23.9.04
LA GRANDEUR VUELA ALTO
He terminado estos días un tacote encuadernado de la revista Bravo que debía devolver a su legítimo propietario. Una pena que no sea mío, por cierto. Era una de las muchas revistas de Bruguera y se editó allá por 1968. Yo tenía dos años, por lo que no la leí en su momento. Envidio la posesión de semejante reliquia porque el interior del retapado incluye dos aventuras completas de Tanguy y Laverdure.
Mi intención hubiera sido preparar un poco mejor este post, y para documentarme rápidamente lo mejor era acudir al primer Yellow Kid, una magnífica publicación sobre tebeos que encuentro a faltar, dedicado al guionista francés Jean-Michel Charlier. Dejé ese número a un fanático del galo, me lo devolvió pero yo no lo coloqué en su sitio. Ahora no lo encuentro. En fin.
Tanguy y Laverdure es uno de los clásicos de la historieta franco-belga y una de las series de éxito de la revista Pilote. Dos pilotos de cazas del ejército de nuestros vecinos. Tanguy el héroe serio e inteligente, Laverdure el patán valeroso e intrépido. Caos y orden. Contrapuntos clásicos. Sus creadores no pueden ser mejores. Los guiones eran del gran Charlier, responsable de esas maravillas que son El Teniente Blueberry o Barbarroja. Es decir, un genio de la aventura. La verdad es que hasta con un tema que me interesa tan poco como la aviación (la culpa fue de mi incapacidad para el maquetismo) consigue tebeos de género entretenidos y trazados con tiralíneas. Todo esta en su sitio sin llamar la atención. Narrativa gráfica popular de fuste. En Tanguy y Laverdure básicamente se dedicaba a las historias de espionaje, de sabotajes industriales, de rescates. Con sus acrobacias, actos heroicos, emoción entre nubes y picados, malos muy malos y el humor de un Laverdure que siempre la armaba con sus bólidos deportivos.
La parte gráfica es sorprendente porque el primero de los dibujantes de la serie (los 6 primeros álbumes, creo) era Uderzo. Sí, el mismo que dibuja a Asterix. Aquí el registro es totalmente diferente. Realista. Con sus Mirage y demás aereoplanos ultrasónicos bien dibujados. Todo muy limpio. Es con el simpático Laverdure donde se nota su gusto por la caricatura y el humor. Quizá Uderzo se encontraba más encorsetado y cedió los lápices a Jijé, todo un experto. Luego vinieron otros, pero esos álbumes ya no los he visto ni ojeado.
Yo no sé que tiene el cómic de aventuras galo clásico que su lectura me resulta muy placentera. Me absorbe durante unas horas. A Tanguy y Laverdure los recuerdo de la sala de espera del médico al que me llevaban de pequeño. Allí tenían los dos álbumes de tapa dura que creo que llegó a sacar Bruguera. Y yo los leía a trozos, en cada visita. También recuerdo, vagamente, la serie de televisión que protagonizaron. Hubo un tiempo en que me dio por comprar integrales franceses. De estos ases de la aviación me compré los tres primeros (con tres aventuras cada uno). Pero yo los preferiría en castellano. No sé francés aunque entiendo algunas cosas, pero me pierdo la magia. La magia del Charlier guionista, porque me da la sansación de que este hombre ponía las palabras justas. Ni una más, ni una menos. Y si me pierdo unas palabras la magia se rompe. Una pena. No creo que los veamos publicados por aquí. Por eso envidio al poseedor del retapado de Bravo.
Por cierto, les dejo un enlace sobre estos caballeros del cielo.
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1 comentario:
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