26.7.09
1972 - SITGES AÑO CINCO
Recupero la tradición veraniega de repasar la historia del Festival de Cine Fantástico de Sitges a través del rescate de críticas y reseñas de la época. En esta ocasión la cosa es bastante extensiva ya que he localizado materiales procedentes de Nuevo Fotogramas, Vampus, Nueva Dimensión, Terror Fantastic y La Vanguardia. Eso sí, hay que decir que la de Vampus, firmada por Luís Vigil, coincide en muchos párrafos con la de Nueva Dimensión firmada por Carlo Fabretti (que repite en Nuevo Fotogramas). Ambos redactores colaboraban en las mismas revistas, por lo que probablemente se tratara de un texto coescrito. Como hay mucha letra, he machambrado un poco tomando como partida el largo reportaje publicado en la revista Terror Fantastic, una parte del cual reseña una a una las pelis presentadas. Al final encontrarán una entrevista al equipo organizador también publicada en Terror Fantastic.
Algunos detalles históricos o que llaman mi atención:
- Tras convertirlo en internacional y con jurado el año anterior, en este es reconocido por la FIAPF dentro de la categoría A especializado
- Tras el escándalo del premio del año anterior, en esta ocasión el galardón se lo lleva un clásico como The Other, de Robert Mulligan. Es muy curioso como la critica no está muy de acuerdo y todos consideran injusto que no ganara la checa El incinerador de cadáveres, película hoy olvidada pero que entonces levantó pasiones.
- El presidente del Jurado Internacional fue nada menos que el gran de Luís García Berlanga.
- Entre los actos paralelos destacan exposiciones dedicadas a las ilustraciones de Pierrot y del director Julio Pérez Tabernero.
- El pase privado para la prensa de la peli francesa La Gaulve. La censura prohibió su pase público por sus muchas escenas de sexo, pero como el director andaba por allí para no hacerle un feo se realizó un pase restringido.
- Fue el primer año con abono para ver todo el Festival. El lleno en las sesiones fue absoluto.
- Viendo hoy las películas programadas, lo cierto es que son muy pocos los títulos que hoy se recuerdan: The Other y Pánico en el Transiveriano. Eso sí, exótico lo es un rato: Ze do Caixao, el reivindicable Lake of Dracula japonés o todas esas sucubas que descubro leyendo lo de abajo y que ciertamente me gustaría ver.
- Jesús Franco comienza a ser odiado por la crítica. El cine fantástico español también.
Palmarés
Los premios concedidos en esta Semana, por un Jurado Internacional presidido por Luís García Berlanga, fueron:
Medalla de Oro al mejor realizador de largometrajes a Robert Mulligan, director del film estadounidense The Other.
Medalla de Plata al mejor realizador de cortometraje a Janusz Majewski, director del corto polaco System.
Medalla de Plata al mejor actor a Rudolf Hrusinsky, protagonista del film El Incinerador de cadáveres.
Medalla de Plata a la mejor actriz a Geraldine Chaplin, protagonista del film danés Zero Population Growth.
Medalla de Plata a la mejor fotografía a Stanislav Milota, por El incinerador de cadáveres.
Además, el Circulo de Escritores Cinematográficos concedió su Medalla de Bronce al mejor guión a la española Pánico en el Transiberiano, de Eugenio Martín.
ALGUNAS PELICULAS DE HORROR Y OTRAS HORRIBLES
Carlo Frabetti en Nueva Fotogramas #1253 (octubre de 1972).
El nivel medio de los filmes de este año ha sido bastante flojo, apenas compensado por la inclusión de una auténtica obra maestra: El incinerador de cadáveres, que mereció por amplio margen la Medalla de Oro. (...) Los dos premios otorgados a la extraordinaria cinta checa no disculpan la inmerecida concesión de la Medalla de Oro al director de The Other, que no pasa de ser una película aceptable realizada con oficio, donde lo más interesante tal vez sea el argumento. (...) Plenamente merecida, sin embargo, la Medalla de Plata concedida a Janus Majewski, realizador del cortometraje System, basado en un relato de Edgar Allan Poe y lleno de humor, ironía y aciertos de realización.
Con un papel a su medida, muy adecuado para el lucimiento y la exhibición de un espíritu atormentado, Geraldine Chaplin obtuvo la Medalla de Plata a la mejor actriz por su papel en Zero Population Growth, film danés de ciencia-ficción dirigido por Michael Campus, que resultó ser uno de los más interesantes de la Semana. A pesar de sus toquecillos folletinescos, y a pesar de que más que llevar a cabo una critica expresa propone una ruptura romántica del individuo con su contexto socio-político, Zero Population Growth constituye una interesante aportación al cine de SF.
Cinco largometrajes, de los que sobraban cuatro (lo que no significa que el quinto fuera bueno), y un corto muy aceptable: he aquí el tragicómico balance de la participación indígena:
Pánico en el Transiberiano, de Eugenio Martín, único largometraje soportable, es una cinta de horror cienciaficcionesco, que al menos tiene el interés de apartarse un poco de los súpermanidos tópicos del género, aunque no lo suficiente como para merecer el premio al mejor guión que le concedió el Círculo de Escritores Cinematográficos.
Los crímenes de Petiot, de José Luís Madrid, es una mala cinta policíaca que pintaba muy poco en la Semana, y Sexy Cat, de Julio Pérez Tabernero, es un engendro increíble, con un detective hortera y un inspector dolorosamente parecido a Manolo Escobar persiguiendo a una perversa y atractiva asesina inspirada en un personaje de cómic (la tal Sexy Cat), que para colmo resulta ser un tío; la película se trata sin duda de una maniobra del comunismo internacional para desprestigiar al cine español.
Jesús (Jess para la exportación) Franco, que parecía prometer en sus comienzos como realizador, se ha encargado posteriormente de romper todas sus tácitas promesas, realizando filmes cada vez más mediocres, aunque era difícil imaginar que iba a caer tan bajo. Los dos filmes dirigidos por él exhibidos en la Semana, Drácula contra Frankenstein y El muerto hace las maletas, están en la línea de la peor tradición cinematográfica hispana, con lo cual esta todo dicho. La primera es la típica ensalada de monstruos (aunque no aparezca en el titulo, al final sale también el hombre-lobo), con un guión del propio Franco que es (nunca mejor dicho) francamente monstruoso. La segunda, basada en una novela de Edgar Wallace, no tiene el menor interés desde ningún punto de vista.
Esta noite encanarei no teu cadaver, del realizador maldito brasileño José Mojica Marins, es una cinta inverosímil, bastante relacionable con el movimiento Pánico, llena de sadomasoquismo, antirreligiosidad, arañas, serpientes y señoras gordas sin ropa. A pesar de sus enormes defectos cinematográficos (la interpretación de Mojica, el muy maldito que, además de director y autor del guión, es el protagonista, es sencillamente dolorosa), a pesar de sus estridencias grotescas, a pesar de su subdesarrollada atmósfera de barracón de feria (o precisamente a causa de todo esto), el film tiene una indudable fuerza -aunque sería difícil decir de qué clase de fuerza se trata- y mereció una ambigua mención par parte del Jurado.
Por lo demás, casi nada que destacar, salvo que tres de los largometrajes (y un par de las cortos) habían sido presentadas también en el ultima Festival de Trieste.
V SEMANA INTERNACIONAL DEL CINE FANTÁSTICO Y DE TERROR
Luís Vigil en Vampus #16 (noviembre de 1972)
Del 30 de Septiembre al 6 de Octubre ha tenido lugar en Sitges la V Semana Internacional del Cine Fantástico y de Terror, con la participación de 17 países que presentaban 20 largometrajes y 7 cortos, a los que se añadieron 3 largos como "Sección retrospectiva" y otro que solo pudo ser visionado por la prensa, en sesión especial cerrada al publico, por dificultades de autorización de su proyección.
Antes de iniciarse la Semana, corrieron por Sitges algunos rumores acerca de que tal vez esta quinta edición fuera la última del Festival, pues las crecientes dificultades económicas y falta de apoyo de todo tipo con que se encontraba el Comité organizador había llevado a este a contemplar la discontinuación de las semanas. Los aficionados al cine de Terror fruncieron el ceño ante la noticia y temieron la desaparición del único acontecimiento que les permite ver una serie de cintas que, es difícil que, en su mayor parte, lleguen a nuestras pantallas. Pero, al fin, todo parece haber quedado en rumores.
Y desde luego, los aficionados al cine de Terror se hallaban presentes en masa en las sesiones. Este año la modalidad de venta de entradas era mediante abono y ya semanas antes de que se iniciasen las proyecciones no quedaban casi mas localidades que las de las primerísimas filas. `
Pero, ¿hicieron bien esos aficionados en depositar su confianza en el Comité? A mi entender, no. El nivel medio de los filmes programados esta Semana fue francamente malo, dándose solo contadas (y honrosas) excepciones en esa nota de ausencia de todo valor cualitativo.
Aunque quizá el publico asistente, algo viciado por el cine de Terror espectacular, de “mordisco y chorro de sangre”, no comparta mi opinión sobre la Semana ya que en la mejor (con mucho) cinta del Festival fue la checa El incinerador de cadáveres de Juraj Herz, asistimos al insólito espectáculo de ver como una parte del público abandonaba la sala mediada su proyección… claro que cabe decir que la cinta había sido programada en sesión doble de tarde (único caso en que se pasaron dos largos en una sesión), que la otra era la infecta española Sexy Cat, y que la proyección coincidía con la hora de cenar... que todos sabemos es algo sagrado.
Si bien este año no se ha producido un escándalo en la concesión de premios similar al del año pasado, con aquel horrible bodrio llamado Necrophagus, la opinión generalizada entre los especialistas del género (opinión que comparto) es que la Medalla de Oro era mucho mas merecida por el film checo que por el norteamericano, que resulta un tanto sorprendente la concesión de esa Medalla de Bronce al film español, y que los demás premios, si bien cabe la habitual discrepancia de pareceres particulares, al menos no han sido errados.
