9.3.05
B-art: a mí dame pulp charro
Tenía la dirección en la carpeta donde acumulo los links que me gustan y que de vez en cuando enlazo en este blog. Como esta noche el amigo C. Rancio la ha recomendado en un comment, pues aprovecho y le doy el espacio y la publicidad que me parece que merece. Les estoy hablando de esta galería de cartelismo cinematográfico mexicano que ya he expoliado en diversas ocasiones, como comprovarán nada más entrar. No es que hayan muchas ilustraciones, pero las que hay son todas majísimas. La que encabeza este post, por ejemplo. Si ya el título de la peli (no visionada por quien esto escribe) promete lo suyo con ese evocador Hotel de la Muerte, la ilustración plagada de hembras sicalípticas en pleno traspaso del desenfreno bailongo a la muerte (o desemayo) misterioso remata (nunca mejor dicho) el interés ausente por la aparente explotacion erótica festiva.
La galería no sólo se compone de películas mexicanas. También aporta, y en generosa cantidad (una veintena), un buen puñado de carteles mexicanos de películas norteamericanas de serie B. Algunas son clásicos indiscutibles, la mayoría suponen el reencuentro con todos esos títulos míticos del bajo presupuesto fantacientífico donde las imágenes publicitarias son de suma importancia. Ofrecen lo que no hay, claro, pero también obligan al espectador al esfuerzo intelectual de cerrar el círculo. Completar lo que no se ve con el cómo debería ser. Así, tomando por ejemplo The Deadly Mantis (El Monstruo alado en su traslación charra). Destaca el dibujo del insecto gigantesco con el navio en sus garras mientras los heroicos héroes y el ejercito defienden como pueden la sobrenatural embestida. No veremos todo ello unido en el mismo plano una vez iniciada la proyección. Los heroes por un lado, los retales de documentales bélicos por el otro, la maqueta del barco por aquí y la mantis aumentada con lentes por el otro. La unión de todo está en el cartel. Sin éste, la película está incompleta. Todo un ejemplo de popfusión psicológica.
Dejo para el final dos de mis favoritos. Por un lado el de Zombies del terror. No sólo por la temática del muerto viviente, o porque corresponda la serie zeta Teenage Zombies, poseedora de un maravilloso título original con el que poder jugar a la metáfora borderline. No. Me gusta también por ese maravilloso globo ocular que todo lo mira, que todo lo domina, que todo lo hipnotiza. Un ojo repleto de venillas acompañado por un zombie no muy quinceañero, verdoso y pseudo beatnik, un título contundente y la foto de una especie de gorila, o algo. Sencillamente hermoso. Y luego, claro, el de Marihuana, dirigida por León Klomovsky y de demoledoras frases promocionales: "el tabaco negro del diablo", "Delirio!, Dolor!, Deleite!" o "El vicio que arrastra a hombres, mujeres, jóvenes y señoritas. Vicio que como tentáculos de pulp estrangula juventud, decencia y vida".
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