Mi vista se posó en una nota que publicaba el Express
Nueva York (de nuestro corresponsal).
Los agentes del Servicio Secreto de los Estados Unidos investigan por las islas de los mares del sur en busca de un súbdito hawaiano, de la isla de Maui, que se cree es quien ha vendido escorpiones venenosos entre la población china de Honolulú a personas deseosas de deshacerse de sus niños.
El infanticidio, mediante escorpiones o por otros medios, ha sufrido tan terrible incremento entre los chinos que las autoridades han puesto en marcha una operación cuyos primeros resultados han llevado a la orden de busca y captura del vendedor de escorpiones de Maui.
La práctica totalidad de los niños, de pocos meses, que han muerto misteriosamente son hijas no deseadas, y en casi todos los casos los padres atribuyen la muerte a la mordedura del escorpión, no vacilando en mostrar al venenoso insecto como prueba que garantice sus afirmaciones.
Las autoridades están convencidas de que el infanticidio por mordedura de escorpión es practicado cada vez más, y han dado orden para que el vendedor sea capturado a cualquier precio.
¿Podemos asombrarnos de que un pueblo así haya producido un doctor Fu-Manchú?
Fragmento de El Misterio de Fu-Manchú (Sax Rohmer, 1913).
21.2.07
EL CARÁCTER CHINO Y EL INFANTICIDIO MEDIANTE ESCORPIONES
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