Hablemos ya de las películas: esta semana hemos tenido la suerte de ver (¡al fin!) una película de SF (ciencia-ficción) de una dignidad aceptable: Zero Population Growth, danesa, de Michael Campus, que contaba con la intervención de Geraldine Chaplin y Oliver Reed como protagonistas.
La participación nacional en el certamen estaba compuesta de cinco largometrajes, de los que, al menos, sobraban cuatro, entre los que se encontraban los dos de Jesús Franco, el director que tanto prometió en sus inicios y que tanto nos defrauda en su carrera actual. El quinto film, Pánico en el Transiberiano, de Eugenio Martín, con Peter Cushing y Christopher Lee, es, si no bueno, al menos soportable. Con ciertos matices de SF, mantiene un buen ritmo, y, al menos, no cae en los consabidos lugares comunes del género. Solo esto, la coloca ya bastante por encima de la baja calidad media nacional, aunque no lo suficiente, a mi entender, como para haber ganado esa Medalla de Bronce al mejor guión.
La Medalla de Oro, en cambio, aunque yo creo que se la merecía la cinta de Juraj Herz, fue concedida a una cinta con cierto valor cualitativo... y muy dentro de la norma de la Semana de Sitges. The Other es una cinta realizada muy profesionalmente, y que cuenta con un guión capaz de satisfacer al más morboso de los asistentes. Una sorpresa para los asistentes a Sitges, fue sin duda la cinta del brasileño Mojica Marins Esta noite encamarei no teu cadaver, que nos recordó a las obras del inefable Arrabal, pero "en subdesarrollado". La película posee una indudable fuerza, que es empleada, en parte, en atacar a la decadente moral burguesa.
Otra de las cintas de interés fue la italo-francesa Il peccato del diavolo, de Tonino Cervi, que nos narra la seducción de un joven mas o menos hippy (a lo Fonda en Easy Rider) por tres brujas alucinantemente bellas y puestas al día (en lugar de harapos se visten con elegantes creaciones de la alta costura y en lugar de una cueva viven en una bella torrecita con todas las comodidades de la Sociedad de Consumo). Tras su seducción, el joven renuncia por ellas a sus ideales de vida libre y sin trabas, momento en que muere (en una escena de increíble violencia) a manos de las tres brujas, que resultan estar a sueldo del Diablo (un Satanás también al día, vestido como un tecnócrata y que viaja en Rolls Royce con chofer) para acabar con esos peligrosos jóvenes que pretenden rechazar los vicios del mundo y la carne, para sustituirlos por una vida más natural, en la que no existe el concepto del pecado.
Y he dejado para el final una somera descripción de la joya de la Semana: El incinerador de cadáveres, quizá la mejor cinta que se haya visto en Sitges desde que comenzaron las Semanas. La cinta del checo Juraj Herz, que los aficionados al buen cine ya habrán visto, con una fotografía y una interpretación .
En resumen, una V Semana que espero no sea la última, pero también que marque un punto mínimo, desde el que la calidad media del material programado empiece a subir en próximas ediciones.
SITGES 72: V SEMANA INTERNACIONAL DE CINE FANTASTICO Y DE TERROR
Carlo Fabretti en Nueva Dimension #40 (diciembre de 1972)
En cuanto al balance cualitativo, hay que señalar que el nivel medio de los films de este año ha sido bastante flojo, aunque hay que agradecer la programación de una auténtica obra maestra, El incinerador de cadáveres, y de -¡ya era hora!- un largometraje de SF medianamente digno: Zero Population Growth (recordemos que en su primeras ediciones la Semana de Sitges se denominaba “de Cine Fantástico, de Ciencia-Ficción y de Terror”, aunque los films de SF siempre han sido minoría, llegando la cosa al limite el año pasado, que solo se programó una cinta de este tipo y para colmo pésima.)
A destacar la escasez de cortometrajes en comparación con otros años, y el hecho de que tres de los largometrajes y un par de cortos han sido exhibidos también en el ultimo Festival de Trieste (personalmente, he lamentado ambas cosas.)
Este año no ha habido escándalo con los premios, como sucedió en la anterior edición con el inefable Necrophagus, pero la opinión general de los especialistas y la mía propia es que The Other no mereció la Medalla de Oro, que debió ser concedida sin duda alguna a El incinerador de cadáveres. En cuanto a la concesión de la Medalla de Bronce a Pánico en el Transiberiano, resulta, cuando menos, sorprendente. Los demás premios, aunque discutibles, no pecan de arbitrarios.
Jesús Franco presentó dos largometrajes a cuál más penoso: El muerto hace las maletas, basado en una novela de Edgar Wallace, y Dracula contra Frankenstein, típica ensalada de monstruos (aunque por pudor no se diga en el título, también sale el hombre lobo) en la línea de la peor tradición cinematográfica indígena. Para quienes al ver (en Francia) las primeras películas de “Jess” Franco pensamos "este chico promete", sus ultimas realizaciones han sido otras tantas patadas en el bajo vientre.
LOS CORTOMETRAJES
De los solo 7 cortometrajes en la edición de este año yo destacaría 3: en primer lugar, System, que se llevo merecidamente la Medalla de Plata. El corto de Majewski, basado en un relato de Edgar Poe, y lleno de ironía y aciertos de realización, nos muestra un manicomio en el que los pacientes se hacen con el poder. Llega un momento en que cuesta distinguir entre cuerdos y locos, mas aun, en que queda en evidencia la artificiosidad de la línea divisoria entre la cordura y la locura.
Le rouge, le rouge et le rouge (que, al igual que Preghiera della notte, ha sido exhibido en el ultimo Festival de Trieste) es un ingenioso corto freudiano que nos muestra las fantasías simbólicas de una joven que va a reunirse con su amante.
Y, por ultimo, Aversión, interesante estudio del conflicto sexual de un joven matrimonio, salvó, junto con Pánico en el Transiberiano, el maltrecho honor de la representación nacional.
LA RETROSPECTIVA
La retrospectiva de este año, aunque escueta, era bastante interesante para quien no hubiera visto las tres películas programadas: Dementia (USA, 1953), de John Parker; La Bella y la Bestia (Francia, 1946), de Jean Cocteau; y El Fantasma va al Oeste (Francia, 1936), de René Clair.
Ahora bien, que yo sepa solo se llego a proyectar Dementia, y las otras dos fueron hábilmente escamoteadas.
Opino que es una lastima que no se preparen con mas esmero estas secciones retrospectivas, que, dado lo mucho que en España nos quedamos sin ver en su día, podrían ser interesantísimas. Un planteamiento interesante podría ser, por ejemplo, el de dedicar la retrospectiva a un tema monográfico, o a un director, un actor, un personaje mítico concreto, etc. ¿Qué aficionado no acogería con jubilo un ciclo Lon Chaney, por no citar mas que una de las infinitas posibilidades?
CONSIDERACIONES GENERALES.
A destacar la proyección exclusiva para la prensa, con riguroso control de invitaciones “personales e intransferibles” de la audaz (pero nada mas) cinta francesa La Gaulve, cuyo desmadre sádico-eróético no basta para encubrir su mediocridad.
Hay que llamar la atención muy especialmente sobre el lleno absoluto que se ha registrado este año en todas las sesiones, y las interminables colas que se formaban ante la taquilla varias horas antes de cada proyección, Esto constituye una prueba mas del creciente interés que entre el gran publico esta despertando el género de terror, fenómeno al que he dedicado en los últimos meses varios artículos (ver, por ejemplo, ND 24), y que seria reiterativo analizar aquí una vez mas. No me parece aventurado pronosticar para el año próximo un auténtico boom (con probable inflación) del terror en España.
V SEMANA INTERNACIONAL DE CINE FANTASTICO Y DE TERROR
Carlos Nolla en Terror Fantastic #16
Pasó la Semana de Sitges. El programa fue apretado, incluso agotador. En el espacio de siete días asistimos, aparte de a los actos de diversa índole organizados en torno al certamen, a la proyección de 22 largometrajes y 7 “cortos”. Fuero mas de 2.000 minutos de atención a la pantalla, que llevados a un gráfico plasmarían una línea sacudida locamente cuando las súbitas emociones nos asaltaban, y calmada, remansaba, en los instantes de aburrimiento, que también los hubo.
Y ahora, de vuelta a las actividades habituales, cuando pienso en Sitges y en lo que allá vimos acuden a mi mente, no escenas, ni narraciones determinadas, sino personajes. Personajes condenados a la cadena perpetua del fotograma, que a veces logran escapar de su encierro para irrumpir en nuestro mundo real. Por ejemplo, Mr. Kopfrkingl, el protagonista de El incinerador de cadáveres. Discreto, afable en apariencia, pulcro. Totalmente enamorado de su profesión de alto empleado de una importante empresa funeraria. Partidario de la cremación de los cadáveres, poeta y amante de la música. Hombre de inclinaciones artísticas, a pesar de su evidente mal gusto, demostrado a la hora de decorar su hogar. Metódico en sus costumbres, como la de dar un último toque con su peine a los cadáveres dispuestos para el funeral, toque que repite en su propio cabello en un particular y macabro rito de comunión con la muerte. La progresiva transformación de su personalidad, su final transfiguración en un fuhrer en potencia, culmina la memorable interpretación de Rudolf Hrusinky, que con toda justicia se llevo el premio al mejor actor.
Este premio en su versión femenina fue otorgado a Geraldine Chaplin por su dramático papel en Zero Population Growth. Superando la dificultad de su inexpresividad facial, consigue imprimir una fuerza impresionante al personaje de la mujer perteneciente a una sociedad futurista en la que el tener hijos es considerado un crimen contra la humanidad. Nos transmite el drama intimo, el vacío de una vida incompleta, la lucha interna entre la obligación de seguir las leyes y la necesidad imperiosa de culminar su matrimonio con el nacimiento de un hijo. Situación angustiosa que comparte lógicamente con su marido, papel correctamente resuelto por Oliver Reed.
