Básicamente me dedico a tomar drogas. Me paso el día mezclando hierba de Illinois con DMT y cultivando setas. (...) Al final me he dado cuenta de que el LSD es abrasivo a nivel psiquiátrico. Lo único que hace es reproducir todos tus archivos de memoria al azar. El DMT y las setas son mucho más interesantes y vivos. Me interesa el DMT porque te lleva a lugares más allá de tu memoria. ¿Sabías que casi el 70 % de la gente tiene las mismas alucinaciones cuando toman DMT? Terence McKenna, que en paz descanse, las llamaba "Elfos mecánicos auto-transformables". Eran pequeños artefactos saltarines que hablaban un lenguaje mecánico básico que podías comprender sin importar tu lengua materna. Creía estar en el Más Allá. Yo creo que son el sistema operativo del cuerpo humano. ¿Sabíais que el cuerpo humano está diseñado para aceptar y procesar el DMT? Creo que todos deberíamos tomarlo. De esta forma podríamos ver nuestro propio sistema operativo. A lo mejor hay que piratearlo. Quizá tenemos que poder modificar nuestros propios cuerpos. Las drogas son tecnología, Tony. Ya había setas psicodélicas en los lugares en los que se originó la humanidad. Y mejoran la agudeza visual, es un hecho. Eso habría hecho de los primeros humanos mejores cazadores. Tony, la armadura de Iron Man que construiste, ¿lleva sensores, zooms, lentes y demás? Es lo mismo. Por muy estúpido que sea el que se ponga la armadura, podrá ver mejor. Igual que los primeros humanos que incluyeron las setas en su dieta. E imagino que tu suero Extremis también rediseña el ojo humano. Y ambos estais metidos en el negocio de la cría de mejores cazadores. Veo que no os habeis alejado mucho de la manada."
Brutal soliloquio en el que nos regala Warren Ellis en Iron Man: Extremis en boca de Sal Kennedy, etnobotánico futurista recreado muy a la imagen de RAW (como el Michael Caine de Children of Men, por cierto). Las drogas son tecnología. Demolición y agitación intelectual en un tebeo de superhéroes. No se me ocurre nadie mejor que Ellis, guionista que me maravilla, para tratar al Hombre de Hierro marvelita. Ellis es una metralleta de ideas y con esta serie limitada, encima, las despliega de manera menos caótica que en otras ocasiones. Tony Stark es un personaje casi siempre desaprovechado. En el primer número de los compilados en el tomo de Panini nos muestra una entrevista bastante mooriana en la que Stark se muestra como lo que realmente es: un traficante de armas, un diseñador de tecnología industrial a sueldo de los militares, de esos EEUU que "ahora son un conglomerado corporativo post-político". También el suero del supersoladado, la fórmula del superhombre que creó al Capitán América, está tratado de manera sabia, mejorado como nanosuero biológico inteligente. Confrontación post-industrial entre la armadura y la biotecnología aplicada a fines terroristas (inspirados en Wako, no hace falta acudir a desiertos lejanos). Siglo XX contra Siglo XXI. Ellis, metralleta agitprop en tebeos a colores. Yo no puedo pedir más: es una lectura que me estimula, me complace y me entusiasma. Ah! El dibujo de Adi Granov se amolda perfectamente con un contenido hiperrealismo tecnológico. Sin marear. Enriqueciendo.
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