Ayer fue el onceavo aniversario de la muerte de Lucio Fulci (y Kieslowski, ji ji ji) y no hubo post al respecto. O sí, en forma de críptica cita al Arrebato de Ivan Zulueta. El año pasado quedé muy orgulloso de mi participación en el festejo bizacorero, a saber: descontextualicé a Fulci, analicé El Más Allá (su obra maestra, cuyo poster promocional hispano adornó durante años la habitación de mi hermano y ahora la parte superior de este post) bajo el prisma del Inferno de Argento y divagué velozmente sobre la casualidad y la causalidad cinéfaga (Tones lo recordaba para mi gozo ausente hace un par de días).
¿Y el vínculo que va de Zulueta a Fulci? Arrebato es LA película que centrigugó mi cerebro hace ya 26 años. Y ha seguido centrifugándolo. Todo está ahí: el director de serie zeta, la droga y... el arrebato. El punto de fuga al que alude mi nombre artístico. La semana pasada Hijo Tonto visitó en un par de ocasiones la Mansión Ausente. No nos dio tiempo a vestirnos de gala porque la dinámica familiar también centrifuga lo suyo. De hecho, Hijo Tonto pudo degustar una de las peores comidas que he preparado en años (cocinar carne a un argentino: vaya atrevimiento), pudo contemplar uno de los escasos momentos en los que nos dimos a la mala vida y de cómo afecto a nuestras frágiles neuronas y, en una segunda visita, contemplo nuestras actividades domésticas en una tarde de lluvia.
¿Y el vínculo? Sí, es cierto. Hubo intercambio de regalos. Yo le regalé una copia de Arrebato y él un ejemplar de Le Lune Nere, el libro de relatos que publicó Fulci en 1992. Fue casual pero está repleto de sentido. Fulci también puede verse reflejado en la odisea de José Sirgado, el director de serie Bé poseído por una cámara vampiro a la búsqueda del punto de fuga, de la mancha roja en el celuloide, del viaje dimensional a unos parajes que, en el caso de Fulci , resultaron ser de los más malsanos que ha transitado mente alguna. Y como le leí ayer a GMR: hay momentos en que creo que nuestra sociedad funcionaría mejor si fuesemos todos muertos vivientes. O algo así
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