En cuanto a figuras femeninas, la única que podía haberle discutido el galardón a Geraldine Chaplin fue Ute Hagen, en The other, el filme que obtuvo la medalla de oro de la Semana. Encarna a un personaje casi de tragedia clásica griega, Ada, la inmigrada rusa que ve como la fatalidad golpea repetidamente a su familia. Cabellos blancos, mirada triste. Fuerte de carácter, endurecido a fuerza de soportar los crueles zarpazos del destino, y al propio tiempo dulce y sensible, con una enorme imaginación, cualidad que hereda, para mal, su nieto, verdadero protagonista del filme.
La figura de impacto fue sin duda el esperado Zé do Caixao, el autodidacta del terror. La creación de José Mojica Marins no tiene entronque con ninguna de las formas tradicionales del terror. Es el terror subdesarrollado, terror puro. Es un punto y aparte. Personaje demencial: enjuto, pequeño, y sin embargo su sola presencia atemoriza e impone. Zé do Caixao, ateo absoluto, buscador de la perfección a través del único elemento que él considera eterno, la sangre. Su caracterización -enormes e inolvidables uñas— podría caer fácilmente en el ridículo, y por el contrario alcanza perfiles alucinantes, porque en la interpretación de Mojica Marius interviene un factor admirable, y en este caso inquietante, la convicción.
Personalidades marcadamente definidas, de características no ordinarias, impresionantes por sus actos o por su simple presencia, como Mr. Cato (Orson Welles), el jefe espiritual de una secta de practicantes de la brujería (Necromancy), o bien como el play-boy asesino de La noche de los mil gatos (Hugo Stiglitz).
Y también el clasicismo dentro del género, pero con curiosas novedades. Un Drácula oriental, de ojos rasgados que se vuelven incandescentes en sus rugientes ataques (Lake of Dracula, un filme japonés bien logrado, que sorprendió nuestra desconfianza apriorística). El Diablo, en dos personificaciones diferentes: calvo, de sonrisa irónica, cubierto por el habitual manto negro con capucha, en Au Service du Diable; y un diablo a la altura de nuestros tiempos, elegantemente vestido, habano en la boca, y al volante de un impresionante Rolls Royce, en Les Sorcieres. Y en ambos casos el instrumento para conseguir sus fines fue la seducción femenina a través de sus respectivas súcubes.
Hilse (Erika Blank) en Au Service es la seducción “directa”, sensual y erótica; mientras que Liv, Samantha y Bibiana, las sorciéres, están dentro de la línea de su amo y señor, son unas diablesas new-look: pelucas, maquillajes, vestidos y forma de comportarse, juvenil y desenfadada en ocasiones, elegantes cual maniquíes en otras. Si tenemos que remitirnos a los resultados quien sale triunfadora en esta confrontación es Hilse, ya que ella solita consigue “perder” a un grupo de siete personas, mientras que las tres preciosas sorciéres a duras penas pueden con el motorizado hippie, simpático representante de buena parte de la juventud de nuestros días. Sin embargo, personalmente, si tuviese que ser tentado, preferiría serlo por Liv (la recién descubierta Haydee Politoff), la mas encantadora súcube que he visto en una pantalla.
Y a todas estas figuras, y otras que hemos omitido en este rápido repaso, se unen en el recuerdo una serie de personas no ficticias, encontradas a lo largo de los siete días de Sitges, que sin embargo son también enigmáticas, misteriosas a veces, y mas interesantes algunas que los protagonistas de los filmes. Su enumeración es mas comprometedora, por ello, como en el caso de La Goulve, su revisión sólo puede hacerse en sesión no publica. Todos ellos, personajes reales y ficticios, forman el recuerdo valioso de unos días pasados a caballo de la fantasía y la realidad.
Unas nuevas figuras han pasado a engrosar el censo de habitantes del mundo terrorifico-fantástico. Ya pueden ampliarse las vidrieras de la Catedral Satánica que figura en el cartel anunciador de esta V Semana que acaba de terminar.
LAS PELÍCULAS UNA A UNA
ESTA NOITE ENCARNAREI NO TEU CADAVER
Pretender enjuiciar la obra cinematográfica de un realizador tan sumamente personal como es Mojica Marins con una sola cinta como referencia se me antoja una labor muy difícil y comprometida. Marins realiza un cine a caballo del terror y la filosofía (una filosofía bastante conocida, mas no por ello intrascendente), y es particularmente complejo determinar donde desaparece el terror como elemento casi folklórico, para dejar paso a un planteamiento de doctrinas humanas de las que Marins parece reírse en todo momento.
Ze do Caixao, personaje difícilmente disociable del propio Marins, es el propietario de una funeraria, el cual, tras un juicio (Esta noite es la continuación de A meia noite levarei sua alma) regresa a su pueblo con la pretensión de alcanzar la inmortalidad a través de una mujer perfecta que debe darle un hijo perfecto. Para conseguir sus propósitos debe enfrentarse a la religión (el sacerdote), la fuerza bruta (Truador), la razón (los aldeanos) y el caciquismo (el coronel). Sucesivamente lo vemos triunfar de todos ellos, pero no puede evitar que su hijo, esta meta idealizada, nazca muerto. Acosado por el pueblo, cae en unos temidos pantanos de arenas movedizas y es engullido por ellos (posiblemente a los inflemos), no sin antes exclamar palabras de arrepentimiento, que son ridículas y se adivina tacilmente que han sido impuestas precisamente por estas hipócritas buenas costumbres con las que ha estado luchando durante toda la cinta Ze do Caixao (o Mojica Marins).
¿Es bueno el cine de Marins? Creo que lo mas apropiado es definirlo de diferente, lo que realmente no es poco, y esperar, aunque sea de año en año, la posibilidad de revisar su obra. En Brasil la critica se muestra apasionada en la hora de emitir un juicio sobre él y lo catalogan desde verdadero genio hasta tarado mental. Bueno o malo, genio 0 payaso, Marins ha conseguido romper el estoicismo que produce la mediocridad, y esto ya es importante.
(Publicado en Terror Fantastic)
No cabe duda de que una de las sorpresas de la Semana fue la inverosímil cinta Esta Noite encarnarei no teu cadaver, del realizador maldito brasileño José Mojica Marins El film de Mojica, que podría aspirar a un puesto dentro del periclitado Grupo Pánico, rebosa sadomasoquismo, antirreligiosidad, arañas, serpientes y celulitis de señora gorda en cueros.
A pesar de sus enormes defectos cinematográficos (la interpretación de Mojica, por ejemplo, que no contento con ser el director y autor del guión es también el protagonista, es sencillamente dolorosa), a pesar de sus estridencias grotescas, a pesar de su subdesarrollada atmósfera de barraca de feria (o precisamente a causa de todo esto), el film posee una indudable fuerza, gran parte de la cual se emplea en cocear espasmódicamente la moral burguesa.
Disiento, sin embargo, de quienes han pretendido ver en la cinta una critica social: criticar y dar coces son dos cosas muy distintas, y burlarse de la religión es mucho más fácil e infinitamente menos eficaz que evidenciar sus contradicciones.
(Publicado en Nueva Dimensión)
ZERO POPULATION GROWTH
¡Qué cinta más formidable! La epopeya de una pareja que se resisten a la sociedad de su época en la cual esta prohibido tener niños, es maravillosa, y más si dicha pareja está interpretada por unos actores de la talla de Oliver Reed y Geraldine Chaplin.
En una época futura (quizá no tan lejana como nuestro natural optimismo quisiera), la superpoblación, unida a la contaminación ambiental, reduce sensiblemente las zonas habitables de la Tierra hasta el extremo de que hace necesario prohibir severamente, bajo amenaza de muerte, el que se tengan hijos. Para paliar (o intentar paliar) esta frustración, se fabrican unos niños robots de una perfección casi total, los cuales andan, ríen, lloran, hablan, pero equidistan, lógicamente, una inmensidad de los bebés naturales. La pareja protagonista, desafiando todos los peligros, engendra un niño y son condenados a muerte al ser acusados por unos vecinos celosos de su felicidad. El ingenio de los protagonistas (ayudados un poco, todo hay que decirlo, por la ligereza del guionista, hasta entonces perfecto en su cometido) les hace escapar de una muerte segura e inician un éxodo hacia una zona deshabitada en donde deben hallar la paz o la muerte.
ZPG es un poético canto a la individualidad frente a la maquina colectiva en que debe transformarse la sociedad futurista. La película está maravillosamente ambientada y tiene el acierto (o ventajilla, perdonable por la intrínseca calidad lograda) de llegar al corazón del espectador de un modo altamente directo al tratar sobre el tema bebé.
La pregunta que me formulo es: ¿Obran honradamente los protagonistas en tener un hijo, despreciando los sistemas que rigen su sociedad y desentendiéndose del sacrificio que realizan sus conciudadanos por el bien común? Es siempre IMPORTANTE la polémica que puede surgir de una película IMPORTANTE como Z.P.G.
(Publicado en Terror Fantastic)
Esta semana hemos tenido la suerte de ver (¡al fin!) una película de SF (ciencia-ficción) de una dignidad aceptable: Zero Population Growth, danesa, de Michael Campus, que contaba con la intervención de Geraldine Chaplin y Oliver Reed como protagonistas. Su acción se sitúa en un futuro no muy lejano en que la contaminación ha reducido de tal forma las posibilidades de vida de la Humanidad, que se ha reducido la concepción de niños a un mínimo, bajo un riguroso control gubernamental. Quienes tratan de tener un hijo sin autorización, se exponen a gravísimos castigos. Los protagonistas se rebelan, y tienen un hijo, pero denunciados son condenados a muerte, con su niño, logrando al fin escapar entre las alcantarillas, repletas de los restos de una civilización desaparecida, la nuestra.
(Publicado en Vampus 16)
Zero Population Growth (Dinamarca), de Michael Campus, con Geraldine Chaplin y Oliver Reed como protagonistas, resultó, a pesar de sus limitaciones, una de las películas más interesantes de la Semana. (...) A pesar de ciertos matices folletinescos, y a pesar de que, mas que llevar a cabo una critica, expresa una ruptura romantica del individuo con la sociedad, Zero Population Growth constituye una interesante aportación al cine de SF, por lo que he creído oportuno dedicarle un articulo aparte:
ANTIUTOPIA Y ECOLOGIA EN EL CINE: ZERO POPULATION GROWTH
(...)
