Les dejo a continuación una tremenda y catolico-bizarra historia extraída de un ejemplar de la revista Jóvenes de 1955: la historia del Mariscal de las Waffen SS Franz Simon. Para que se hagan una idea, este oficial nazi fue conocido como el "Mariscal Bueno" mientras estuvo al mando de la Organización Todt, dedicada a la explotación industrial-esclavista de prisioneros de guerra. Tras la guerra, Franz Simon, al parecer en libertad, leyó que la Virgen de Bareggio había sido destruida en un atentado comunista durante una procesión (!), así que ni corto ni perezoso cargó con una nueva escultura religiosa desde Alemania hasta la localidad italiana, haciendo antes un desvío para pasar por Roma y recibir la bendición pontifícia. Llevaba la virgen dentro de una caja de munición de la Guerra, como si de un Django se tratara (Django era aquel pistolero de eurowestern que viajaba por el Salvaje Oeste arrastrando un ataud). El texto, rico en genuina gramática de catequesis, despierta todas mis sospechas: no he encontrado en la red ninguna referencia a Franz Simon (que me suena a judio, por cierto) ni al escultor Angel Bauer. Firmado por Heeiner Heeinecke (HH, al estilo de la identidad secreta de los superhéroes), me da la sensación que se trata de desinformación elaborada por los Servicios Secretos de Desinformación Vaticana, destinada a llenar las hojas parroquiales de medio mundo (un medio de masas que es claro precedente del fanzine alternativo, apostillo). El objetivo no es otro que evidenciar que ante la amenaza comunista hasta los Waffen SS se volvieron seres bondadosos. Con el texto les dejo. Recuerdo que haciendo click pueden acceder a ampliar su tamaño y conseguir una lectura visualmente óptima.
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