Robot
Futurama hizo evidente el gusto de Matt Groening por la ciencia ficción en general y por los robots en concreto. Sólo hay que pensar en Bender, uno de los más grandes ejemplos de robótica en la cultura pop. Desde esa perspectiva, resulta fácil rastrear a sus antepasados en los Simpson y descubrir que la serie está plagada de referencias a androides, ciborgs, autómatas y seres de hojalata deshumanizados; como decía Lisa en uno de los episodios: "Si elimináis los dibujos animados creceremos sin sentido del humor y seremos robots". Reflexiones sin desperdicio como esta, con robots por en medio, se pueden localizar en diversos episodios. Así, por ejemplo, en La Cabeza Chiflada Bart se cuestiona si un robot con cerebro humano va al Cielo al morir. Es posible establecer una tipología de apariciones de androides y similares: en los especiales de Halloween (cosa lógica); en los flashforward o saltos narrativos al futuro (en La Boda de Lisa, o en Ciudadano Burns cuando el anciano millonario sigue vivo con su cabeza en un cuerpo de ciborg); en las fantasías de los personajes (en Marge contra el Monorraíl Bart imagina gigantescas hormigas mecánicas atacando la escuela). Destaca, pero, una tipología muy concreta: el robot como objeto de entretenimiento pajero, ya sea en tiendas de coleccionismo, frecuente cuando la acción se sitúa en La Mazmorra del Androide o en el episodio Homerfobia, con la deliciosa colección de John (Waters, quien salvará a Homer y Bart del ataque de una manada de fieros renos vengativos gracias a un Santa Claus mecánico). O bien, y definitivamente, los autómatas de los parques temáticos y de atracciones. En el de la cerveza Duff (en La elección de Selma) una robótica recreación de George Washington se revela peligrosamente ante las humillaciones de Bart; y en Rascapiquilandia, el episodio se titula como el parque dedicado a la serie dentro de la serie El Show de Rasca y Pica, se produce el homenaje definitivo y toda una muestra de amor por la estupenda película Almas de Metal: las réplicas robóticas de los violentos personajes de televisión se rebelan contra los hombres y transforman el inocuo centro de recreo en una pesadilla demoníaca.
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