En cuanto a Zero, muy en la línea de Fahrenheit 451 (la película) en que a planteamiento y realización se refiere, es una cinta sobria y técnicamente eficaz, que sin recurrir a efectismos rebuscados nos sitúa en un futuro no muy lejano en que la contaminación ha reducido las posibilidades vitales de la humanidad hasta el punto de que las calorías y el oxigeno estén racionados, y la gente ha de ir con mascaras protectoras por la calle.
Esta sociedad de economía vital tan precaria tiene una ley de hierro: esta terminantemente prohibido tener hijos, pues cada nuevo individuo supone una reducción en las restringidísimas cuotas metabólicas de los demás. Como en Fahrenheit, los transgresores son denunciados por sus propios parientes o amigos
y perseguidos implacablemente, y, como en Fahrenheit, una pareja de ciudadanos integrados y detentores de un status envidiable se rebelan súbitamente, son descubiertos y condenados, y acaban huyendo, marginándose de la sociedad... Aunque, al contrario que en Fahrenheit, aquí no quedan bosques donde refugiarse.
Aunque la ambientación es un tanto esquemática, resulta eficaz, mientras que la interpretación de los protagonistas (Oliver Reed, Geraldine Chaplin y Diane Cilento) es excelente. El guión y la realización presentan aciertos notables, aunque no faltan los toquecillos folletinescos. El museo donde trabajan los protagonistas, en el que se muestra a los visitantes las últimas reliquias de una flora y una fauna extinguidas, así como diversas escenas de la vida cotidiana a mediados del sigloXX, esta realmente logrado.
Y el interrogatorio automático que sufre Oliver Reed tras consultar en la computadora enciclopedia un tema sospechoso resulta sobrecogedor. Secuencias como la del estimulador erótico (gigantesca pantalla situada enfrente de la cama, en la que se suceden escenas excitantes destinadas a “animar” a los cónyuges) o la de la huida por el alcantarillado, a través de enormes montones de chatarra, alcanzan una notable fuerza expresiva.
El enfrentamiento individuo-establishment, sin embargo, no esta expresado con la debida profundidad. Y aquí si que el esquematismo resulta perjudicial. Al igual que ocurre en Fahrenheit, al centrarse el carácter represivo de la sociedad en un aspecto muy concreto y casi único, el film adquiere una cierta dimensión simbólica, que se conjuga mal con su planteamiento marcadamente dramático, haciendo que la situación no resulte del todo convincente.
Zero Population Growth, mas que llevar a cabo una critica propiamente dicha, expresa una ruptura romántica. Esta actitud romántica, tendente a dramatizar problemas sin profundizar en sus raíces, se da a menudo en la SF, y en varias ocasiones he aludido a ella con la expresión “denuncia acrítica”. En efecto, hay toda una serie de obras de SF que si bien denuncian ciertas contradicciones de nuestra sociedad, ignoran o hasta tergiversan sus causas reales, con el consiguiente enturbiamiento o invalidación de su contenido critico. No se puede generalizar a propósito de la validez o invalidez de este tipo de obras, aunque a menudo pueden ser útiles como primera aproximación a determinados problemas.
Por lo que respecta a Zero Population Growth, creo que, a pesar de su esquematismo y su fondo más romántico que critico, se trata de un film interesante tanto por su aportación al cine de SF como por su contribución polémica al tema de la ecología.
(Publicado en Nueva Dimensión)
Vimos Zero Populatíon Crowth, que formó parte del programa del certamen cinematográfico de Valladolid. Aquí ha sido mucho mejor recibido. Alguien comentaba que era un 'filme de ciencia-moral-social-ficción Como toque de atención está bien. Pero resulta reiterativa y lenta. Lo mejor el tono uniformado de las masas y la común expresión de vaciedad y desaliento. No hay risas francas ni espontaneidad. Muy buena la interpretación de los cuatro principales protagonistas. Desde el punto de vista de la fantasía, se permiten y pasan por alto algunos vacíos del guión y cierta monotonía.
(Ángeles Maso en La Vanguardia)
PÁNICO EN EL TRANSIBERIANO
Una excelente idea, bien traducida cinematográficamente por unos actores idóneos en los respectivos papeles que interpretan, por fuerza deben ofrecer una buena cinta. Y tal es el caso de Pánico en el Transiberiano, película que tiene el alto honor de elevar la producción nacional, en la historia de su representación en Sitges, a un grado importante y lejos, por fin, de la mediocridad (seamos benévolos) con que España se ha visto representada. Narrar el argumento antes de su estreno oficial seria delictivo; solo les diré que el viaje que realizamos en este Transiberiano no es fácil de olvidar. Christopher Lee y Peter Cushing, los dos monstruos sagrados del cine-terror, están a su nivel, que ya es mucho, y lo mismo cabe decir de Telly Savalas, en un corto pero emotivo papel. Quizá si se enmendara un poco el final (concretamente que el vagón de pasajeros se detenga a pocos metros del precipicio) quedaría una película muy, pero que muy buena. Bien por Eugenio Martín y sus colaboradores que nos han permitido hinchar el pecho ante la representación extranjera, siempre predispuesta a la sonrisa socarrona cuando se les habla de cine terrorífico español.
(Publicado en Terror Fantastic)
Pánico en el Transiberiano, de Eugenio Martin, con Peter Cushing y Cristopher Lee, fue el único largometraje indígena soportable. Se trata de una cinta de terror vagamente fantacientifico, que mantiene un buen ritmo y se aparta un poco de los archimanidos tópicos del género. Sin ser nada del otro mundo, esta muy por encima del nivel medio de la producción terrorífica nacional.
(Publicado en Nueva Dimensión)
DRACULA CONTRA FRANKENSTEIN
Intentar hilvanar una cohesión suficiente para tratar de narrarles la historia a que se refiere esta película es tanto como inventar una nueva película. La interpretación de Denis Price, encarnando a un demente Frankenstein, es francamente risible, así como Alberto Debles como doctor Seward y el resto de figurantes, en donde solo destaca Mary Francis por su belleza. Fernando Bilbao, el primer monstruo de Frankenstein made in Spain es objeto de una caracterización inadmisible. Digamos que para finalizar aparece un hombre lobo (mas que un hombre lobo será hombre lobito) que tiene un gratuito arreglo de cuentas con el monstruo de Frankenstein, no imitando, sino parodiando la ya poco afortunada que tuvieron hace años Lon Chaney Jr. y Bela Lugosi en Frankenstein y el hombre lobo. Más que Drácula contra Frankenstein parece Jesus Franco contra Sitges.
(Publicado en Terror Fantastic)
AVERSION
Ramon Monfa nos parece un inteligente realizador que sabe hasta donde puede llegar, y una vez allí, lejos de lanzarse hacia empresas mas complicadas, prefiere extraerle todo el zumo posible. Aversión narra la no imposible historia de un fetichismo revulsivo que siente el marido hacia su joven esposa. La película guarda un equilibrio acorde con el dramatismo que nos sugiere, y es lastima que en la ahora de otorgar los premios se encontrara con que Majewski, vencedor con Lokis el pasado año, concurriera este en el capitulo de cortos. De no ser por System, con toda certeza que el simpático director leridano se hubiese llevado la medalla destinada al vencedor de los cortos.
(Publicado en Terror Fantastic)
EL MUERTO HACE LAS MALETAS
Nunca he sido aficionado a las versiones cinematográficas que de las novelas de Edgar Wallace se han realizado. Pero tras visionar la cinta de Jesús Franco, la poca afición se traduce en aburrimiento mortal. La trama, ingenua, nos es servida con una fotografía mediocre y una interpretación descuidada. Franco es un realizador interesante al que su afán de lucro personal le hace aceptar películas de encargo que poco bien le harán a la hora de enjuiciar su obra cinematográfica. Claro que él dirá a las penas con pan, y posiblemente le asista la razón, lo que no es obstáculo para que desde nuestra critica tribuna estemos predispuestos, a partir de ahora, al vade retro cada vez que veamos anunciado un film suyo.
(Publicado en Terror Fantastic)
LA GOULVE
Los tostones cinematográficos no son monopolio exclusivo de los realizadores españoles. Para convencernos de ello y sacudirnos nuestro complejo de inferioridad, nuestros buenos amigos los franceses nos mandaron La Goulve, una película de terror (?) de la que solo es destacable las exhibiciones epidérmicas (muy numerosas, por cierto) que se suceden de una forma bastante fuera de lugar. Por sus diversas escenas, no eróticas, sino decididamente pornográficas, y en atención de que uno de los realizadores se desplazo de Francia exprofeso, se autorizó un pase para prensa. Nuestro aplauso a tal medida y el reconocimiento del sufrido espectador cinematográfico español, que por esta vez debe estar agradecido a que se tomara tal medida. La pobre impresión que poseemos del actual cine fantástico francés no nos hizo variar la visión de esta histérica (seamos educados) Goulve.
(Publicado en Terror Fantastic)
NECROMANCY
Necromancy es una clásica película de corte brujeril (o magia negra), en donde se nos habla de sabbats, de un modo más bien discreto, resurrección de muertos y extrañas premoniciones que, fatalmente, deben cumplirse. Uno de los principales atractivos de esta cinta radicaba en la presencia del siempre interesante Orson Welles, el cual, sea esto un elogio, no decepciona. La trama es ingeniosa, a medio camino entre la realidad y la fantasía. La puesta en escena muy correcta, como cabría esperar en Bert I. Gordon, un director sumamente avezado en este tipo de cintas. Destaquemos, junto a escenas de terror excelentemente logradas, y como relax visual, la belleza de Pamela Franklin, además muy identificada con su difícil personaje.
(Publicado en Terror Fantastic)
Necromancy ha sido llevada con buen ritmo y nos conduce por las rutas de lo extraordinario a través de un clima bien conseguido por Gordon.
