No es necesario explicar el porqué resucitan. Nunca lo ha sido. Lo importante es trazar bien los personajes. Enfrentarlos al horror de la desesperación. Plantear la eterna duda. Qué dan más miedo? ¿Los muertos o los vivos? Un buen tebeo, sí señor. Estaba deseando leerlo años antes de que Kirkman tuviera la necesidad de escribirlo. Un tebeo honesto que ofrece lo que un buen pajero necesita. Momentos de acción trepidante, pausas que individualizan el apocalipsis, ciudades envueltas en caos y humanidad despiadada. Esbozos de horror. Necesito más carne.
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