(Ángeles Maso en La Vanguardia)
VELVET HOUSE
La representación inglesa, habitualmente presente en Sitges en cantidad y calidad, fue este año escasa (solo dos cintas) y de calidad regular, tirando a menos. Como colofón a esta V Semana se escogió Velvet House, elección que no comparto, ya que se disponía de cintas más interesantes (Les sorciéres, Necromancy y, particularmente, Pánico en el Transiberiano) para la siempre esperada sesión de clausura. Velvet House, de una calidad cinematográfica simplemente discreta, me recordó muchísimo, demasiado acaso, Las diabólicas. El padre que tiene esclavizadas, en todo el sentido de la palabra, a la esposa e hija, es asesinado por éstas. Pero, tras una serie de situaciones límite (más suspense que terror) nos percutamos de que tal crimen solo se cometió en las torturadas mentes de las dos mujeres. La vida sigue igual, igual de mal para las desventuradas protagonistas.
(Publicado en Terror Fantastic)
Velvet House (Gran Bretaña), de Viktor Ritelis, es una de tantas cintas de suspense terrorífico inspiradas en la célebre Las diabólicas, y aunque su realización es pasable no tiene mayor interés.
(Publicado en Nueva Dimensión)
LAKE OF DRACULA
Tentado estuve de hacer novillos aquella tarde. El cine fantástico japonés, siendo el menos oriental, constituye una pesada losa sobre los párpados cuando se llevan unos días de apretado programa cinematográfico. Y si llego a hacer novillos hubiera tenido mi castigo, como todo mal estudiante, al perderme una de las cintas mas interesantes que he tenido ocasión de presenciar en estos últimos tiempos en los que la, cantidad ahoga a la calidad.
La anécdota poco aporta al tan traído y llevado mito (y lo nuevo que puede aportar es altamente discutible), pero está tratado con un cuidado y detallismo que no estamos acostumbrados a ver. La figura de este Dracula, con su blanquísima faz, sus rojizos ojos y una distinción a lo Christopher Lee, quedará en mi recuerdo como un verdadero acierto de materializar fantasía. Las secuencias finales son altamente acertadas y nos presentan una serie de trucajes del más inteligente tino. Lastima que la desintegración del vampiro sea demasiado exacta el de Fisher, lo que le resta algo de personalidad a un film que, hasta aquel momento, es eminentemente subjetivo. Nuestro más encendido aplauso a este Lago de Dracula y a esperar que sirva como ejemplo, que no servirá, naturalmente, a otros realizadores con mayores pretensiones e hipotética capacidad que Yamamoto.
(Publicado en Terror Fantastic)
El largometraje japonés Lake of Dracula, de Michio Yamamoto, resultó ser una aceptable cinta de vampiros, técnicamente correcta, que, sin ser nada del otro mundo, supone una notable mejoría sobre la tradicional cinta de terror nipona.
(Publicado en Nueva Dimensión)
LA NOCHE DE LOS MIL GATOS
No sé con certeza si la cifra de los gatos que aparecen en pantalla esta cerca de lo que el título indica, pero si les puedo asegurar que, siguiendo la moda dictada por la propaganda que impera en las grandes producciones, puedo afirmarles que es la película con mas gatos jamas filmada. El defecto mas acusado de Cardona en su gatofilm consiste en abocetar y no concretar. La personalidad del asesino (sádico, caníbal y con complejos sexuales capaces de hacer resucitar al propio Freud) es sumamente interesante, pero nos quedamos solo en una exposición sangriento folklórica, y creo podría haber dado mucho mas de sí tan retorcido personaje.
(Publicado en Terror Fantastic)
La noche de los mil gatos (México), de René Cardona, es la intrascendente y poco terrorífica historia del típico barba azul moderno. Al recurso, en principio interesante, del gran recinto lleno de gatos hambrientos apenas se le saca partido, y debo confesar que me marché de la sala antes de que terminara la proyección.
(Publicado en Nueva Dimensión)
THE OTHER
Premio al mejor largometraje de la Semana. El otro contiene elementos suficientes para acceder al galardón. Director, intérpretes, guionista y fotógrafo se han aunado en el film de mayor impacto y calidad del certamen, paradójicamente proyectado, al igual que Zero Population Growth, en la primera sesión de tarde, más apropiada para filmes de segunda fila, lo que acrecentó la sorpresa de todos.
Con The other Robert Mulligan se revela como un maestro del suspense, del movimiento de personajes y de la adecuación del ritmo narrativo. Con un escenario limitado a un viejo caserón en el que habita una familia aparentemente normal, aprovecha al máximo los elementos de que dispone, descubre continuamente facetas inesperadas en los intérpretes principales y logra tal riqueza de situaciones distintas y de gran densidad dramática, que ni por un instante deja de interesamos. Penetra con acierto y valentía en la psiquis del protagonista, en el mundo alucinógeno y deformado de un muchacho convencido de la existencia real de su hermano gemelo, ya fallecido, con el que comparte juegos e impresiones, y mantiene una relación de tipo normal. Pero Mulligan, al modo de las mejores narraciones de Robert Bloch, conduce el film sin revelarnos el desdoblamiento de personalidad del pequeño; nos presenta a ambos hermanos plenos de vigor, cuando la vivencia de uno no pasa de imaginaria, y describe con meticulosidad andanzas perversas y criminales. El logro principal reside en el especial análisis psicológico de este prototipo de monstruosidad infantil, que descarga toda culpa sobre el fantasma de su hermano, el estudio de las causas de tal deformación y el retrato de la abuela, la persona de mayor influencia sobre el pequeño, así como el de la madre, adorada por éste, otro personaje marginado tras la extraña muerte del marido. El ultimo cuarto de film, en un alternativo cambio de ritmo, dosificando los efectos, muy al estilo de Hitchcock, desvela el misterio de la motivación de las muertes (al asesino ya le conocíamos), y nos sorprende de nuevo al final, cuando todo parecía resuelto, con la inmune pervivencia de aquél. Excelente, en suma, esta muestra del nuevo cine norteamericano, inteligente, compleja e inquietante.
(Publicado en Terror Fantastic)
Una medalla de oro incomprensible. The Other, de Robert Mulligan, no pasa de ser una película aceptable realizada con oficio, en la que no puedo adivinar qué rara virtud descubrió el Jurado (la incompetencia de los Jurados de la Semana de Sitges es ya proverbial) para otorgarle a su director la Medalla de Oro.
Lo más interesante del film es tal vez el argumento: un niño de diez años cuyo hermano gemelo
ha muerto en un accidente, cree que éste esta todavía vivo, y, mediante un continuo desdoblamiento de la personalidad (aunque el film admite también una interpretación sobrenatural), juega y conversa con él a todas horas. El niño, que es un modelo de bondad y amor filial, utiliza su otro yo para liberar sus impulsos agresivos reprimidos, y cuando descubre las “travesuras” realizadas por “su hermano”, es el primero en horrorizarse. El pequeño Mr. Hyde lleva a cabo una serie de crímenes a cuál más ingenioso (como esconder un tridente —con las púas hacia arriba, claro— en un montón de heno sobre el que su primito solía saltar desde considerable altura, desnucar a su padre, dejar invalida a su madre, matar a una vieja a sustos, etc.), que culminan con el rapto de un recién nacido, al que ahoga en un tonel de vino. La abuela del pequeño monstruo, que acaba descubriendo la verdad, en un momento de desesperación provoca un incendio con el doble objeto de suicidarse y acabar con su nietecito, pero solo consigue lo primero.
(Publicado en Nueva Dimensión)
EL INCINERADOR DE CADÁVERES
Juraj Herz, autor de El signo del cáncer y colaborador de Kadar y Klos, nos ha ofrecido un film de estilo y perfección inhabitual en certámenes parecidos, y, sin duda, el mas interesante de la Semana, reconocido por el jurado con el premio, al mejor intérprete masculino para Rudolf Hrusisky y a la mejor fotografía para Stanislaw Milota.
La historia transcurre en el seno de una familia burguesa, en la que el padre, ser contradictorio, sumamente escrupuloso y dueño de una importante agencia funeraria, persigue una especie de perfeccionamiento total, tanto para si mismo como para las personas y objetos que le rodean. No resulta extraño, por ello, que acoja, influenciado por un amigo, la ideología nazi, purista y antisemita, con ardor y convencimiento, hasta el punto de creerse apóstol de un mundo mejor. Así, convierte las platicas funerarias en discursos politico-sociales, se identifica, víctima de alucinaciones, con un monje budista, y en su ofuscación asesina a la mujer y al hijo, sin conseguirlo con la hija, después de descubrir la procedencia judía de la primera.
Todo el film gira en torno del padre, el más puro arquetipo nazi potencial, y en tono reposado y discursivo, sin abandonarle un instante, recoge, a través de sus acciones cotidianas, entre ceremonias. Funerarias el hogar, el café, el burdel y la mortecina y repulsiva antesala del crematorio, la transformación ideológica del mismo. La resolución de las muertes no supone un cambio de ritmo, ni sorpresa alguna para el espectador y la víctima; el hecho es el resultado lógico de un proceso alienador en el que no caben, para la persona afectada, discusiones ni otras posibles alternativas. La cámara, muy en la línea del actual cine checoslovaco, caracterizado por la luminosidad o el fuerte contraste de claroscuros en la imagen, atenta a la menor expresión del rostro del protagonista y de quienes le rodean, distorsionante cuando la situación lo requiere, acentúa el desequilibrio y la monstruosidad del personaje central, y refleja excelentemente los sucesivos estados oníricos de éste. La interpretación, plena de matices, supera los academicismos del cine socialista y roza la genialidad.
Alegoría política, fábula social y drama psicológico, El incinerador de cadáveres merece un puesto de honor dentro del Fantástico, a pesar del trasfondo histórico y la objetividad del argumento, por la especial mixtificación de realidad y ficción.
(Publicado en Terror Fantastic)
Me atrevería a decir que El incinerador de cadáveres es la mejor película que ha pasado por Sitges en las cinco ediciones de la Semana. Y es evidente que a pesar de los dos premios que se le otorgaron (al mejor actor y a la mejor fotografía) no se le hizo justicia. El film de Juraj Herz mereció ampliamente la Medalla de Oro, y a los que ya lo habíamos visto (en Perpignan, claro) su revisión nos permitió saborear nuevos matices y detalles sutilísimos; esto no significa, ni mucho menos, que El incinerador sea difícil de interpretar: su discurso es claro y contundente; pero, como ocurre con toda obra de auténtica calidad, un examen detenido permite apreciar nuevos valores, o, para ser mas exacto, desglosar aspectos parciales de una excelente impresión de conjunto.
Es difícil describir con palabras los méritos del film, pues se trata de valores específicamente cinematográficos. Me limitaré a decir que El incinerador narra con una habilidad magistral la progresiva fascistización de un ciudadano honorable, que acabara asesinando fríamente –“cientificamente”- a su mujer y a su hijo por su ascendencia judía, y que convierte su crematorio de cadáveres en un centro de exterminio al servicio de los nazis.
(Publicado en Nueva Dimensión)
FOUR MOODS (Noches Fantásticas)
El cine oriental, sustentado sobre una técnica envidiable. asimila el fetichismo, la leyenda, la superstición y la fantasía con facilidad y de modo peculiar. Plenas de valores estéticos y conceptuales, pero de difícil comprensión para el espectador de nuestras latitudes, menos reacio cuando se le ofrece sadismo y erotismo, estas producciones no disfrutan de la atención del distribuidor hispano, con lo que nuestra ignorancia acerca de esas cinematografías continua en idéntico nivel (afortunadamente, según informaciones, Four Moods se distribuirá en España).
Dividida en cuatro historias: la que relata las macabras incidencias de un estudiante enamorado de un fantasma; la de unos posaderos castigados por ambicionar el oro de un bravo personaje, tras una divertida y multitudinaria pelea en la posada; la de un ex reo injustamente encarcelado, ansioso de venganza y enamorado del fantasma de la hija de quien le acusara; y la de un viejo que disuade a cuantos intentan suicidarse en el río que habita su amigo en forma de Fantasma a sabiendas de que impide, con ello, la liberación de éste, Four Moods participa de los elementos fantásticos citados al principio, y un tanto de los segundos, los más oscuros. Film poético, lento, como la mayoría de las obras de igual procedencia, de excelente fotografía y montaje, que realzan la fantasía y la imaginación, debe contemplarse con mentalidad abierta, dejarse llevar por sus encantos visuales, la sensibilidad y ternura de muchas de las imágenes, para salvar el bache cultural e ideológico que nos separa.
(Publicado en Terror Fantastic)
China presentó un sugestivo largometraje de mas de dos horas de duración, Four Moods, compuesto por cuatro episodios fantástico poéticos, muy en la línea del típico -lo digo sin ninguna ironía- cuento chino. Uno de los episodios, el único “de acción”, muestra las fantásticas proezas de dos grupos de superespadachines (que saltan por el aire a varios metros de altura y arrojan dardos con una precisión milimétrica) que se enfrentan en una posada. El año pasado pronostiqué el nacimiento de un nuevo género fílmico, el “spaghetti-eastern”, si los productores occidentales descubrían las posibilidades comerciales del supersamurai, o si, viceversa, los orientales se apropiaban de la estructura del “spaghetti” para comercializar sus productos autóctonos. Experiencias como Red Sun por una parte y Goyokin o Thirty Six Killers por otra podrían ser un primer paso en este sentido (a destacar que en el lanzamiento publicitario de Goyokin se utilizo el término “eastern”.
(Publicado en Nueva Dimensión)
NARRACIONES DEL ZAR TSALTAN
Típico cuento de hadas, con pretensiones, simpático por infantil y pesado por artificioso. Entre castillos de ensueño, reinos maravillosos y personajes de la más pura fantasía: el zar, la zarina y el apuesto hijo, salvado este ultimo, tras un cumulo de insidias propias de toda corte que se precie, por una hermosa muchacha que se transforma en cisne, con ese mismo protagonista convertido cuando la ocasión lo requiere, en hombre-mosquito, el film ruso careció de la garra e importancia del presentado en la Semana precedente. La belleza. de las imágenes, el vestuario llamativo, la perfecta conjunción de colores, las brumosas escenas marinas, el misterio de las antiguas leyendas no impiden algún prolongado bostezo, mas cuando la proyección tiene lugar a primeras horas de la tarde. En definitiva, alarde de técnica del trucaje, de fotografía y de color, el film asemeja un pastel tan vistoso como empalagoso. Lastima que el publico asistente no fuera precisamente infantil, porque la obra les venia que ni pintada.
(Publicado en Terror Fantastic)
Diríase que en las películas fantásticas soviéticas la calidad es inversamente proporcional a la duración. Narraciones del Zar Tsaltan, de Alejandro Ptuoshko, solo un poco menos larga y algo menos soporífera que aquel inefable Sadko en cuya proyección tuve la suerte de dormirme hace unos años, parece destinada a contrarrestar la grata impresión que el ano pasado causé el breve y excelente Vii, de K. Erchov y G. Kropachev.
(Publicado en Nueva Dimensión)
DOOMWATCH Y PETER SASDY
Sorpresa la que nos deparó Sasdy al romper, por fin, la ligazón que asociara su obra con la de Fisher. Doomwatch (Holocausto Radioactivo), sin perder totalmente el nexo con las monstruosidades clásicas —esta vez se sirve de mutantes—, abre unas nuevas orientaciones oscilantes entre la ciencia-ficción y la denuncia social, además de evidenciar, con el tratamiento, sin sustos, sangre, ni erotismo, mayor seriedad, en contra de los comercialismos anteriores. Así, el film, falto de los citados elementos, pierde en efectismo pero gana en calidad, lo que unido al buen oficio del realizador -excelente fotografía, ambientación, escenarios y dirección de los actores-, le convierten, para nuestro gusto, en su mejor obra.
El film, con un arranque parejo al de las terroríficas narraciones portuarias de Lovecraft, se sitúa en una pequeña isla, convulsionada por la presencia de un forastero. Este, doctor enviado para investigar los efectos de la marea negra en aquellas costas, aprecia un sentimiento de rechazo en los habitantes, al tiempo que descubre en algunos de ellos, acusadas deformaciones fisiológicas. A partir de aquí, siempre. en una atmósfera de misterio, se confronta la ignorancia y la superstición de los isleños, víctimas de horribles mutaciones anatómicas, conformes con su destino, que creen debido a potencias sobrenaturales, con la ignominia y anticivismo de poderosos empresarios, despreocupados por las consecuencias de los desechos industriales arrojados al mar, ultima reserva natural del hombre. La originalidad estriba en evitar mostrar en lo posible las deformadas fisonomías de los mutantes, para no despistar al espectador, y destacar la verdadera monstruosidad, la peligrosidad de las sustancias químicas contaminantes y de los responsables de tales atentados. En definitiva, un paso mas en la carrera de Sasdy, sin grandes pretensiones (el presupuesto se cifra en 200.000 libras), pero esperanzador, que le prefiguran entre las personalidades del fantástico.
Finalizada la proyección del film, se celebró una rueda de prensa con su realizador, Peter Sasdy, al que ya conocimos en análoga situación con motivo de la I Convención Francesa de Cine Fantástico. Desgraciadamente, a pesar de los cuidados y buenos deseos de los organizadores, lo intempestivo de la hora, ya de madrugada, impidió un profundo y prolongado cambio de impresiones. Sasdy, sin mostrarse demasiado explícito, las preguntas por lo general no superaron el puro formulismo -salvo las de nuestro compañero argentino, Nicolás Alejandro Vignati, que pretendió demostrar la falta de originalidad. argumental de Doomwatch, ya abordado por otro realizador americano, del que no concretó titulo ni autor-, superó (menos sonriente que en París, quizá por carecer de la bella traductora francesa), con concisión, cuantas cuestiones se le plantearon. A grandes rasgos, de forma sintética y desordenada, los temas debatidos fueron los siguientes:
- Los derroteros futuros de su obra ante la perplejidad de todos los que preveíamos en Doomwatch una continuidad con el terror tradicional (Sasdy: “Pienso seguir alternando los vampiros con las nuevas corrientes del cine fantástico. Doomwatch, cara a las productoras, me ha facilitado la consecución de proyectos mas ambiciosos y complejos).
- La ininterrumpida sucesión de monstruosidades distintas en sus films, sin apartarse del mismo género. (Sasdy: “Un realizador debe abarcar el mayor número posible de temas, lo cual significa mayor experimentación y perfeccionamiento”.)
- Los cambios en el sistema de trabajo, en la concepción cinematográfica, etcétera, derivados del paso de una productora como la Hammer a la Tigon, productora de Doomwatch. (Sasdy: “No existen deferencias apreciables de la una a la otra, quizá la. Tigon imponga mayor seriedad en temas y tratamiento; pero, hoy en día la Hammer, en una política de apertura de mercados, financia realizaciones mas comprometidas”.)
- La ideología que preside la obra de Sasdy. La capacidad del fantástico para asociar determinadas situaciones políticas. (Sasdy: “Me interesa única y exclusivamente el espectáculo de terror».)
- La fórmula empleada por Sasdy para conseguir dicho espectáculo terrorífico. (Sasdy: “Distingo tres clases de publico, el asustadizo, el tenso y el que busca estímulos de tipo sexual; el sistema consiste en satisfacerlos por igual”.)
- La reacción del publico y de la critica en el extranjero ante Doomwatch. (Sasdy: “El film ha provocado agitadas controversias por el negocio que supone para empresarios poco escrupulosos, el arrojar las basuras al mar y la inmediata toma de conciencia que el problema de la contaminación produce sobre cualquier tipo de espectador.”
- El significado de la palabra Doomwatch. (Sasdy: “El título del film proviene de una agrupación oficial dependiente del Gobierno británico encargada de investigar la polución del medio ambiente y sus efectos sobre el futuro”)
- Una pregunta obligada: los posibles relacionamientos entre la obra de Fisher, el maestro, y la de Sasdy, hasta ahora el discípulo aventajado. (Sasdy: “Fisher pertenece a una generación de la Hammer con una concepción innovadora de las mitologías fantásticas acorde con la mentalidad de su época; en cambio mis films se encontraron con un cambio de ritmo dentro del fantástico, al evolucionar el gusto de los espectadores, adoptando un estilo mas directo y modernizado”.)
- La propensión de los realizadores anglosajones a seguir explotando las mismas monstruosidades de antaño, en idénticos escenarios. (Sasdy: “Lo achaco al carácter tradicional inglés. En mi caso, de origen húngaro, la explicación no se cumple”.)
Con muy poca cosa más de destacable y con el agradecimiento del director de la Semana, señor Rafales, se dio por terminada la reunión. De este modo despedíamos al Sasdy siempre inteligente, desenvuelto y ocurrente, ajeno a etiquetas y convencionalismos, sin duda, la personalidad mas importante y representativa del fantástico presente en Sitges, y la nota mas pintoresca de la Semana.
(Publicado en Terror Fantastic)
LOS CRIMENES DE PETIOT
El oportunismo de ciertos realizadores y productores que manipulan con el terror de consumo, como realidad patente y deplorable, debía de manifestarse en la Semana. Los crímenes de Petiot, ejemplo de lo expuesto, sirve para denunciar, una vez mas, la postura atentatoria de tales subproductos sobre el fantástico y la saturación que pueden provocar sobre el espectador medio. Mucho podría extenderme acerca de los reiterados primeros planos de los zapatos del asesino, de la mala interpretación de los actores, con un Naschy al frente falto de convicción, del intento de aparentar mayor presupuesto e internacionalizar el film a base de forzar unos cuantos exteriores en Berlín, pero la ridiculizaron se alargaría demasiado cuando lo correcto no sobrepasa la mas completa ignorancia, salvo para disparar la señal de alarma a cuantos militamos por la continuidad del fantástico.
(Publicado en Terror Fantastic)
Los crímenes de Petiot, de José Luis Madrid, con el inevitable Paul Naschy como protagonista, fue la primera muestra de la lamentable participación española (cinco largometrajes y un corto). El nuevo film de Madrid, tan soporífero como los anteriores, es una mala cinta policiaca que no había por qué haber incluido en la Semana, ya que de terrorífico solo tiene la realización.
(Publicado en Nueva Dimensión)
Los crímenes de Petiot ha decepcionado. No logra crear el ambiente, resulta falta de lógica y adolece de bastantes ingenuidades. Es, en realidad, un relato policiaco que se justifica por complejidades psicológicas: un hombre asesina a ciertas parejas de enamorados. A pesar de tiene un buen nivel interpretativo y bella fotografía la película va perdiendo interés y adolece sobre todo en su desenlace de poca consistencia.
(Ángeles Maso en La Vanguardia)
AU SERVICE DU DIABLE
Ya proyectada en la I Convención Francesa de Cine Fantástico en Paris, Au service du diable fue la cinta elegida para inaugurar la V Semana. El impacto, efectismo y buenas dosis de sangre y erotismo de sus imágenes justifican plenamente la inclusión en la denominación de la Semana del calificativo Terror -afortunadamente prevalece el de Fantástico- y la adecuan para iniciar el magno festín. La originalidad del film reside en el enmarañado argumento, en la gran cantidad de situaciones, personajes e incluso simbolismos contenidos. En un ambiente goticista, de terrores medievales, mezcla los personajes de ficción que le son propios con otros más actuales y de trato cotidiano, y les hace sentir los efectos de una extraña maldición.
Por una parte se nos presenta a un enigmático aristócrata, sabio solitario capacitado para producir oro y víctima de una maldición que convierte inexorablemente en sucube a la mayor de las hijas, habitante de un gran castillo en compañía de una misteriosa ama de llaves y de un aterrorizador mayordomo. De la otra aparece una muestra de personas que nos resultan familiares (la trama transcurre en nuestros días), cuatro hombres y tres mujeres accidentalmente detenidos cerca del castillo. Y por encima de todos, una sucube en su versión mas modernizada, secundada por un diabólico sicario, encargada de entresacar los defectos de aquéllos y de castigarles. Uno tras otro, a lo largo de la noche, la monstruosidad femenina, conocedora de los vicios de cada visitante, les tienta y, una vez consumado el pecado, les asesina de la forma más espectacular posible. Unicamente la figura de un sacerdote logra superar las pruebas y pacta, con engaños, intercambiar su alma por la de los condenados. A la mañana siguiente, tras perecer el dueño del lugar por intervención indirecta de esa reencarnación del diablo, que se nos descubre como su sobrina mayor, los forasteros, sin apreciárseles señal alguna de violencia, reemprenden la marcha para despeñarse a poca distancia desviados por el sicario, mientras el sacerdote acaba por acceder a los favores de la hermosa sucube, con lo que la victoria del diablo resulta total.
Desgraciadamente, lo que parecía un buen tema para analizar a una sociedad, su decadencia moral, por medio de un pequeño grupo de personas, no pasa de un mero entretenimiento, intrascendente pero divertido, sobrecargado de tópicos pero equilibrado con acertados efectos; en definitiva, pues, un juego erótico prolongado, muertes, sangre y sustos a raudales, todo perfectamente realizado. Una buena muestra de cine terrorífico.
(Publicado en Terror Fantastic)
DEMENTIA
De las tres retrospectivas previstas, solo se llegó a proyectar Dementia. Y es una lástima que en festivales especializados como el que nos ocupa no se refuerce la visión del actual cinema fantástico con una serie de reposiciones de films clave y de aquellos que en su día pasaron desapercibidos y merecen destacarse por diversos aspectos, ya que ello permite la comparación y medida de la evolución conseguida (y ver como en ocasiones, por desgracia, tal progreso ha seguido rumbos inversos).
Ni John Parker ni Dementia figuran en lugar destacado de la historia del cine fantástico pero su programación en la Semana la considero acertada. La cinta, a pesar de sus aparentes novedades y experimentación técnica, en 1953, fecha de su realización, no aportaba grandes descubrimientos -retornar a la técnica del cine mudo, a la del expresionismo y, en momentos, la del surrealismo, cuando lo uno ya había perecido y lo otro sobrepasado la madurez, no parece tarea muy aconsejable; pero desde otro punto de vista, dentro de su estilo, la obra consigue prestancia y notable calidad técnica. El personaje central, excelentemente interpretado por Adrianne Barret, a la que acompaña un físico muy adecuado, un ser atormentado, psíquicamente descentrado por la herencia y el recuerdo de unos padres desquiciados -la madre una furcia, asesinada por el padre, y este muerto, a su vez, por la hija- deambula de noche por una ciudad hostil que la atenaza y le oprime. En este ámbito enrarecido, frente a la degeneración, el abuso y el dinero que puede lo suyo, reacciona con la sangre y el asesinato. Un mundo de rostros angustiados, de seres repulsivos y deformes, de sombras, misterios y recuerdos, recogido con indudable buen oficio y enfoque personal.
(Publicado en Terror Fantastic)
EL GORILA VON SOHO
Ni el film merecía incluirse en la Semana, ni la obra de Edgar Wallace debería desperdiciarse con semejantes mediocridades; lo primero por policiaco y lo segundo por el tratamiento (con todo, los subproductos alemanes nos parecen maravillas frente a los churros españoles, a los Petiots, Francos... Las salidas nocturnas del asesino disfrazado de gorila, a bordo de una lancha por el Támesis, las actividades clandestinas de una pareja por una residencia de muchachas conservan por instantes el misterio y el encanto de la obra de Wallace; pero, por lo general, el film, aburrido, lento y sin efectismos, no alcanza ninguno de los resultados apetecidos.
(Publicado en Terror Fantastic)
Der Gorilla von Soho (Alemania Occidental), de Alfred Vohrer, forma parte de una soporífera serie alemana basada en novelas de Edgar Wallace, y no es sino una muy mediocre cinta policiaca que tiene muy poco que ver con la temática de la Semana. También me salí a mitad de proyección.
(Publicado en Vampus)
LES SORCIERES
Decepción para nosotros y plato suculento para buena parte del publico, Les sorciéres contiene elementos suficientes para gustar a una mayoría. Entre la revista de modas, el desfile de figurines y la historia galante, el film nos relata las peripecias de un joven motorizado que provoca un accidente y para escapar a una patrulla policiaca se desvía por un camino vecinal. Pernocta en un granero y a la mañana siguiente encuentra a tres hermosas féminas que habitan la casa contigua, solitaria y decorada con suntuosidad. Naturalmente, acepta la invitación para permanecer en tan atractiva morada y cede de buena gana a los favores de las gentiles jóvenes, no sin antes ofrecer cierta resistencia. A1 final, después de disfrutar las galanterías de las anfitrionas, acuden los cuatro a una recepción en un castillo de las cercanías, y, finalizada la ceremonia, las mujeres le asesinan con sadismo y salvajismo. En el entierro descubrimos que las damiselas pertenecen a una secta demoniaca, dirigida por el accidentado del principio, preocupada por pervertir a las gentes y eliminarlas seguidamente. Un desenlace con tintes alegóricos y trasfondos políticos muy contrarios al desarrollo del film.
Realizada con evidente picardía, a la busca del éxito fácil y remunerativo, a base de bellos encuadres, insinuantes atuendos, exóticos peinados y escenas amorosas bien resueltas, no caben inconvenientes a la monería del film, pero, por lo demás, lo fantástico, solo se explica de mero justificante argumental.
(Publicado en Terror Fantastic)
La cinta italo·francesa Il peccato del diavolo (Les Sorcieres), de Tonino Cervi, describe la seducción de un hippie por tres bellísimas brujas, que en lugar de vestir de negro y habitar un siniestro caserón lucen modelitos de alta costura y viven en una lujosa villa provista de todas las comodidades que la técnica moderna pone al servicio del hogar. Ante tanto agasajo, el joven acaba renunciando a sus ideales de vida libre e independiente, y entonces, conseguido su objetivo, las brujas (una de ellas es la sugestiva Haidee Politoff) lo matan a golpe de garfio y cuchillo, en una secuencia realmente estremecedora.
Entonces aparece el diablo, que no huele a azufre sino a acqua di selva, va impecablemente trajeado y viaja en un lujoso automóvil; a su alrededor se congregan, además de las tres brujas, un selecto grupo de magos ejecutivos, y tras una ceremonia muy similar a un consejo de administración entierran al desventurado joven. El diablo se queja de que cada vez es mas difícil hacer pecar a los jóvenes, pues han perdido el sentido del pecado, y arenga a sus acólitos a que, desde sus puestos de responsabilidad, fomenten el consumismo, el afán de lucro y similares vías de perdición.
La película esta correctamente realizada, y el paralelismo que establece entre las fuerzas del mal y las clases dominantes no deja de tener su gracia.
(Publicado en Nueva Dimensión)
Les sorcieres adolece de falta de ritmo. Monotonía a través de la narración reiterativa alrededor de David (Raymond Lovelock) embrujado por las tres hermanas. Silvia Monti, Evelyn Stuart y Haydee Politoff, son las encargadas de colaborar con su belleza. Resulta, luego, que la cinta tiene mensaje. El diablo se reúne con sus agentes y felicita a las brujas por su trabajo. Y se nos dice que cada vez es más difícil el trabajo de los agentes diabólicos en la tierra. Fallan los clásicos elementos de condenación. Y dice el diablo: “Dadles necesidades superfluas. Que se afanen todo el día, que se agoten. Cansadles, perseguidles”
(Ángeles Maso en La Vanguardia)
SEXY CAT
Realización serie C, destinada al consumo, en la que, afortunadamente, los responsables han comprendido sus limitaciones y pocas pretensiones y le han introducido las dosis suficientes de erotismo, humor y autocrítica para hacerla soportable. A modo de cómic, el film reproduce las aventuras de otro cómic (y valga la redundancia); una serie de asesinatos cometidos por medio de una esbelta. y enmascarada fémina. Como se comprenderá, la trama es el pretexto más adecuado para mostrar una sucesión de muertes, a cuál más retorcida y sexy, sin sorpresas ni complicaciones –el caso de patología juvenil causante de los crímenes lo descubre hasta el mas infantil de los espectadores-. Indiscutiblemente, de Tabernero nos quedamos antes con los dibujos (exhibidos en la. Semana) que con los trabajos cinematográficos, grotescos, deslavazados y faltos, por cuestiones censoristas, de los atractivos que adornan aquéllos.
(Publicado en Terror Fantastic)
Sexy Cat, de Julio Pérez Tabernero, fue sin duda la peor cinta de la Semana en todos los sentidos imaginables. Recuerdo con especial emoción una escena en la que el hortera detective que protagoniza la película, al descubrir a una mujer asfixiada por el ingenioso sistema de meterle la cabeza en una bolsa de plástico, exclama entre estupefacto y consternado: “¡La muerte sintética!”.
(Publicado en Nueva Dimensión)
SYSTEM
Medalla de Plata al mejor cortometraje de autor conocido y de calidad, complejidad e interpretación superior a lo normal para este tipo de realizaciones. Con ligeras referencias a la obra de Edgar Allan Poe El sistema del Dr. Tarr y del profesor Feather, el film se decanta por la experimentación y el simbolismo.
Temporalizada en la actualidad, penetramos en un hospital psiquiátrico, una algarabía de enfermos mentales en la que se confunden regidores y dementes, un mundo confuso e inconcreto. Por medio de un fotógrafo, que intenta investigar la condición de los recluidos, que convive con ellos y acaba encerrado para acallarle –la esposa seguirá igual suerte cuando interrogue por su suerte-, se nos presenta de forma simbólica y personal la arbitrariedad en la diferenciación de cuerdos y enfermos, así como la nefasta influencia del poder mal entendido, la alienación y el sexo sobre una comunidad. De estimable interés, la cinta merece destacarse, sobre todo, por la precisa utilización del fantástico para testimoniar un hecho social concreto.
(Publicado en Terror Fantastic)
INSECT WOMAN
La representación coreana o el estancamiento de una cinematografía en la Semana, -a un idéntico nivel de ínfima calidad. En la misma línea que la última cinta representada, incluso los intérpretes y la temática se repiten, la pretenciosidad se acrecienta y la irritación y el cansancio rozan los limites de lo soportable.
Melodrama y folletín -se relata un simple caso de concubinato y las influencias del hecho en las relaciones familiares de los afectados, todos pertenecientes al mismo clan-, en ningún momento consigue elevarse del bajo tono inicial, a pesar de configurarle un aire onírico y fantástico y de incluir alguna que otra escena de erotismo, único apartado en el que demuestra cierta originalidad. La influencia occidental, costumbres y modas, contrastan con el carácter típicamente oriental de los personajes y tampoco, la benefician en nada.
(Publicado en Terror Fantastic)
En cuanto a la coreana Insect Woman, de Kiyoung Kim, no tiene nada que ver, por extraño que parezca, con una mujer-insecto. La insectitud de la protagonista es puramente metafórica, y es una alusión a esos simpáticos bichitos hembra que devoran al macho después de la cópula. La película es un dramón psicológico, difícil de entender hasta para un coreano.
(Publicado en Nueva Dimensión)
LA TRASTIENDA DEL CERTAMEN
Los hombres que trabajan en la oscuridad y el anonimato (aquí no hay nada de clandestino), quienes entre conflictos, satisfacciones y dificultades, bajo la acertada dirección de don Antonio Rafales, hacen posible la consecución de uno de los mejores festivales del fantástico del mundo, merecen también nuestra atención y reconocimiento. Tres de sus miembros mis destacados, don José Ignacio Marín, don Rafael Ibáñez y doña María del Pilar Rafales, nos desvelan a continuación algunas de las particularidades organizativas menos llamativas, pero ten necesarias y eficaces como las demás:
T.F.¿Cuántas fueron las personas invitadas y acreditadas a la Semana?
José Ignacio Marín: El número de personas invitadas y acreditadas se elevó a doscientas diez, de las cuales setenta correspondían a la prensa.
T.F.: ¿La información a la prensa qué trabajo supone?
José Ignacio Marín: Exactamente 2.500 copias de fotografías, 22.500 sinopsis argumentales y 31.500 reproducciones de fichas técnicas, aparte de las informaciones complementarais, esto es, quince días pegado a la máquina de escribir y a la de ciclostilar.
T.F.: ¿Crean problemas los chicos de la prensa?
Pilar Réfales: Ni más ni menos que las demás personas acreditadas, quizá muestran mayor interés informativo y resultan más preguntones.
T.F.: ¿Cuáles son los trabajos mis característicos durante el transcurso de la Semana.?
José Ignacio Marín: Vigilancia de proyección, control de taquilla, la acomodación de invitados, distribución de sinopsis, preparación dc cócteles, agasajo de invitados..., los suficientes para impedimos disfrutar de los atractivos de la Semana.
T.F.: ¿Cuál es el horario de trabajo de un miembro de la organización durante la Semana?
José Ignacio Marin: Prácticamente las veinticuatro horas del día. El ciclostilo no deja de funcionar un momento. El trabajo de atención con la prensa e invitados también se complica de una edición a la otra lo indecible. Este año además de la participación española, la más numerosa, acudía la delegación china, la coreana, alemana y la polaca, un equipo de la televisión yugoslava y otro de la belga, así como muchos periodistas e invitados extranjeros, a los que se debe dar acomodo en todo momento.
T.F.: Cada año surgen problemas de taquillaje. ¿A qué son debidos?
Maria Pilar Ritales: Las entradas disponibles al público siempre han creado problemas gordos. Los muchos abonos distribuidos entre las personas acreditadas, los adquiridos con antelación, y la limitada capacidad de la sala, restan entradas en taquilla y ello provoca conflictos entre los que desgraciadamente no pueden asistir a las sesiones por ese motivo.
T.F.: ¿Cómo se resuelve la cuestión de alojamiento?
Rafael Ibanez: Sitges posee una capacidad hotelera capaz de albergar a diez Semanas celebradas simultáneamente. En esta ocasión se han movilizado, solo para invitados oficiales, siete hoteles de gran capacidad. La dificultad surge para encontrar alojamientos confortables una vez finalizada la temporada veraniega; pero de cualquier forma nadie se queda en la calle y menos cuando por Sitges rondan los fantasmas de la Semana.
T.F.: ¿Existen periodos de inactividad en la organización?
José Ignacio Marin: Las oficinas de la Semana no se cierran en todo el año, la correspondencia mantenida con todos los países del mundo, Japón, Corea, China, Hong Kong, India, Yugoslavian, y con la mayoría de publicaciones especializadas, no se interrumpen nunca. Ni los viajes al extranjero, a Cannes y París, no tienen otra finalidad que la de conseguir material. Quizá lo mas indicado sea hacer notar los cambios de ritmo en la organización y la aceleración de los últimos sesenta días.
T.F.: ¿Cómo han funcionado las recepciones oficiales?
Rafael Ibáñez: En esta ocasión se han celebrado cinco cócteles, sin contar el de la rueda de prensa a Peter Sasdy y el patrocinado por Terror Fantastic con motivo de la exposición de Pierrot. El presupuesto destinado a dicho efecto ha sido también el mayor de todas las ediciones.
T.F.: ¿Cuándo se iniciarán los preparativos para la próxima Semana?
José Ignacio Marin: La organización de la VI Semana se inicia antes de celebrarse la V. De momento se ha redactado la reglamentación y confeccionado el cartel de la VI edición. Como avance señalemos la confirmación del film búlgaro El tercero después del Sol, de Georgi Stoyunov, encuadrado dentro de la SF. Y todavía en periodo de montaje.
En estas pocas líneas hemos contemplado una serie de aspectos inéditos y, sin duda, interesantes para el aficionado, para el festivalero siempre más abierto a los manjares cinematográficos que a las sufridas penalidades de los miembros que permiten tal manifestación, y a los que animamos para seguir trabajando en el único certamen fantástico español y en uno de los mejores del mundo.
En anteriores entregas de esta serie:
1967 - Sitges Año Cero
1968 - Sitges Año Uno
1969 - Sitges Año Dos
1970 - Sitges Año Tres
1971 - Sitges Año Cuatro
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